martes, 29 de junio de 2010

Nunzia Auletta \\ La revolución es emprender

Es importante favorecer la cultura emprendedora, camino que en Venezuela está andando

El tema emprendedor parece haber entrado en la agenda tanto del sector público como privado en Venezuela, el artículo "La gran idea: cómo empezar una revolución emprendedora", del profesor Isenberg, de Babson, es lectura obligatoria.

Las experiencias exitosas en el desarrollo de ecosistemas de emprendimiento en países tan diferentes como Rwanda, Colombia, Israel o Islandia, han generado un aprendizaje que indica algunos pasos a lograr el desarrollo económico.

El primero es diseñar el ecosistema para emprender en función de las condiciones locales. No se debe imitar modelos exitosos a la "Sillicon Valley", fuera de contexto, en su lugar, hay que entender las características de los sectores productivos que pueden convertirse en puntas de lanza para nuevas iniciativas. La comprensión de las fuentes de ventajas competitivas y la inclusión de las realidades locales, a través de recursos humanos y naturales, conocimiento y redes de financiamiento son centrales para el desarrollo original.

Las experiencias exitosas indican que el esfuerzo piloteado únicamente por las instancias públicas, sin la participación directa y temprana del sector privado terminan generando aparatos burocráticos de acción lenta, que contradicen los principios de la iniciativa creativa. Ello implica esfuerzos de diálogo transparente entre el ámbito público y privado, para abatir barreras y establecer roles naturalmente diferenciados.

El apoyo a los microempresarios, motorizado por la banca de desarrollo en la experiencia venezolana y por algunas instituciones de formación de emprendedores, es indispensable para estimular el caldo de cultivo emprendedor. Sin menospreciar su impacto positivo, se debe entender que éste con frecuencia se circunscribe a una mejora en la calidad de vida de los individuos y sus familias, con escasa generación de empleos o multiplicación en desarrollo económico.

Este esfuerzo debe acompañarse con el estímulo a emprendimientos de alto potencial, con la capacidad de introducir innovaciones reales, convirtiéndose en experiencias catalizadoras de crecimiento sectorial y generadoras de empleos.Es importante favorecer la cultura emprendedora, camino que en Venezuela está andando con un 73% de la población adulta (estudio GEM 2009) que afirma valorar al emprendimiento como carrera y posibilidad de desarrollo personal. Reforzar las actitudes positivas hacia la identificación de oportunidades, evaluación de riesgo e innovación es un reto que deben compartir los agentes involucrados en el ecosistema, para reforzar las raíces no sólo económicas sino sociales del emprendimiento.

Finalmente, proveer a los potenciales emprendedores de un entorno regulatorio estable que agilice los trámites de creación de nuevas empresas, eliminando barreras burocráticas y controles improductivos, es un paso crucial para concretizar el nacimiento de nuevas iniciativas. Hay quienes no tienen dudas acerca del camino que se debe seguir: Paul Kagame presidente de Rwanda, que hoy afirma: "Emprender es la ruta más segura para el desarrollo". ¿Cómo no estar de acuerdo?Dir. del Centro de Emprendedores del IESAnunzia.auletta@iesa.edu.ve

lunes, 28 de junio de 2010

José M. Puente \\ ¡El precio es ficticio!


José Manuel Puente, economista, profesor y analista de la Economía, aunque no se considera entre “los sesudos”, que suele nombrar Chávez, tiene una advertencia. O modificarán el esquema del dólar o viene una gran crisis. Lo dijo en una entrevista con Carlos Croes, en Televen.

-¿Qué evaluación tiene del SITME?.

Ese nuevo esquema cambiario, el SITME, tiene varios problemas muy serios.

-¿Por ejemplo?.
Uno muy claro es que no logra satisfacer las necesidades de dólares que tiene el aparato productivo venezolano. Con el esquema actual, muchas empresas, entre ellas transnacionales, comerciales, de autopartes, simplemente no tienen ningún esquema, ninguna posibilidad por las vías legales, oficiales de obtener dólares para su producción, para la compra de insumos, de bienes finales para comercializar o para repatriar sus dividendos a la casa matriz.
Si el esquema cambiario no es modificado a lo largo de las próximas semanas, eso va a agudizar en un proceso recesivo en la economía venezolana. Muchas empresas van a parar, van a irse y eso va a agudizar lo que es un año 2010 que ya arrancó un primer trimestre con una muy fuerte contracción del 5.8 %.

-¿Consecuencias para el venezolano común?.
Al final cuando esas empresas transnacionales o comerciales, o de autopartes logren acceder a dólares por vías legales, simplemente eso se manifiesta de manera directa en el venezolano de a pié en desabastecimiento, inflación y en empresas que comienzan a cerrar o a reducir el tamaño de su producción.
Mucho venezolano dice, ‘yo no necesito dólares porque yo no viajo, no compro en el exterior, a mí qué me importa el dólar’.
¿Cómo contestarle a él? Esta es una economía altamente dependiente de los dólares; gran parte de los bienes finales que consumimos en Venezuela y de lo que producimos en Venezuela, requieren de insumos importados.
Al final ese dólar importa a todos porque en la medida en que se tranca ese mercado se tranca la actividad económica del país. El SITME trabaja con base a una banda que en principio ha sido establecido entre 4.30 y 5.30 bolívares por dólar; ese precio es ficticio, es un precio tremendamente bajo, y con eso va a haber una sobredemanda y no hay suficientes petrodólares para abastecer la demanda que podría generar ese tipo de cambio muy barato.

-¿Por qué esa sobredemanda?.
El tipo de cambio está tremendamente preciado. El problema de fondo en el esquema cambiario es que los desequilibrios en el mercado cambiario básicamente están manifestando los desequilibrios que tiene la economía venezolana y uno de ellos es un tipo de cambio tremendamente preciado, es decir, un tipo de cambio a 2.60, 4.30 que está muy barato y ahora una banda cambiaria de SITME de 4.30 ó 5.30 que es muy barato y los entes económicos están actuando en consecuencia, están sobre demandando dólares y están importando mucho más de lo que deberían importar.

-Puedes pedir lo que te dé la gana, pero si no te los dan, el dólar sigue ahí..
Claro, el gobierno tiene que entender el rol que tienen los incentivos de precios en la toma de decisiones de los agentes económicos.
Cuando tienes un bien muy barato, en este caso el dólar a 2.60 ó a 4.30, hay una sobredemanda, entonces generas un desequilibrio que es el problema de fondo en el mercado cambiario. El gobierno en los últimos cinco años, consecuencia de una muy incoherente política cambiaria, logró generar un boom de importaciones.

-¿Qué tipo de desabastecimiento nos preocupa? No hablamos de juguetes, o exquisiteces importadas, sino lo que llaman la dieta básica. ¿Eso es lo que está en peligro?.
Yo creo, de hecho vemos en la inflación que hubo en productos agrícolas en abril y mayo que la producción agrícola tiene que acceder a dólares al mercado permuta para comprar muchos de sus insumos, porque Cadivi no suministra el 100 % de los requerimientos.
En este momento las importaciones son cuatro veces lo que era en el 2003. Es decir, con los actuales ingresos petroleros no tienen suficientes petrodólares para satisfacer la sobre-demanda que hay de dólares. Tienes un problema de tasas reales negativas; la inflación corre al 30, 32 % interanual y el banco, en el mejor de los casos, solamente te paga el 15 ó el 14 % de tasas de interés. Es decir, mucha gente está tratando de comprar dólares no solamente porque quiere especular, sino fundamentalmente porque quiere proteger su patrimonio.

-¿Cuando le pones un torniquete al drenaje de los dólares, en el caso del Banco Central, no estás tratando de recuperar el nivel de reservas que ha descendido y eso puede traer las consecuencias que planteas?.
Veamos la gran inconsistencia en materia económica. ¿Qué fue lo que hizo que las reservas internacionales bajaran a lo largo de los primeros seis meses del año? Las reservas internacionales bajaron 23 ó 24 % este año, porque el gobierno hizo sistemáticas transferencias de las reservas internacionales al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), que este año ha sido de 5.500 millones de dólares y con eso disminuyó el nivel de reservas y el bolívar perdió sustento, en términos de reservas. El que ha contribuido en gran medida a la caída de las reservas internacionales ha sido el gobierno, a través de las transferencias de dólares del BCV al Fonden.

-¿Eso se convierte en bolívares?.
Se supone que ese Fondo haría inversiones en el resto del mundo. Cualquiera sea el uso de ese fondo, que además es para nada transparente, el factor que básicamente impactó la caída de reservas internacionales, durante este primer semestre del año, fue las transferencias que el Ejecutivo hizo al Fonden.

-¿Nuestra economía cuánto necesita al día para funcionar?.
Hablemos de números. El año pasado Venezuela importó 38 mil millones de dólares, si este año mantiene ese nivel de importaciones que evidentemente va a ser menor, dado el nivel de actividad económica, necesita 38 mil millones de dólares al menos para satisfacer las importaciones que requiere la economía, además de dólares adicionales para hacer frente a las acreencias internacionales, como el pago de deudas. Al menos, necesita 38, 40, 45 mil millones de dólares y parte del problema es que el año pasado, por ejemplo, el gobierno recibió 57 mil millones de dólares en ingresos brutos por exportaciones.

-¿Cómo nos pega a nosotros los venezolanos?.
La producción de sillas, de mesas, de carros, de automóviles, de bienes y servicios en la economía venezolana se redujo en casi 6 % en el primer trimestre; este año seguramente Venezuela tendrá una contracción al menos de menos 2 a menos 4 %, tendencia completamente diferente a la del resto del continent e . Améri c a Latina está creciendo en el 2010, Brasil, Argentina, inclusive los socios de Venezuela, Bolivia, Ecuador, están creciendo con más inflación.

-¿Por qué crecen ellos y nosotros no?.
La pregunta central es qué hacen ellos que no hacemos nosotros y una de las cosas que están haciendo es tener una política económica mucho más consistente particularmente cambiaria que la venezolana; no tienen un ambiente de híper regulación como Venezuela, no tienen unas amenazas directas y frontales contra el sector público a través de expropiaciones.

-¿En el sector privado?.

No tienen un mercado cambiario congelado como lo ha tenido Venezuela en las últimas cuatro semanas que ha hecho que muchas empresas estén produciendo a mitad de máquina a punto de cerrar, ante la imposibilidad de obtener por vías legales dólares para seguir produciendo. En mi opinión con los torniquetes, con los controles el gobierno estaba viendo los verdaderos problemas del país y los verdaderos problemas del país están en múltiples desequilibrios que están manifestados en el boom de importaciones en un escenario de tasas reales negativas y que no está atacando el origen del problema, sino la expresión del problema. Por tanto, a lo largo de los próximos meses el problema cambiario va a persistir y eso va a traer como consecuencias moderación, contracción económica, desabastecimiento e inflación. Con respecto al sistema financiero, el caso del Banco Federal –en mi opinión- es un caso muy particular, creo que más que un economista debe hablar de esto un politólogo, porque ahí hay razones políticas detrás de esa intervención.

Cuando uno revisa los indicadores macro-financieros del sistema financiero, calidad de la cartera de crédito, capitalización y patrimonio, rentabilidad, a pesar de que ha habido una caída en esos indicadores en el último año, todavía los indicadores macrofinancieros del sistema financiero son buenos, son positivos. Es decir, yo no veo ningún problema en términos macro-financieros del sistema. Si hubo un problema, lo hubo con un banco específico, pero a nivel de sistema no veo problemas.
Como las empresas transnacionales, como las empresas serias comerciales no pueden irse al mercado negro, entonces el juego está trancado y es por eso que mi recomendación en términos cambiarios va en dos líneas: una, el gobierno tiene que sincerar el precio en esas bandas, es decir, tiene que hacer un ajuste para que el precio sea superior para que realmente refleje lo que es el tipo de cambio de equilibrio.

-¿Cuál sería tu precio?.

Esa una discusión compleja desde el punto de vista técnico, pero sin lugar a dudas, es muy superior al 4.30 y al 5.30.
Tiene que hacerse una modificación al esquema cambiario para ofrecer una alternativa al aparato productivo para que acceda a dólares por vías oficiales, legales.

-¿Cuál sería esa modificación?.
Donde ofreces una alternativa al tipo de cambio que determina el gobierno, a 7, a 8, a 10, a 15 pero que le permite por vías legales oficiales acceder a los dólares que necesita para la compra de bienes finales, de insumos y sobre todo para la repatriación de capitales a sus casas matrices. En esto no estoy pensando en las grandes empresas, que si se van quienes pierde es Venezuela, no ellos que tienen operaciones en 50 ó 60 países más. Estoy pensando en el nivel de actividad económica, en el empleo de los venezolanos y en los bienes y servicios que merecen tener los venezolanos en sus anaqueles.

Entrevista a José Manuel Puente
Quinto Día, 26 de junio de 2010
http://www.guia.com.ve/actualidad/dolar

viernes, 25 de junio de 2010

José Mayora \\ Desfachatez, inmoralidad o democracia

Recientemente en una entrevista dada por el líder del proceso a un periodista de la londinense BBC afirmaba, con cierta petulancia, que Venezuela era uno de los países donde había más democracia en el mundo, dejando en entredicho a una gran parte de las democracias universales.

El comandante presidente está persuadido que con la revolución bolivariana, Venezuela está comenzando a saber lo que es democracia. Después de 11 años en el poder, el régimen debiera exhibir, en papel oficio, los logros obtenidos. Para quienes vivimos la democracia en las vías venezolanas y no en las grises calles londinenses, esta afirmación debe validarse con sus ejecutorias.

A los venezolanos se les ofreció refundar al país, habida cuenta del deplorable estado en que lo habían sumido los líderes de la mal llamada cuarta república. Las líneas maestras de tal oferta se dirigían hacia un país sin corrupción; con un nuevo ciudadano; sin vicios burocráticos; con más solidaridad; finalmente, con más democracia.

Once años después, ¿de verdad hay más democracia? La refundación debía dar, entre otros resultados, a un nuevo venezolano con una nueva moral pública. Ciertamente, los últimos acontecimientos hablan de nuevas personas y nuevos hábitos.

Once años, incluida la invalorable ayuda de la lista Tascón, ha sido tiempo suficiente para depurar a la administración pública. Ya no debe quedar nadie con los vicios puntofijistas. De hecho, dentro del más acendrado espíritu democrático, el líder pregona que no volverán toda vez que sus cabezas serán fritas en aceite. Sin embargo comandante, ¿qué esta pasando?

Desde la perspectiva de la gerencia pública, no hay mejor ejemplo de los hombres nuevos gobernando que la crisis eléctrica. La incompetencia gerencial obligó a buscar un chivo expiatorio cuya selección recayó en un indefenso menor de edad.

En los procesos de participación también ha emergido un hombre nuevo. Es un deleite el festín democrático que presenciamos cuando ese hombre nuevo, con el más clásico espíritu retaliativo, denuncia empresas privadas o fincas, no importa su tamaño, para que se las arrebaten a la oligarquía, en el entendido que mientras menos emprendedores haya, más democracia habrá en el país.

Sin duda que donde el hombre nuevo revolucionario ha alcanzado su más aquilatado perfil es en el campo de la soberanía alimentaria. Este sacro templo socialista, ha dado pie para que se haya destapado un desmesurado caso de putrefacción espiritual: la moral pública se descompone, paulatinamente, dentro de unos contenedores.

La grandiosidad de este hecho radica en que los autores de esta monstruosidad son revolucionarios químicamente puros, ubicados a lo largo y ancho de la voluminosa administración pública, que voluntariamente dejaron perder 92 millones de kilos de alimentos que, al contrario de otros hechos tan censurables como este, no lo pudieron esconder y que, desde el líder del proceso hacia abajo, han justificado la pérdida como algo insignificante, si se compara con la cantidad de alimentos que se han importado y se han distribuido en el pueblo.

Ahora sí entiendo lo que significa ser el país con más democracia en el mundo y una promisoria potencia: un país moralmente desgarrado; operativamente ineficaz e ineficiente; movido por resentimientos sociales; dirigido por los nuevos hombres revolucionarios de dudosa escrupulosidad. ¿Es concebible mayor inmoralidad con tales atributos?

Artículo de opinión
Viernes 25 de abril de 2010
http://noticias.eluniversal.com/2010/06/25/opi_art_desfachatez,-inmora_25A4077171.shtml

martes, 22 de junio de 2010

Hablemos de los Postgrados \\ ¡El objetivo es innovar!

Caracas, 28 de junio de 2010.- El IESA convoca a todos aquellos interesados en cursar los principales ofertas de postgrados que ofrece el IESA tales como la Maestría en Administración (MBA), el Master en Finanzas (MF), la Maestría en Gerencia Pública y el Postgrado en Mercadeo. La cita es este 30 de junio de 2010, a las 6:00 p.m. en el Salón Cisneros, en la sede IESA San Bernardino, Caracas. Allí los futuros estudiantes conocerán a detalle todos los requisitos, pensum y beneficios de cada uno de ellos.

El evento contará con la participación de ex-psicólogo y asesor de la Vinotinto, Carlos Saúl Rodríguez quien dictará una charla sobre: Fútbol vs. Gerencia. El mismo será trasmitido por Tweetcam para nuestros seguidores.

José Luis Giménez, Director de Porgramas enfatiza que los Postgrados del IESA "tienen la misión de formarte como líder para que seas agente de cambio a través de un método de aprendizaje que combina teoría y práctica. Nuestros programas fortalecerán tu talento y te ofrecerán los conocimientos y metodologías necesarios para formar y revitalizar tus competencias gerenciales, de responsabilidad social y de trabajo en equipo".

Para mayor información y confirmar su asistencia comuníquese con la oficina de Admisiones por los teléfonos 0212-555.43.71/ 555.4354 / Fax: 0212-555.4470 o por el correo electrónico: admisiones@iesa.edu.ve.

Visite también: http://www.iesa.edu.ve/postgrados
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lunes, 21 de junio de 2010

Pedro Palma \\ Seguridad Alimentaria

Recientemente dos organizaciones internacionales de gran prestigio, la FAO y la OCDE, han alertado sobre las posibilidades de importantes aumentos de precios de los productos alimenticios básicos en la próxima década. Esto se debería, por una parte, al encarecimiento energético y, por la otra, a la creciente demanda de alimentos, no sólo en los países industrializados, sino también en las regiones emergentes, donde aumenta la población de forma importante, y se consolida una clase media pujante con mayor capacidad de compra, como está sucediendo en China, India y algunos países latinoamericanos.

Esto preocupa a múltiples naciones, que por diversas razones no pueden desarrollar un sector agrícola pujante que les permita acercarse a una situación de autosuficiencia productiva de los productos más básicos de las dietas de sus habitantes, y dependen cada vez más de la importación de esos bienes para satisfacer la creciente demanda local. Por ello, varias naciones, como Arabia Saudita y Corea del Sur, están realizando importantes inversiones allende sus fronteras con el fin de adquirir abundantes extensiones de tierra fértil para su explotación. La materialización de estos esfuerzos, conocidos como farmland grabs o aseguramientos de tierras agrícolas, ha generado una polémica acerca de la conveniencia o no de esas prácticas, y las condiciones que deben imperar para su aplicación. Los que la defienden, argumentan que esas inversiones posibilitan la incorporación de vastas extensiones de tierras fértiles a la producción de alimentos, como sucede en Canadá, cuyo Gobierno promueve estas iniciativas.

En el caso de países más pobres, como Etiopía y otras naciones africanas, se argumenta que esas inversiones, además de asegurar la modernización de sus agriculturas a través de la aplicación de tecnologías de punta, aportan importantes ingresos a esas naciones y aseguran la generación de empleos bien remunerados. Los que se oponen argumentan que esa es una forma de explotación, ya que además de arrebatarle el precario sustento a miles de familias que han vivido por mucho tiempo de la explotación de pequeños terruños, esas inversiones ponen en riesgo la seguridad alimentaria de esos países al exportarse masivamente los alimentos que se producen. De allí la necesidad de regular este tipo de iniciativas para así asegurar la captación de los mayores beneficios para el país receptor de las inversiones y minimizar los riesgos y consecuencias adversas de las mismas.

Independientemente de los costos y beneficios que estas acciones puedan generar, las lecciones que debemos aprender de todo lo anterior es que países como Venezuela, que dependen tan intensamente del suministro externo para generar los alimentos que consume, deben preocuparse por estimular al máximo su producción interna de productos agrícolas. Sólo así podremos acercarnos a la autosuficiencia de una serie de productos básicos que en el futuro pueden ser muy costosos y escasos en los mercados internacionales.

Pero, ¿estamos haciendo lo que debemos hacer para alcanzar ese objetivo? Yo no lo creo, por el contrario, con la aprobación de leyes como la de tierras, con las expropiaciones arbitrarias e ilegales de fundos y de empresas agroindustriales y con el hostigamiento cada vez más intenso a la empresa privada, lo que estamos haciendo es alejarnos del añorado objetivo de la seguridad alimentaria y depender cada vez más del incierto suministro externo. Ese caminar a contrapelo sólo traerá penuria y depauperación.

Artículo de opinión
Lunes, 21 de junio de 2010
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viernes, 18 de junio de 2010

José Mayora \\ ¡Mosca con las encuestas!

Hay cosas cuyo entendimiento se nos dificulta. Venimos de dos semanas en las cuales los desmanes y desafueros del líder del proceso en contra de la sociedad civil han sido evidentes. Hemos visto atónitos cómo se han incrementado la frecuencia y duración de las atosigantes cadenas.

Todos los días se abre un contenedor lleno de comida acaparada por el gobierno, que el pueblo soberano no ha podido disfrutar. Cada vez es más palpable la aversión oficial hacia la clase obrera y sus genuinos representantes. A pesar de lo dicho y de muchas otras cosas, las encuestas parecen indicar que el Presidente ha aumentado su popularidad. No tengo porqué dudar del método para realizar las encuestas pero después del papelón que estas hicieron en Colombia, me comienza a entrar un escalofrío preelectoral. ¡Pongamos en remojo las bardas!

¿Cómo es posible que, en un escenario como el descrito, el líder del proceso, mejore su posición en las encuestas? Tengo la sensación que cometemos un gran error al pretender que los círculos capitalinos en los cuales nos desenvolvemos son un termómetro del acontecer nacional. Las agresiones gubernamentales son percibidas como tales por un reducido grupo de personas con acceso a Globovisión. Desconocemos los muchos a quienes les debe entrar un fresquito cada vez que el líder increpa a los oligarcas depredadores. Recuerden la cadena desde Lácteos Los Andes cuando uno de sus trabajadores pedía, con evidente satisfacción, que se expropiara a la empresa de transporte que le presta servicios. Eso puede ser un guión, pero de ser así, el trabajador es un excelente actor pues lucía muy natural.

No sé qué tienen que decir los analistas responsables de los sondeos de opinión. Me imagino que deben andar buscando explicaciones convincentes para presentárselas al público. No dudo que, una vez más, el plato fuerte de estas argumentaciones es que el discurso de la oposición no engancha con el gran público, que no le llega al pueblo llano. No es tarea fácil llegar al pueblo cuando en la otra esquina se encuentra quien tiene todos los medios materiales para meterse en la vida y voluntad de los ciudadanos.

Demás está decir que el poder del líder es ilimitado, como nunca antes lo había tenido presidente alguno. Demás esta decir que ejerce el poder a su antojo. Demás está decir que mientras esté repartiendo, difícilmente un discurso opositor se podrá enganchar con un pueblo que recibe títulos académicos fáciles, comida y carros a precio subsidiado, participación en propiedades colectivas que nunca poseerán, en fin incentivos muy poderosos para mantener el afecto popular así sea interesado.

El discurso agotador sin contenido, como también lo califican los analistas, es agotador para una parte de la población, la más reducida. Para el pueblo llano la esperanza renovada constantemente de que algo le tocará, sigue siendo la gran esperanza y eso sólo se logra con una amplia gama de ofertas atractivas, así su porcentaje de cumplimientos sea muy bajo. Lo importante es mantener el poder del dinero y de la conciencia clientelar cercana.

Opino que debemos buscar nuevas y distintas explicaciones que superen la manida frase del distante discurso oposicionista. Si pedimos renovación en el liderazgo político, también deberíamos pedirla en los opinadores de oficio. ¡Es hora ya que los encuestadores comiencen a buscar otras explicaciones más consistentes acerca de los inexplicables resultados recientes!

Artículo de opinión
Viernes,18 de abril de 2010
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miércoles, 16 de junio de 2010

Pavel Gómez \\ La banalización de la amenaza

Una característica poco estudiada del complicado juego político venezolano es la banalización de la discusión central, debido al constante desvío hacia callejones secundarios. Me explico. La discusión central de la actualidad es sobre un modelo político hegemónico que usa todo el poder del Estado para su perpetuación.

Este modelo político se basa en unos dogmas ideológicos que justifican la centralización, la destrucción de las opiniones distintas, la ausencia de equilibrios de poderes y la arbitrariedad regulatoria actual.Este modelo político-ideológico conduce, inexorablemente, a una monopolización de las oportunidades políticas, a la ausencia de mecanismos institucionales de control del poder, a la monopolización de las oportunidades económicas y a una sequía de inversiones, cuyos resultados comenzamos a ver.

El problema es que la discusión sobre cómo limitar el dominio de este modelo, es permanentemente saboteada por cierto imaginario opositor que se especializa en pescar discusiones secundarias. Ejemplos abundan, pero lo que ocurre esta semana es un destello de hiper-realidad alrededor de esta idea. Me refiero al caso de la intervención del Banco Federal.Sobre esto hay dos puntos resaltantes: a) existen justificaciones técnicas para la intervención, la historia avanzaba hacia ese desenlace y el mismo banco dio señales de insostenibilidad; y b) el dueño del banco alega que la intervención es simplemente una jugada política contra la libertad de expresión y en algunos círculos opositores esta idea ha germinado.

El primer punto es incontrovertible. El Banco Federal presentaba un marcado deterioro de sus indicadores financieros, lo cual hacía indetenible la intervención. Según lo reportado por analistas independientes, entre diciembre de 2009 y abril de 2010 la intermediación financiera de este banco (el porcentaje del total de depósitos que es colocado como crédito) cayó desde 62,3% a 47,6%; el índice de morosidad aumentó de 2,1% a 3,7%; la cobertura de la mora cayó de 120% a 89% y la rentabilidad sobre patrimonio de abril de 2010 fue apenas 1,6%. Es probable que este deterioro continuara en las semanas posteriores a abril de 2010.Como complemento de lo anterior, en los últimos días hubo una señal elocuente del riesgo de este banco: la publicidad televisiva en la cual se anunciaban tasas de 14,25% para las cuentas a la vista y de 16,25% para los depósitos a plazos.

Esta publicidad titilaba en los intermedios de los juegos de fútbol, con un simpático maracucho que pedía ayuda para quedar "sin un pelo de tonto". Para tener un punto de referencia piense que el banco Mercantil paga entre 1,5% y 6% por los depósitos a la vista, mientras el Banco de Venezuela paga entre 0 y 2,5% por esta variedad de depósitos. En el caso de las cuentas a plazos, tanto el Mercantil como el Venezuela pagan 14,5%.Esta tendencia, de los bancos en problemas, a ofrecer tasas de interés relativamente altas para atraer depósitos ha sido ampliamente estudiada, y es conocida como "apostando para sobrevivir".

Esta apuesta busca captar recursos en una carrera desesperada por captar fondos, reducir salidas y poder responder a las salidas no evitadas- El problemas con esta política es que conduce a dos resultados: si se mantienen las tasas activas (las que el banco cobra por los créditos) entonces se reduce la rentabilidad proveniente de la intermediación (se paga más por los depósitos y se cobra lo mismo por los créditos); o si se incrementan las tasas activas para mantener la rentabilidad, entonces se atraen créditos asociados a proyectos de inversión riesgosos (los proyectos que pueden pagar tasas altas son los que esperan mayores rentabilidades y también implican mayor riesgo de morosidad).

Como se observa en esta carrera el banco con problemas se ubica entre la espada y la pared.No hay duda que hubo elementos políticos en la decisión, pero la intervención estaba cantada. Frente a esto, escudarse en la amenaza contra la libertad de expresión para justificar la intervención es otra manera de banalizar la discusión de fondo. Y el gobierno lo sabe.

Artículo de opinión
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Miércoles, 16 de junio de 2010

viernes, 11 de junio de 2010

Miguel A. Santos \\ La dimensión desconocida

A falta de mejores ideas a Giordani se le ha ocurrido decretar la ruina de los ahorristas venezolanos

La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone) fue una de las series más exitosas de los sesenta. Desde el comienzo gozó de una enorme popularidad, convirtiéndose en eso que en televisión se llama "una serie de culto": seguida por un grupo numeroso y bien diferenciado de televidentes, con fervor religioso. Su éxito se le atribuye al haber sido el primer programa en invitar abiertamente a pensar más allá de los límites de la realidad. Cada episodio recreaba un relato de fantasía, terror o ciencia ficción, en un contexto sobrenatural y misterioso, rematado por un final sorprendente.


No he visto nada que se asemeje más a lo que nos viene pasando por estos días. Nuestra realidad, esa rápida sucesión de imágenes, no encaja dentro de nuestros patrones y nos continúa sorprendiendo. El "no vale, yo no creo" es acaso su expresión más pura. Tampoco se nos puede culpar. Como suele decir uno de los técnicos más exitosos del fútbol venezolano, Walter Cata Roque, "no hicimos más, porque no sabíamos más".El nuevo esquema cambiario es apenas una prueba más. El gobierno ha creado una suerte de Cadivi de segundo piso en el BCV. La administración de este esquema, el conjunto de requisitos, trabas y restricciones, es todavía más grotesca que la del propio Cadivi.

Como suele ocurrir, lo más importante es lo que no se dice. Se quedan por fuera todas las empresas que deseen convertir a divisas sus utilidades, y más aún, todas las personas que deseen proteger sus ahorros. A falta de mejores ideas, a Giordani se le ha ocurrido decretar la ruina de los ahorristas venezolanos, colocándolos ante la incómoda elección de mantener sus bolívares a tasas de interés entre 12% y 15% (mientras la inflación supera el 30%) o acudir a un mercado ilegal en donde corren el riesgo de enormes multas e inclusive de cárcel. Esa ruina gradual es a lo que Ricardo Sanguino se ha referido con el ingenioso término del "ahorro social".

Pero esta sorpresa es nada cuando se le contrasta con el saqueo del que han sido testigo los trabajadores de las empresas intervenidas, ocupadas o estatizadas. Los "nuevos" ejecutivos trabajan un día sí y dos no, obstaculizan la actividad productiva y disfrutan de los sueldos, puestos de estacionamiento y oficinas de los "oligarcas" que suplantaron. Allí permanecen, succionando recursos que no tienen capacidad ni tampoco disposición de generar, hasta que los agotan y salen en búsqueda de su próxima fuente.

La complejidad, y nuestra propia falta de familiaridad con un entorno de esta naturaleza, hace lucir como inútil no sólo cualquier intento de predicción, sino acaso también cualquier esfuerzo de prevención. Si esto sigue su curso el final que se nos viene no tendrá nada de sorprendente, se puede adivinar sin ninguna dificultad leyendo sobre la experiencia de otros con este set de ideas muertas. Pero ya va siendo hora de que sepamos más. No se puede combatir lo que no es convencional, con ideas convencionales. Hace falta una mirada distinta, menos especializada y más multidisciplinaria, más ágil, una nueva forma de estructurar nuestra capacidad de respuesta, si de lo que se trata es de rematar este episodio con un final sorprendente.

Artículo de opinión
El Universal, 11 de junio de 2010
http://www.eluniversal.com/

jueves, 10 de junio de 2010

Sudáfrica 2010 \\ Oportunidad de unir lazos con los empleados

Por esta vez, la flexibilidad la hará un campeón de la gerencia. reuters

Y el balón llamado Jabulani, que en lengua Zulú significa celebración, inicia su movimiento en el terreno de Johannesburgo, Sudáfrica, este viernes, donde las expectativas de la ceremonia inaugural acaparan la atención de todo el planeta. Estudiantes, trabajadores, fanáticos e incluso aquellos que no lo son, estarán en los estadios y, por supuesto, frente a los televisores.
Ante este escenario, la pregunta que invade el ambiente es cómo los empleadores pueden manejar esta situación, porque es una realidad que la mayoría de sus trabajadores estarán pendientes de lo que sucederá en el Mundial de Fútbol, episodio deportivo que sucede cada cuatro años .

Lud Márquez, profesora y miembro del Centro de Liderazgo y Organización del Iesa, comparte un enfoque donde el empleador considerara abrir un espacio a sus trabajadores para que puedan disfrutar de Sudáfrica 2010. "Se deben abrir los espacios para que las personas vean el juego, sobre todo en las semifinales y las finales. Por lo general la primera etapa de los juegos no es tan interesante, sobre todo para los fanáticos del balón, pero la situación comienza a provocar más ansiedad en la etapa final de los juegos", dijo.

Indicó que en este contexto la empresa puede establecer una fuerte relación con sus empleados al comprender este tipo de situaciones, "un acuerdo entre el empresario y los empleadores para que los trabajadores puedan ver los juegos, incluso esto puede percibirse como un beneficio que da el empleador". Para Márquez, es inevitable que "las personas se sientan motivadas por estos juegos y más cuando se realizan cada cuatro años. El venezolano es uno de los espectadores del mundo que está más pendiente del Mundial de Fútbol, por ello -aseveró- los trabajadores van a estar muy atentos al evento y van a buscar la forma de conocer cómo van los juegos. Por esta razón, son importantes los acuerdos o negociaciones con los jefes".

Con respecto a los juegos de la semifinal, la especialista en organización del Iesa, resaltó la necesidad de crear espacios en el lugar de trabajo para ver los juegos. "Esta es una buena oportunidad para establecer una relación más social entre los trabajadores y sus empleadores, pues el compartir en este contexto creará un nuevo clima dentro de la organización".
Sobre las personas que trabajen, por ejemplo en un call center, Márquez sostiene que en estos casos debe organizarse "por turnos", pues a su juicio "es muy difícil la flexibiliad en estos casos debido a que las personas no pueden abandonar su lugar de trabajo". Mencionó que también se puede " colocar una pantalla sin sonido con el fin de que puedan verlo, pero no escucharlo. Esto podría ser una opción", finalizó.

Artículo de opinión
El Mundo Economía&Negocios
Jueves, 10 de junio de 2010
www.elmundo.com.ve

miércoles, 9 de junio de 2010

Pavel Gómez \\ Mostaza y poesía

Este es un recuerdo de Amanda. Un zarpazo en su memoria que la regresaba a su mar de mermelada. Había despertado sobresaltada después de un sueño de moscas por doquier y una mesa adornada de alimentos descompuestos. Una televisión chirriaba el arrastre de inmensos contenedores rojos y la persiana abofeteaba la pared, como una mano histérica. En ese momento lo supo: su mañana sería de mostaza y poesía.Esa combinación poblaba sus mejores recuerdos. Su arma secreta contra tanta realidad. Contra el taconeo inclemente de las noticias sobre el lado posterior derecho de su frágil cerebro.

El sueño la había dejado sudada, la almohada empapada y el cabello húmedo embutido en su oreja izquierda. La almohada olía a kerosén y al pararse, debió caminar entre huellas de botellas quebradas. Una vez más respiró la certidumbre de que debía recurrir a una mezcla de mostaza y poesía.Sin cepillarse, se fue hasta la cocina por su pequeño plato, tres rebanadas de pan de molde, dos cucharadas de pollo desflecado, siete minúsculas rodajas de cebollín y su primer trofeo del día: un dibujo de hilos amarillos vertidos desde un pote que se exprime.Al pisar el pequeño charco que descansaba al pie de la nevera, sintió la pulsión de desayunar en el estudio.Tomó su contenedor de mostaza y bostezó ocho pasos hasta ese pequeño cuarto en el que los libros desbordaban las paredes.Arrimó el periódico amarillento que reposaba en el escritorio, aterrizó el bocadillo en un toallín y apeló por dos libros:

El ojo de la mujer de Gioconda Belli y De amantes de Elena Vera.Oyó una vez más la gotera, alzó la vista y leyó las líneas garabateadas en la hoja arrugada sobre el corcho: "Estoy flotando sin raigambre alguna. ¿Dónde quedó aquella gallardía manteniéndome erguida vislumbrando en alternancia oscuridad y deslumbre? "Baahh!", exclamó, "seguro Antonia no desayunaba con mostaza."Aquella mañana sólo quería letras que la devolvieran a la momentánea certidumbre de la amante. La realidad era un semáforo que titilaba en amarillo y pitaba como camión retrocediendo.Así fue que el segundo mordisco le vistió la comisura de amarillo y migajas de pan llovieron sobre una página de la Belli:

"Vaguemos/ Desafiemos el aire que nos corta el paso/ la realidad que es como palo de donde estamos amarrados (...)/ Vago / Vaga/Vaguemos/ Desafiemos las reputaciones y las miradas de los buitres (...)/ Prefiero acabar mis días en alguna ribera desconocida/ sin nombre, ni apellido/ que tener que ver sus caras/ antes de cerrar los ojos".Comenzaba a olvidar las noticias. La lectura era bálsamo que reconfortaba su adolorida espalda.Ya no recordaba el vaho putrefacto. Con el último mordisco de mostaza quiso sentirse huésped de algo parecido al amor, y leyó a Elena Vera:"Huésped/ No me siente usted en su alta mesa/ no me tiente con sus manjares delicados/ no me dé a beber de ese licor exquisito/ no me deslumbre con sus ademanes/ no resquebraje la aparente frialdad de mi cuerpo/ no entre así, viento terrible, en mis días/ no me enseñe el otro lado del poema/ no me decrete nuevas emociones/ no le conceda otro ritmo a mis noches/ no borre la verdad de mis amaneceres/ no diga que me ama/ tendría miedo a la melancolía de la ausencia/ Déme posada en el último cuarto/ allí/ donde nadie sepa/ un sorbo de agua, apenas, para la sed/ y sopa caliente para confortar el cuerpo/ entraré/ suavemente/ en la noche/ y caminaré bajo las estrellas."

Con estos desayunos, Amanda lograba compensar las noticias que poblaban el resto de sus días, la estridencia cotidiana del cafetín, el gesto quejumbroso de la señora y el grito permanente del televisor a la hora de la cena.

Artículo de opinión
El Mundo, Miércoles 08 de junio de 2010
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martes, 8 de junio de 2010

Carlos Machado Allison \\ Poder para destruir

El poder del actual gobierno es tan grande que rectificar le sería fácil

El 18 de noviembre de 1978 ocurrió el suicidio colectivo de Jim Jones y más de novecientos seguidores en Guyana. Él se creía y así lo proclamaba, una reencarnación de Jesucristo, Buda y Lenin. Al ejecutar la masacre clamó: "esto no es un suicidio, es un acto revolucionario" y así desapareció Jonestown, el Templo del Pueblo y todos los bienes que Jim le había quitado a sus seguidores.

Desde los tiempos de Juan Vicente Gómez ningún gobierno ha tenido tanto poder como el actual, pero en aquellos tiempos Venezuela era casi una hacienda. Un pobre país palúdico, chagásico y malnutrido. Gómez no contaba con la montaña de dólares que ha ingresado al país, ni con la infraestructura creada durante la IV República o con los recursos humanos formados a muy buen nivel por las universidades autónomas y las privadas.

Gómez, López Contreras, Medina y Pérez Jiménez, también militares, mas no fanáticos, dejaron algo para el recuerdo: los ministerios de Agricultura y de Salud, las carreteras, la modernización de ciudades, los primeros museos, la Ciudad Universitaria. Con ellos creció el comercio, se inició la industrialización del país y de una limitada cultura rural, nos acercamos un poco al resto del mundo.

Hubo represión, cárcel y exilio, pero a ninguno se le ocurrió echar abajo los edificios que construyó Guzmán Blanco, destruir las empresas productivas y/o regalarle dinero o petróleo a otros países. Hubo corrupción, una constante en nuestra historia, pero algo iban dejando para la siguiente generación. Con excepción de la guerra federal, a ninguno de los sátrapas de los siglos XIX y XX, se le ocurrió fracturar al país en dos, explotar las frustraciones, estimular las rencillas y sembrar tanto odio como el que estamos viendo en nuestros días.

Cierto que más de una vez cerraron alguna universidad o varias veces a la misma, porque a no pocos gobernantes les enfermaba la existencia del talento y la libertad para ejercerlo. Las cerraban por un tiempo, pero no las destruían. Sólo frustración y odio, hermanados con ignorancia y fanatismo de secta, puede explicar que antiguos alumnos y profesores, investidos como ministros, hagan un esfuerzo tan grande para destruir todo lo que huela a calidad y civilismo.

Ningún gobierno trató de liquidar empresas, Iglesia, opositores, sindicatos, medios de comunicación social, artistas, gremios, universidades y estudiantes al mismo tiempo. Tampoco recordamos la enemistad con tantos países o que hayan tenido como objetivo la destrucción de la nación y sus instituciones, se conformaban con el trono temporal y hasta rectificaban cuando cometían errores graves. El poder del actual gobierno es tan grande que rectificar le sería fácil, pero como ese poder ha sido construido sobre una ideología, sobre un credo fanático, algunos quizás prefieran terminar como Jim Jones, antes de cambiar. Pero la mayoría de los venezolanos, y hasta algunos ministros, lejos de ser fanáticos, o suicidas, prefieren el culto a "Viva la Pepa".

Artículo de opinión
Martes, 07 de junio de 2010
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viernes, 4 de junio de 2010

José Mayora \\ El PIB en terapia intensiva

Una práctica sana para evaluar dónde nos encontramos es compararnos usando indicadores de desempeño. Donde la comparación es más común, es en el campo económico, donde existen publicaciones especializadas a las que los países acuden para ver donde se encuentran con relación a sus pares. Tales indicadores les permite ver cuan lejos o cuan cerca están de las metas que se han propuesto.

El líder del proceso ha dicho en más de una oportunidad que Venezuela se convertirá en una potencia. A esta loable intención no se le ha puesto fecha, ni tampoco se le ha dado precisión a las cosas en las que nos destacaremos. En días pasados, el mismo personaje, tuvo algunas frases displicentes contra el Producto Interno Bruto, mejor conocido como el PIB. De acuerdo con el Mandatario nacional, la caída de este indicador es altamente positiva pues demuestra que quien se está cayendo es la economía capitalista, cuyo sepelio esta anunciado. De hecho, palabras textuales, "el famoso PIB me tiene sin cuidado".

De acuerdo con el discurso oficial los indicadores económicos tradicionales ya no serán utilizados para medir el desempeño de la economía revolucionaria sino que requeriremos nuevos y sofisticados índices. En un primer esbozo, el líder habló de educación, ciencia y dignidad. Con relación a los dos primeros es factible imaginarse un indicador de desempeño: matrícula; profesionales egresados; cantidad de misiones docentes, sólo por mencionar algunos. Donde se nos ha hecho más difícil operacionalizar el indicador, es en el caso de la dignidad.

La dignidad como indicador sólo la podemos utilizar como adjetivo: vivienda digna; salario digno; trabajo digno. Sin embargo, cada vez se construyen menos viviendas, dignas o indignas; el salario cada vez es menos útil para adquirir lo que dignamente se aspira; y el trabajo digno cada día esta más cuestionado y si no que lo digan los empleados de la POLAR.

De lo anterior se desprende que requerimos nuevos indicadores de desempeño que nos permitan evaluar esta gestión de gobierno y, más importante aún, la aproximación hacia el gran objetivo como es la sociedad socialista. Trataremos de identificar algunos de los que lucen más importantes a juzgar por la manera como el Gobierno los difunde:

-fincas invadidas;
-industrias cerradas;
-comercios confiscados;
-políticos inhabilitados;
-medios cerrados;
-instituciones financieras intervenidas;
-posesión de armas per cápita;
-rubros alimenticios en extinción.

Al contrario de los tradicionales, estos indicadores tienen la ventaja de ser más expeditos en su uso, se pueden medir de una semana a otra, no hay necesidad de esperar un año para las comparaciones. Tienen la ventaja que son incrementales, es decir, su gran incentivo es que no tienen una cifra óptima de desempeño: mientras más grande sea el número, mejor. Adicionalmente, son de fácil uso doméstico, cada quien los puede calcular en su casa o en su familia.

Por supuesto que tal resultado no es suficiente si no somos capaces de compararnos con otras economías que utilicen el mismo sistema de indicadores. Afortunadamente la política exterior del gobierno revolucionario ha creado ese potente mecanismo de integración regional denominado ALBA. Para tranquilidad de los venezolanos, si ya estos países están implementando el nuevo sistema de indicadores, dentro de muy poco, saldremos de los oscuros lugares en que nos ubican los indicadores tradicionales: ¡muera el PIB!

Artículo de opinión
Prof. José Mayora
Viernes, 04 de junio de 2010
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Gustavo Roosen \\ Del lado de las soluciones

De la experiencia a la esperanza" es la frase con la que Conindustria rinde homenaje a sus empresas centenarias. Es también la que inspira el Congreso que celebra hoy la organización empresarial, más concentrado que otras veces en el examen de las difíciles realidades que confronta el sector, pero sobre todo en los retos que debe asumir para ser parte de la solución que reclama Venezuela.

La experiencia habla de un sector manufacturero que, junto con el agrícola, ha sostenido el país productivo, y garantizado los bienes demandados por la comunidad; de un importante actor en la generación del PIB y en el aporte a los ingresos fiscales del país; del principal generador de empleo productivo. Pero también del sector más cercado y golpeado en los últimos años, el menos comprendido por las autoridades, el más sometido a la confrontación.

Pasar de la experiencia a la esperanza exige, desde luego, una renovación de la visión y del compromiso. El sector agrupado en Conindustria sigue representando los valores que harán posible esa tarea, que no tiene t?rmino ni permite pausa, que es la de la construcción del país. Hacia ese propósito se dirigen las intervenciones de hoy en su Congreso. Luis Pedro España se pregunta cómo relanzar el papel del sector privado para enfrentar los nuevos retos, y se responde proponiendo dos tareas fundamentales: la primera, mantenerse productivos; la segunda, generar una nueva alianza social entre empresa, comunidad y Gobierno local.

Desde su posición de académico de la economía, Héctor Silva Michelena llega a conclusiones demoledoras sobre esta utopía retrógrada con la que nos amenazan y sobre la demostrada incapacidad de los ensayos y modelos socialistas para generar felicidad y bienestar.
Luis Ugalde apela al reconocimiento del otro y a la búsqueda de consensos como condición para el encuentro y la reconstrucción. Advierte sobre la tentación de resignarse al papel de víctimas e insiste en la denuncia de esa forma de anemia productiva que aqueja al país por la aplicación de medicinas erradas para enfermedades mal diagnosticadas.

Como presidente de una organización que no ha renunciado a sus principios y a su razón de ser, Carlos Larrazábal cumple con demostrar el cerco a la actividad privada tendido desde el poder, pero presenta paralelamente diez propuestas concretas para una agenda legislativa que contribuya a crear una política industrial activa, capaz de rescatar el equilibrio entre la iniciativa privada y la acción estatal.

Conindustria ha optado, sin duda, por la alternativa de refirmar su compromiso con la transformación productiva de Venezuela en el marco de la sostenibilidad democrática y la sustentabilidad ecológica, asumiendo el reto estratégico de la diversificación económica y el histórico de aprovechar la oportunidad sin retorno del bono demográfico que se abre para Venezuela en los próximos 40 años. Sabe que hacerlo implica insistir en las viejas prácticas empresariales de trabajo y riesgo, de planificación y seguimiento, de fortalecimiento de las organizaciones sindicales, de búsqueda permanente del acuerdo obrero-patronal, instrumento insustituible para los objetivos de más empleo y más productividad.

Consciente de que, como señala Luis Pedro España, el cambio en las políticas macroeconómicas y sociales podrán ser una consecuencia de las realidades de inviabilidad presentes, pero sobre todo una decisión colectiva de transformación, Conindustria ha optado por hacerse escuchar. Tiene argumentos para hacerlo, y para lograr la comprensión y apoyo de un país que apuesta por el bienestar, la justicia y la libertad.

Artículo de opinión
Miércoles, 02 de junio de 2010
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martes, 1 de junio de 2010

Ricardo Vallenilla \\ Mercadeo en los tiempos que soplan

La industria forzosamente debe ver este momento como uno más propio de sembrar que de recoger

Decir que mercadeo no es la prioridad en los tiempos que corren, no es una declaraci?n sorprendente. Frente a un mercado que progresivamente va siendo más comprimido por los controles de precios y de cambio, ahora hay que sumar el control incremental que el Estado ejerce en la propiedad de muchas empresas donde mercadeo, era la ventaja competitiva. Tal situación puede ser desoladora para muchos profesionales que trabajan en el área, pero a la vez, puede ser una oportunidad abierta para quienes aprovechan cada fisura que se abre en la pared monolítica de la realidad.


El énfasis en las necesidades de formación y entrenamiento en la mayoría de las empresas se ha puesto sobre las áreas que tienen que ver con la gestión del capital humano; ya que uno de los grandes peligros que enfrentan es la descapitalización en este rubro, frente a la fuga de cerebros. Ponerse a estudiar o hacer un curso en mercadeo o finanzas en estas épocas, suena como innecesario. Sin embargo, todos los días mucha gente se pregunta y nos pregunta qué hacer, qué hago, qué puedo hacer con todo controlado, no puedo hacer nada, etc. Y como la respuesta no es fácil, vamos a recurrir a una herramienta superior: la Biblia.


Mucha utilidad

Ciertamente la Biblia no fue escrita para dar respuesta a las vicisitudes que nos muestra la cotidianidad latinoamericana del siglo XXI. No estamos en posición de saber lo que pasó por la cabeza del Biblista al momento de su escritura. Pero como libro sapiencial y Palabra de Dios, para quienes creemos en ella, no deja de decirnos cosas que pueden ser de mucha utilidad en los momentos actuales. Dice el libro del Eclesiastíco: "En este mundo todo tiene su hora, hay un momento para todo cuanto ocurre. Un momento para esparcir piedras y un momento para recogerlas. Un momento para intentar y un momento para desistir" (Ec 3, 1; 5-6). Muchas empresas se ven forzadas a posponer, por no decir cancelar totalmente, sus proyectos, especialmente los desarrollos de nuevos productos.

Ausencia
En la industria de los servicios de mercadeo: agencias de publicidad, agencias de investigación de mercados, agencias de promociones y BTL, medios de comunicación, etc., es notoria la ausencia de inversión, la ausencia de eventos, la ausencia de nuevos lanzamientos. En la industria farmacéutica es claro y conocido que hace casi un lustro no se otorgan nuevas patentes. En la educaci?n superior, también es conocido que las autoridades no están aprobando nuevas carreras a las universidades que ya existen.

Nuevos consumidores
Es decir, la población sigue creciendo, se siguen incorporado nuevos consumidores, sigue creciendo la demanda de bienes y servicios y sigue creciendo la brecha entre la oferta y la satisfacción de las necesidades; y aún así, la industria forzosamente debe ver este momento como uno más propio de sembrar que de recoger, de guardar en vez de gastar.
Artículo de opinión
El Universal, martes, 01 de junio de 2010