miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pavel Gómez \\ Ideas contaminadas

Al punto de que resultan no potables debido a que son presa de la polución política. Piense en el agua: es limpiadora, refrescante y nutritiva, pero la contaminación la hace no potable. Lo mismo ocurre con algunas ideas: hay ideas interesantes, contribuciones positivas a la trayectoria evolutiva de la sociedad, que sin embargo son contaminadas por portadores, por asociaciones con sendas políticas particulares, por simplificaciones o por interpretaciones equivocadas. Como resultado, algunas de estas ideas pierden, o vemos diluido, su poder transformador y su capacidad de influenciar el futuro.

Un ejemplo de discusiones contaminadas es la crítica a una sociedad que se edifica sobre el consumismo sin límites. En esta discusión están presentes varias ideas interesantes, muchas de las cuales han sido desprestigiadas por simplificaciones o por atarlas a respuestas fallidas. Algunas de estas ideas son: a) la crítica a la confusión entre placer y confort; b) la crítica a la idea de que más confort produce más felicidad; c) la idea de que ciertos patrones de consumo son socialmente ineficientes; d) la idea de que para poder pagar un consumo que crece sin límites o para competir en el trabajo, el tiempo de trabajo se incrementa a 10, 12 o 14 horas diarias en desmedro del tiempo para compartir con la familia, lo cual tiene importantes efectos familiares y sociales; y e) la idea de que ciertos patrones de consumo son ambientalmente sostenibles sólo si son muy inequitativos, y que si se democratizaran serían ambientalmente insostenibles.

Podríamos decir que estas ideas tienen dos presentaciones. Por una parte, estas ideas se han empaquetado como parte de la crítica global al capitalismo, con base en las ideas de Marx y la fe propugnada por sus sucesores. Esta "escuela de pensamiento" deriva de estas ideas hacia la necesidad de regresar a cierto primitivismo a partir de la reducción de los mercados, de cercenar el comercio mediante el uso del poder y de limitar autoritariamente la libertad de elección individual. Esta presentación genera al menos dos problemas.

Por una parte desprecia la comprensión de los incentivos detrás de la búsqueda de satisfacción en el consumismo, lo cual conduce a su reproducción. Usar la represión para limitar el consumismo es arrojar más leña al fuego: la represión no sólo limita la libertad sino que alimenta la sed de consumismo y el derroche. Por otra parte, la represión del consumo, cuando es eficiente para lograr este objetivo, distorsiona los incentivos económicos que generan productividad y crecimiento económico sostenible.

Esta manera de abordar la discusión, típica entre cierta izquierda (esa que Petkoff llama la izquierda borbónica), falla en el diagnóstico y en las respuestas al problema. La falla en el diagnóstico nace de una concepción ideológica que ubica la raíz del problema en la "alienación", en la idea de que los seres humanos son idiotas a los que la publicidad manipula y "crea falsas necesidades". A partir de este diagnóstico, entonces se recomienda que algunos sujetos, lo más "claros", los "insobornables e incorruptibles", los "que sí entienden" deben imponer su verdad a los otros, a los "alienados por la maquinaria capitalista", mediante la represión, la reducción de opciones y el cercenamiento de mercados.

Mi hipótesis es que esta manera de abordar el problema contamina una idea acertada, le resta poder, la caricaturiza y, en cierto sentido, la arruina. Además de contaminar la discusión, esta concepción ideológica desacredita a la izquierda progresista, al contrapeso sostenible de la visión conservadora de la derecha.

Esta discusión ha sido abordada con rigor teórico por algunos economistas que pudiéramos llamar "de izquierda" y que sustentan la crítica en diagnósticos acertados y en respuestas que reconocen los incentivos detrás de los problemas. Además, las respuestas que llamaremos "progresistas" abordan la discusión respetando los argumentos sobre la libertad de elección y escapan del maniqueísmo entre "alienados" e "insobornables", entre "idiotizados por la maquinaria propagandística" y "preclaros portadores de la verdad".

Algunos autores identifican el problema y abordan respuestas desde una perspectiva rigurosamente analítica y despojada de dogmas ideológicos. Uno de éstos es Tibor Scitovsky, autor de un libro titulado La economía sin alegría: la sicología de la satisfacción humana, publicado originalmente en el año 1976 y reeditado en 1992. Scitovsky es pionero en el análisis de la confusión entre placer y confort y en la crítica microeconómica a lo que se conoce como el American way of life o el estilo de vida estadounidense.

En esta tradición también se inscribe Robert Frank, autor un libro titulado Fiebre de lujo: dinero y felicidad en una era de excesos. En ambos casos, se apunta a argumentos basados en el análisis económico riguroso, que identifican el origen del problema en fallas de coordinación, efectos indirectos (externalidades). El lector curioso puede conseguir ambos títulos por Internet.
Artículo publicado en Tal cual
15 de septiembre de 2010

lunes, 20 de septiembre de 2010

Venezuela vota por primera vez en un sistema no proporcional


26 de septiembre: ¿Redistribución de fuerzas en la Asamblea Nacional?

Osmary Hernández

El próximo 26 de septiembre más de 17 millones de venezolanos son convocados a votar en una elección que les permitirá definir un nuevo parlamento. El Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, trabaja por una victoria para garantizar el avance de la revolución, mientras, la oposición lucha por obtener una representación en la Asamblea Nacional, luego de un período de ausencia en el hemiciclo, tras haber decidido no participar en los comicios de 2005 en un intento por boicotear el proceso. Ahora su nuevo reto es recuperar los espacios perdidos.

Ambas fuerzas se medirán nuevamente, esta vez en un intento por ocupar la mayoría de los 165 curules en juego y en la antesala a las elecciones presidenciales de 2012. Si un partido alcanza los dos tercios del total de diputados logrará allanar el camino para fortalecer su proyecto político. De igual forma, tendrán la potestad para decidir quienes integrarán el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia. El profesor de economía política del IESA y especialista en sistemas electorales, Francisco Monaldi, explica que hay otras dos mayorías claves, quien domine el 50% del parlamento podrá aprobar leyes ordinarias y con el 60% podrá impulsar leyes orgánicas.

¿Una contienda electoral entre iguales?

Aunque recientes encuestas ubican al oficialismo ligeramente por encima de la oposición en intención de voto, al llevar estos resultados a número de diputados obtenidos, los rojos superarían a los azules por una abrumadora diferencia. Esto ocurre porque por primera vez los venezolanos votarán en unas elecciones parlamentarias regidas por un sistema de votación no proporcional.

La transición del sistema electoral venezolano de un esquema proporcional a uno que no lo es, lleva a que a la hora de contar los votos 2 +2 ya no sea igual a cuatro, explica Monaldi. Hasta tiempos recientes, la tradición política venezolana se basaba en sistemas electorales proporcionales, de manera que el porcentaje de votos que obtenía un partido resultaba similar a la representación que terminaba obteniendo en el entonces Congreso. Los cambios que se producen con la implementación del nuevo sistema, considerado como uno de los menos proporcionales de América Latina, generan muchas dudas y confusión. Cabe destacar, que este sistema se distancia de lo previsto en la Constitución de 1999, la cual establece que el sistema debe ser proporcional.

Monaldi explica que existen tres condiciones que le complicarán el escenario a la oposición. Explica que cada voto es clave pues pequeñas diferencias en el voto pueden llevar a grandes diferencias en el seno del órgano legislativo.

1. El sistema contempla una sobre-representación de los estados menos poblados del país, en los que en su mayoría domina el oficialismo.

La Constitución de 1999 establece que todos los estados, así sean pequeños o despoblados como Delta Amacuro y Amazonas, tienen 3 diputados designados por el simple hecho de ser estados. De los 165 diputados que hay en Venezuela, 69 se distribuyen en partes iguales, es decir, a Zulia que es un estado pobladísimo le corresponde el mismo número de diputados que a Amazonas donde hay muy pocas personas. Eso lleva a que las entidades menos pobladas del país estén tremendamente sobre-representadas en la Asamblea Nacional. Un voto en Amazonas vale 6 veces más que un voto en el Distrito Capital o en el Estado Miranda, en otras palabras los votantes de Amazonas van a estar representados 6 veces más por habitante que los votantes de Miranda o Distrito Capital.

2. El método se basa en circuitos electorales o circunscripciones nominales, definidas entre municipios y parroquias.

Por ejemplo, a Distrito Capital le corresponden 10 diputados al igual que a Carabobo, 70% de esos diputados son nominales y sólo el 30% por lista proporcional. En este caso para elegir a los 7 diputados nominales el territorio se divide en circuitos de uno, dos o tres diputados. Si un partido saca 40% en todos esos circuitos, otro saca 39% y un tercero 21%, el de mayor puntaje gana todos los diputados. La primera minoría en esos circuitos se lleva los 7 diputados, es decir, con 40% de los votos obtiene 70% de los diputados. El voto por lista si es proporcional, es decir, el que saque más votos se queda con el primer diputado y sólo se queda con el segundo si obtiene más del doble de los votos con respecto al siguiente partido. En el ejemplo en que se eligen 3 escaños por lista, el de mayor respaldo popular puede obtener un máximo de dos diputados cuando están en juego tres cargos. En resumen, en nuestro ejemplo con 40% de los votos un partido puede obtener 8 o 9 de los 10 diputados asignados a un estado (7 nominales y 1 o 2 por lista), es decir hasta 90% de los diputados con sólo 40% de los votos. Mientras, el partido que sacó 39% de los votos, que con el sistema proporcional hubiese obtenido los mismos 4 diputados que la primera minoría, obtendrá sólo 1 diputado. Es decir, se puede señalar que el nuevo esquema es un sistema electoral en el que el ganador se lo lleva todo. Cabe destacar, que en algunos casos la oposición va a salir beneficiada, por ejemplo en el Zulia y Táchira, pero mayoritariamente beneficia al oficialismo pues domina en los estados más despoblados del país que a su vez están sobre-representados.

3. Cuando se definió la Ley electoral se le otorgó la facultad al Consejo Nacional Electoral de modificar las circunscripciones electorales.

De esta manera, a juicio de Monaldi, se le dio la posibilidad al CNE de aventajar al partido oficial al organizar las circunscripciones electorales de una manera que les convenga. Para explicar esta situación el experto en economía política tomó como ejemplo el Circuito 2 del estado Miranda conformado por Baruta, El Hatillo y Chacao, al cual a efectos de la venidera votación se le agregó la parroquia Leoncio Martinez del Municipio Sucre. Se trata de un sector dominado ampliamente por la oposición por lo que se presume pudo haber sido agregada al circuito 2 para reunir los votos opositores y dejarle ese circuito considerado perdido por el oficialismo, al tiempo que se le estaría restando fuerza a la oposición en el circuito de Petare.

¿Por qué vale la pena votar?

Para Monaldi un pequeño número de votos puede hacer la diferencia en algunos circuitos competidos, por ejemplo Petare, y aún en los circuitos que ya están decididos, lo más importante es que en el voto lista no está definido quien va a ganar y en estos casos unos pocos votos pueden hacer la diferencia. Además al sufragar dejamos expresadas las tendencias de cara a las elecciones presidenciales de 2012 para dejar registro de cuáles son las tendencias y cuál sector cuenta con el respaldo de la mayoría.

Recordó que en el poder legislativo, luego de que la oposición se retirara en el 2005, la uniformidad de criterios impide que se lleve a cabo un debate plural en el que se vean representados todos los sectores del país.




jueves, 16 de septiembre de 2010

Ramón Piñango \\ Llegó la violencia

*** Le presentamos a continuación el artículo del profesor Ramón Piñango sobre la inseguridad del país y sus consecuencias en la sociedad venezolana.
En texto completo reproducimos:

La inseguridad personal evoluciona no sólo por el aumento sostenido en el número de muertes por homicidio, sino también por su complejidad como fenómeno social. Una de sus líneas de evolución es particularmente preocupante: la fusión de la inseguridad personal con la violencia. Hace años hemos venido sufriendo el aumento de la probabilidad de ser asaltados, heridos, asesinados o secuestrados por delincuentes. Pero ahora, además de esa probabilidad, corremos el riesgo de que el delincuente exagere el dolor que causa a su víctima.


Eso fue lo que ocurrió con las personas degolladas por los asaltantes de una tienda en Higuerote, o por la señora que en Los Jardines del Valle también fue degollada para robarle su Blackberry, cosa que hicieron delante de su hija menor. Todos esos casos constituyen actos delictivos llevados a cabo con violencia que da rienda suelta a la ira irrefrenable de quienes los cometieron.Son actos de por sí espantosos que nos dejan perplejos, preguntándonos qué podemos hacer para detenerlos, porque sin duda muestran una seria patología social.

Sin embargo, si nos alarma que estemos presenciando actos delictivos contra las personas cometidos con violencia, más nos debe alarmar que la violencia sea cada vez menos el monopolio de delincuentes, porque rápidamente parece expandirse como mancha de aceite en una diversidad de ámbitos sociales, tan diferentes como el militar, el policial, el político y la comunidad en general. Los asesinatos de dos oficiales en el Fuerte Tiuna, las declaraciones del general sobre el destino de cárceles o bajo tierra que merecen los delincuentes, el beneplácito con que sordamente unos cuantos ciudadanos recibieron estas declaraciones, la manipulación de la muerte de Franklin Brito, en la cual muchos se negaron a ver violencia, son sólo algunos de los ejemplos que nos deben llamar a reflexión.

Nadie que diga ser responsable puede voltear la mirada. La terrible presencia altiva de la violencia se ha hecho clara en la sociedad venezolana. No es que se trate de un fenómeno nuevo, que de repente emergió como si de la nada saliera, se nos plantara en frente y nos retara. No.Desde hace largo tiempo invocamos la violencia con el descontrol de las policías, la inexcusable tolerancia del horror de las cárceles por las élites de la cuarta y la quinta república, el lenguaje político que busca la eliminación total del contrario, la criminalización de los sectores populares porque "en esos barrios se crían los delincuentes".

La ceguera y la irresponsabilidad conducen a muchos a no percatarse de la regla de oro de la violencia: la violencia engendra violencia. ¿Que es preciso buscar con cuidado las causas de la violencia en una sociedad? Sin duda que sí. ¿Que esas causas son múltiples y complejas? Por supuesto que es así. Pero, más allá de todo análisis, la verdad histórica sigue siendo que la violencia causa violencia, y que, por tanto, para detenerla hay que lograr que alguien deje de practicarla, aunque parezca injusto, tonto y peligroso.

En todo caso, no puede permitirse la incitación a la violencia con el lenguaje, que incurramos en la omisión de no denunciar los actos violentos porque no tienen que ver con uno, como ha pasado con las cárceles o como ocurrió con la muerte silenciosa del delincuente herido en el Paraíso, más que por causa de unos disparos, por una despiadada ausencia de compasión.Es urgente actuar contra la violencia, venga de donde venga. Constituye una irresponsable ligereza blandir el argumento de que los venezolanos no somos violentos. En toda sociedad existe el riesgo de la violencia. No somos la excepción. Si no lo reconocemos, todos seremos sus víctimas.De hecho, ya comenzamos a serlo.

Artículo de opinión
Jueves, 16 de septiembre de 2010

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Carlos M. Allison \\ Hay que derrotarlos

De acuerdo a ciertos analistas la mayoría de los venezolanos quiere una Asamblea plural y un país con menos polarización y más diálogo. Pero para tener una Asamblea diversa y no los corifeos que hoy tenemos, es necesario tomar una posición firme. Para ello hay que derrotar a los candidatos del PSUV. La diferencia estriba en que los opositores vemos a los candidatos y seguidores de este partido como adversarios, mientras que ellos nos ven como enemigos a los que hay que borrar de la faz de la tierra sin contemplaciones. Así que para que exista un espacio para todos, hay que derrotar al Gobierno y su partido.

El PSUV seguirá insistiendo en dividir a los venezolanos entre patriotas y apátridas, tratará de mantener el vínculo emocional que su amo genera a través del control de los medios porque para preservar su descompuesto poder, les resulta indispensable tener el control de la Asamblea. No para gobernar mejor, cosa que evidentemente no saben hacer, sino para impedir que exista una oposición que, en nombre del pueblo, ejerza la urticante función contralora, presupuestaria y legislativa que tanto les duele a los malos gobiernos. El país, cierto es, no necesita mayor polarización, como tampoco necesita una mayor tasa de criminalidad, desempleo, inflación y destrucción del sistema educativo. Pero sí que necesita un sistema de control participativo que impida una mayor destrucción de la economía, la propiedad privada, el tejido social, los valores y las instituciones.

Una Asamblea con elevada participación opositora es un dique poderoso para impedir más destrucción.VotaVotaremos aunque el Gobierno use todos sus recursos y a los sumisos jefes de los poderes del Estado, sordos ante el clamor de justicia y equidad, complacientes ante la barbarie que los alimenta. Vota para que no haya impunidad como en los casos de Pdval y del señor Brito. Haz realidad las encuestas, que casi todas coinciden, señalando que la mayoría está harta del mal gobierno y de la avalancha de mentiras que intentan justificar la criminalidad, la inflación, los apagones, la destrucción del sistema educativo, la falta de empleo decente, la carencia de viviendas y el pésimo estado de los servicios.

En algún poblado del interior será posible manipular o fraguar resultados, pero no en la gran mayoría de los centros poblados donde está el 90% de los electores y la organización para vigilar el resultado. Las encuestas señalan que el 70% acudirá a las urnas y que más del 60% piensa que este es un mal gobierno. Si la oposición logra superar el 55% de los votos y sin importar cuántos diputados se elijan, el PSUV sufrirá una derrota mayúscula.No te quedes en tu casa. Ve a votar y escoge entre la barbarie o la civilización del siglo XXI. Vota alegre por el futuro. Que la madre vote por el futuro de su hijo y el hijo por el bienestar de su madre, vota para que tú y los 500.000 venezolanos que nacerán éste año tengan una vida mejor. Deja de llorar por el pasado.

Artículo de opinión
Miércoles, 15 de septiembre de 2010

martes, 14 de septiembre de 2010

Silvana Dakduk\\ Envejecer en Venezuela

Un punto de encuentro al examinar las tendencias sociodemográficas mundiales es el proceso de envejecimiento progresivo que se torna cada vez más evidente en los distintos grupos poblacionales. Esta tendencia que se consideraba una condición típica de la estructura poblacional de los países desarrollados, comienza a aparecer en la configuración etárea de países latinoamericanos, que se distinguían por una estructura piramidal con una base amplia y con elevadas perspectivas de crecimiento en los grupos más jóvenes.

Para el año 2050 las personas mayores de 60 años, que hoy suman aproximadamente 700 millones, se convertirán de acuerdo con estas proyecciones en 2.000 millones, superando a los grupos etáreos menores a los 14 años.En el caso particular de Venezuela, las cifras oficiales revelan un comportamiento similar, un aumento mayor en los grupos etáreos adultos y adultos mayores, respecto de los niños y jóvenes. En este sentido, diversos autores alertan sobre las implicaciones del envejecimiento poblacional, clasificando este fenómeno como el desafío más importante que deberán enfrentar las sociedades contemporáneas en el siglo XXI.

En Venezuela la vejez se vive en casa y en familia, es por ello que aunque la proporción de personas mayores es un grupo minoritario, si se analizan los hogares que conviven con uno o más adultos mayores, este grupo se incrementa considerablemente.Las razones por las cuales en Venezuela se envejece en casa son diversas, pero es el aumento de la pobreza y el predominio de realidades en las que privan las restricciones económicas y respuestas deficientes del Estado, el factor que mejor describe esta tendencia.El envejecimiento en América Latina y el Caribe se está dando en un contexto de pobreza, desigualdad, escaso desarrollo institucional y persistente inequidad social.

Esto se observa en la escasa cobertura que poseen los pocos sistemas de jubilaciones y pensiones de la región para los adultos mayores, situación que coexiste en familias de ingresos restringidos y precariedad para sufragar los gastos básicos, es por esto que en contextos de dependencia económica, la familia se legitima como el mejor soporte para atender los requerimientos del adulto mayor. Los especialistas coinciden en que existe una presencia muy débil de planes y políticas coherentes a favor de los ancianos, tanto por parte de las instituciones gubernamentales como por parte de las organizaciones no gubernamentales.

Aunque hablar de envejecimiento poblacional como un asunto relevante puede percibirse como exagerado en un país que se jacta de su juventud, la mayor proporción de la población anciana en Venezuela vive en condiciones de marginalidad y pobreza, producto del contexto político, social y económico que actualmente existe en el país, lo que les niega la posibilidad de independencia.Todo esto nos invita a tomar conciencia acerca de la necesidad de abrir un espacio político a corto plazo que permita otorgar identidad definida a este grupo social. Pues en el pasado también nos jactamos de ser un país rico y por no advertir las amenazas hoy somos un país pobre. Sin duda hoy somos jóvenes, pero el panorama es claro acerca de cuál será nuestra estructura etárea en los próximos años.

Artículo de opinión
Martes, 14 de septiembre de 2010

Pedro Palma\\ Producción y Ventas

Realmente preocupa el comportamiento de una serie de indicadores sobre el desenvolvimiento de la producción y de las ventas de múltiples industrias o de sectores productivos durante el primer semestre de 2010. Al analizar los estimados oficiales o las declaraciones públicas de representantes de los distintos sectores económicos, se concluye que en lo que va de año se han seguido materializando severas contracciones en los niveles de actividad productiva local y en los volúmenes de venta, y se ha aumentado la dependencia de suministro externo de una serie de productos fundamentales, lo que significa que aún seguimos sumidos en una crisis que ya va para dos años.

Cuando se comparan los promedios de los índices de volumen de producción manufacturera del primer semestre de este año con los de igual período del año pasado, observamos que en muchos casos se han operado severas contracciones de actividad productiva.Así le ha sucedido a la industria de vehículos, cuya producción se contrajo en 15,6%; a la del mueble, que cayó más de 46%; a la de productos de metal, que redujo su volumen de producción en 20,5%; y a las de tantas otras que también se han visto obligadas a rebajar su nivel de actividad ante la merma de sus ventas locales, y la imposibilidad de exportar sus productos.Sólo en algunas industrias manufactureras, como la de sustancias y productos químicos o la de productos textiles, se han notado crecimientos de producción de importancia, pero estos casos son más la excepción que la regla.

Lo anterior responde en buena medida a la dramática contracción de ventas que han sufrido muchos de estos conglomerados fabriles. Así, los índices de volumen de ventas al por menor calculados por el BCV, como también lo son los índices de volumen de producción manufacturera a los que nos referíamos en el párrafo anterior, muestran que en el primer semestre de este año el promedio del volumen de ventas al detal cayó en 12,4% en comparación a igual período de 2009, pero en el caso de varios grupos industriales de primera importancia la contracción fue mucho mayor. Tal es el caso de la industria automotriz (-37%); de la de alimentos, bebidas y tabaco en almacenes especializados (-29,6%); de la de productos farmacéuticos y medicinales (-30,4%); y de la de ferretería, pinturas y productos de vidrio (-21,8%).Adicionalmente, las producciones de múltiples rubros agrícolas han venido mostrando severas contracciones a lo largo de los últimos años.

Un ejemplo de ello es lo que está sucediendo con la caña de azúcar, cuya producción se estima caerá más de 21% en 2010 en comparación a 2009. Igual está pasando con la carne, el café y muchos otros productos agrícolas.La caída de la capacidad de compra del ingreso de los venezolanos, combinada con una serie de restricciones hoy presentes en la economía, tales como la poca disponibilidad de divisas y las crecientes dificultades para adquirirlas, así como el mantenimiento de absurdos controles de precios que no toman en consideración el dinamismo de los costos de producción, condenando a múltiples productores a trabajar a pérdida, han sido algunos de los factores que han contribuido a la caída de la producción y de las ventas.

Pero quizá ha sido el atropello persistente del gobierno a los productores privados a través del desconocimiento de sus derechos de propiedad, de las amenazas de intervención y de la usurpación de sus empresas y medios de producción, lo que más ha contribuido a la materialización del descalabro económico que hoy vivimos.

Artículo de opinión
Martes, 14 de septiembre de 2010

viernes, 10 de septiembre de 2010

José Mayora \\ El tarjetón de la calidad de vida

La historia de la humanidad está llena de inventores, creadores y descubridores, con cuyos aportes se ha conformado el patrimonio universal. Venezuela es un hito en esta realidad histórica. En efecto, en la ruta hacia el socialismo del siglo XXI, el líder bolivariano no ha hecho otra cosa que inventar, crear y descubrir.Ha descubierto el poder, sus comodidades y la ingenua esperanza del pueblo que lo sigue. Ha inventado acontecimientos históricos, fenómenos naturales, la patria buena y hasta un hombre nuevo.

Ha creado misiones, empresas recicladas, una revolución mediática, gallineros verticales, desarrollos endógenos y un nuevo grupo social denominado ""escuálido"".Este régimen ha hecho del ensayo y el error una constante. El socialismo del siglo XXI es elaboración propia, no tiene antecedentes, se construye sobre la marcha. Inventos, creaciones y descubrimientos, se encuentran en constante perfeccionamiento, razón por la cual debe existir continuidad en la figura de su timonel, quien mantiene ""in pectore"" los grandes objetivos nacionales. Filosóficamente, este régimen está más cerca de Eudomar Santos que de Don Simón Rodríguez.

La más reciente y novedosa creación del líder, único ser pensante del régimen, es la noción ""del buen vivir"", especie de arquitectura filosófica cuya finalidad es perfilar ""el nivel óptimo del consumo equilibrado"": alimentos; línea blanca; aire acondicionado, carro; vacaciones; luna de miel, componentes estos que integran el perfil ideal de consumo racional del típico ciudadano socialista.La malsana vocería de oposición, ha calificado esta vanguardista iniciativa como el prolegómeno de la tarjeta de racionamiento. ¡Nada más lejos de la realidad! Esta revolucionaria idea, le otorga al Estado la capacidad de definir el estándar ideal de vida ciudadana, a lograr paulatinamente. En principio, este ""buen vivir"" será disfrutado por los venezolanos empleados, cuyas nóminas sean administradas por el Banco de Venezuela.Al ""buen vivir"" se accederá a través de una tarjeta de crédito, mecanismo crediticio de rancia estirpe capitalista que data de 1914, creada por un ícono del imperio, la Western Unión.

Con este ""plástico"" los tarjetahabientes adquieren deudas rotativas por un monto denominado ""límite de crédito"" establecido por el banco, dependiendo de su capacidad de pago. No será ni negrita ni dorada, será roja para que no haya distinciones odiosas.Si bien la idea representa la utopía chavista, su aplicación es a todas luces excluyente, al menos en cobertura y limitante en poder de compra, pues al copar el límite de crédito, nos imaginamos que el usuario no puede utilizar nuevamente la tarjeta hasta cancelar una parte o la totalidad de la deuda.Esta iniciativa, indiscutible oferta electoral, revela el empeño de Chávez por mantener el control de la Asamblea Nacional, pues será esta instancia legislativa la que le dé estructura legal a esta y a todas las iniciativas que le van dando forma a la sociedad socialista del siglo XXI.

La instrumentación de este despropósito, es una nueva modalidad para profundizar la revolución y punto de partida de una tarjeta más restrictiva. Si bien es cierto que esta decisión dificultará aún más la reorientación del país, no impedirá continuar hacia un nuevo proyecto democrático de vida. Si los venezolanos queremos ""vivir mejor"", no necesitamos una tarjeta sino un ""tarjetón"" que nos conduzca a una nueva Asamblea Nacional.

Artículo de opinión
www.eluniversal.com
Viernes, 10 de septiembre de 2010
mayora.j@gmail.com

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Gustavo Roosen\\ ¿Agropesimismo?

Las comparaciones pueden poner de relieve las semejanzas, pero también golpear con el dramatismo de las diferencias. Es lo que sucede cuando se analiza el desarrollo agrícola y pecuario de Venezuela y el de su socio y vecino Brasil. A sus ya numerosas distinciones, Brasil suma ahora la del país con más potencial de desarrollo agrícola. Es, de hecho, el más grande exportador de cereales ­luego de Estados Unidos, Canadá, Australia, Argentina y la Comunidad Europea­ y el primer exportador mundial de carne de res, pollo, soya, maíz, jugo de naranja, azúcar, algodón y café.

Aplicando un modelo que reivindica la investigación científica, la productividad y la producción en escala, Brasil se ha convertido en el sexto productor de soya, un cultivo más propio de clima templado que del cálido brasileño; ha logrado producir trigo en tierras del Amazonas, modestas en capa vegetal, y está haciendo del estado de Mato Grosso la granja del mundo y símbolo de su milagro agrícola. Son varias las razones que explican este desarrollo: una visión de realismo y de grandeza en los propósitos, la capacidad de convocar y coordinar los esfuerzos de los sectores público y privado, la voluntad de conjugar la adecuación a las realidades de suelo y clima con la afirmación de la investigación científica para la aplicación de innovaciones, ensayo de nuevos cultivos, mejoramiento de suelos y semillas.

Negado a atender los llamados del proteccionismo, Brasil optó por la innovación y la productividad; decidió apoyarse en la investigación científica y en el uso intensivo de tierras y capital; apostó por la apertura al comercio internacional y la competitividad, más que por los subsidios y el aislamiento; se alineó con un modelo que propone el adecuado balance entre desarrollo agrícola y ambiente; estimuló la mecanización de extensas áreas de producción, la capacitación de sus técnicos y la incorporación de las mejores prácticas en el manejo del negocio.

No es el caso de Venezuela.
Estamos, al contrario, frente a un panorama de destrucción de la capacidad productiva nacional, de inseguridad jurídica, de aprobación de leyes que afectan o permiten la arbitraria afectación de la propiedad, de acoso y atropello a los productores, de desaliento a la inversión, de entorpecimiento de la actividad privada, de competencia desleal del Estado a través del mecanismo de la importación. Se privilegia la importación sobre la producción, se piensa más en términos de conuco o de agricultura de subsistencia que en dimensiones de expansión y exportación, las políticas apuntan más al control de la tierra que a su productividad.Lejos de sentir garantizada su seguridad alimentaria, el país es sacudido cada día con un nuevo motivo de preocupación: desabastecimiento; incremento de precios; merma en la producción de rubros como frutas, café, cacao, caña de azúcar, maíz, café y arroz.De acuerdo con los expertos, Venezuela es el único país de la región cuya producción interna mantiene una tendencia negativa.

Según cálculos de la FAO, en producción de alimentos Venezuela sólo supera a Cuba y Haití. Aumentan, en cambio, las importaciones.Incluso de productos como el arroz, antes con capacidad excedentaria; o el café, ahora venido de Nicaragua; o el sorgo, los pollos, el queso o el ganado.Se habla de "agropesimismo" como el temor a que la humanidad no pueda alimentarse sino destruyendo el ambiente.En el caso de Venezuela cabría hablar con más propiedad de "agrodepresión" para referirse al resultado de políticas equivocadas que lejos de estimular la producción agropecuaria, la están conduciendo a su destrucción.Muy diferente al caso del vecino Brasil.

Artículo de opinión
Miércoles, 08 de septiembre de 2010
www.el-nacional.com
www.iesa.edu.ve

viernes, 3 de septiembre de 2010

Miguel A. Santos \\ Economía: de la ciencia a la manipulación

Por estos días en Estados Unidos hay dos grandes grupos de intelectuales muy reconocidos, debatiendo sobre cuál es la mejor forma de sacar adelante la economía de ese país. De un lado están quienes piensan que el esfuerzo fiscal que hace el Gobierno para estimular la economía no está dando resultados, y que por ende el déficit fiscal en que se está incurriendo es un yugo puesto sobre las generaciones futuras (a cambio de ningún beneficio presente). Le vendría mejor al Gobierno recortar el gasto, bajar los impuestos, reducir el seguro al desempleo, y abrir la posibilidad de que los desocupados ofrezcan su trabajo a cambio de sueldos cada vez menores.

En este grupo (economistas de oferta, neoliberales) no falta alguno que advierta que la deuda que está contratando el Gobierno es "impagable" y que la nación se encuentra en bancarrota.Del otro lado están quienes sostienen que si la economía está creciendo poco, probablemente sea gracias al estímulo, y que es imposible saber de qué magnitud habría sido la recesión sin él. Para este segundo grupo el paquete fiscal ha sido insuficiente. Si el estancamiento fuese consecuencia de una caída en la oferta, los precios subirían de forma más acelerada. Para este grupo (keynesianos) el problema sigue siendo de demanda, por lo que se inclinan por aumentar el estímulo fiscal, financiado con nueva deuda y más impuestos a los estratos de mayores ingresos.

No conozco la economía de ese país con el detalle suficiente como para emitir una opinión categórica, pero el sentido común me hace notar algunas cosas que quisiera resaltar (Macro 101). Si Estados Unidos está en bancarrota, ¿por qué los mercados le siguen prestando a sólo 2.5% anual (a diez años)? Los neoliberales, que defienden a ultranza la eficiencia de los mercados, no parecen estar dispuestos a darles crédito esta vez. Es decir, son eficientes para todo lo demás, pero no son capaces de reconocer que la economía más grande del mundo está quebrada.

¡Quebrada está Venezuela, a quien los mercados le exigen 12.75% anual! Además, quienes defienden esta postura son los mismos que desestimaron el megaendeudamiento de Ronald Reagan en los años ochenta. Creo que los economistas de oferta tienen un punto cuando argumentan que la ampliación del beneficio al desempleo puede generar una tasa de desocupación "natural" mayor en el largo plazo, y también es evidente que los estímulos de hoy vienen a costa de mayores impuestos futuros. Eso sin duda es así, pero en medio de esta crisis, se trata de escoger entre los remedios menos dolorosos, el menor de los dos males.

En cualquier caso, nunca es bueno aproximarse a estos problemas con el dogma, con la intención de confirmar lo que uno ya (cree que) sabe. Bien dice el dicho que "al que anda con un martillo en la mano, todo le parece un clavo". Por ejemplo: por estos días, aprovechando la escasez de divisas que ha provocado el Gobierno en Venezuela, algunos han desempolvado la idea de la dolarización. Sin duda que en esta coyuntura hallarán terreno fértil, es como proponer abrir un McDonald"s para dar de comer a la gente en Darfur: todo el mundo va a decir que sí, pero no por eso dejará de ser junk food.


Artículo publicado en El Universal
Viernes, 02 de septiembre de 2010

jueves, 2 de septiembre de 2010

Ramón Piñango \\ Dando tumbos

Es extraño. A pocas semanas de las elecciones el régimen ha incurrido en graves errores inconvenientes para sus perspectivas electorales. ¿Cómo explicar esos errores, que se reitere en ellos y que el mismo Presidente los cometa? Lo de Pudreval es incomprensible. La dimensión del desastre de los contenedores ha estado a la vista de todos y la repercusión en la opinión pública ha sido muy clara. Pero más incomprensible que tan magno desastre, producto de la mala administración y de la corrupción, ha sido el manejo de la crisis de los contenedores.

La respuesta más conveniente para el Gobierno era reconocer el problema, mostrar la mayor diligencia en las averiguaciones, señalar culpables y anunciar rectificaciones administrativas. Tratar de ocultar el asunto, negarlo o minimizarlo era la peor opción...y eso fue lo que se hizo. Así, el tema duró unos tres meses resonando en la radio, prensa y televisión, y, más importante aún, en la conversación de muchos ciudadanos.

Pero de Pudreval el régimen no aprendió nada. Vino el incidente de la entrevista de CNN a Roberto Briceño León y Andrés Izarra. El tema era, nada más y nada menos, que el de seguridad personal. Los datos de Briceño eran contundentes, pero a Izarra no se le ocurrió otra cosa que reírse y negar lo que todos vemos, y es imborrable de la mente de venezolanos que tienen un familiar, un amigo o un conocido que ha muerto asesinado, es decir de la memoria de gran parte de la población del país, al menos del país urbano.

La reacción de la opinión pública, con justificada ira, no se hizo esperar.Esa reacción fue tan fuerte que exigía una actitud de prudencia y control de daños por parte del Gobierno. Era lo esperable. Pues lo esperable no ocurrió. Vino, entonces, la famosa foto de El Nacional. De nuevo lo inesperado: una torpe reacción contra los medios de comunicación, con lo que menos aconsejaba la sensatez política: la censura a los medios de comunicación. Y la foto la repitió el diario Tal Cual, como gesto de desobediencia civil.

Y el Gobierno tuvo que recular cuando el daño y la torpeza eran más que obvios.Así, la campaña electoral tiene como uno de los temas fundamentales la inseguridad personal. Dicho de manera menos eufemística, el creciente riesgo de morir por homicidio, al cual estamos sometidos todos los venezolanos, especialmente la población de menos ingresos. Y, a todas estas, hay gente del Gobierno que ha propuesto que la inseguridad personal sea sacada como tema de la discusión política, que no se hable de ello en la campaña electoral. (Huele a las torpezas de la Cuarta República, cuando unas cuantas veces se propuso que el petróleo no fuera asunto de discusión política porque con esa aceitosa materia nos jugábamos el destino del país).A las torpezas anteriores se suma una muy reciente (en estas cosas como que reciente es ya asunto de horas): la negativa del mismo Comandante Presidente a darle el dinero a la Alcaldía del municipio Sucre para concluir el nuevo edificio del Hospital Pérez de León, en Petare.

El argumento lo dijo sin medir la insensatez de sus palabras: no se podía apoyar a un alcalde de la oposición; olvidando que, de esta manera, se perjudicaba, a quienes necesitan desesperadamente los servicios hospitalarios. Un par de días después de su rabieta, el Presidente rectificó ­salió de su duda, dijo­ y anunció que le daría los 67 millones de bolívares al Pérez de León, pero, eso sí, se lo quitaría a la alcaldía.¿Qué pasa? Por qué el Gobierno, con Chávez a la cabeza, anda dando tumbos en asuntos importantes, justo antes de las elecciones, a pesar de la merma en su popularidad? ¿Por qué tanta torpeza? ¿Será miedo? ¿Frustración? Tengamos cuidado, ambas cosas son malas consejeras.
Artículo de opinión publicado en El Nacional
Jueves, 2 de septiembre de 2010

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ablerado Daza \\ Entrevista sobre el Bono Soberano 2022

1 Tomando en cuenta el éxito de la emisión del Bono Soberano 2022, ¿qué expectativas hay para el próximo bono que emitirá Pdvsa?
Las mismas que había para la emisión del bono pasado. Y es que debido a la existencia de una importante demanda de divisas que no está satisfecha, creo que la emisión de este próximo bono dará buenos resultados. Las grandes empresas se verán beneficiadas y lograrán suplir las necesidades que Cadivi y el Sitme no pueden satisfacer. Y las personas naturales también se beneficiarán, sobre todo aquellas que ven una mejor forma de ahorro en la adquisición de estos bonos.

2 ¿Cómo se verá la demanda?
Debido a la buena oportunidad que representa para empresas y personas naturales, es muy posible que la demanda supere el monto de colocación, tal como sucedió con el Bono Soberano.

3 ¿Ayudará en el crecimiento y estabilidad de la economía venezolana?
Ambas cosas no están muy asociadas, porque dependen de otros factores. Lo que se espera es una repercusión importante en las grandes empresas, debido a que posiblemente les ayude a aminorar la caída de inventario o a evitar una emergencia operativa.

4 ¿Y cómo influirá en Petróleos de Venezuela?
Lo veo como algo contradictorio y como una situación compleja, porque la idea de endeudarse ahora tiene poco sentido. La impresión que esto emite es que, básicamente, más allá de posibles problemas de cajas será algo que incidirá en el tema cambiario.

5 ¿Cree que la emisión de estos bonos será suficiente para la actividad de los comercios, ahora que se avecina la época navideña?
Si la emisión llegara a hacerse por 2.000 millones de dólares, como se anunció desde un principio, creo que será insuficiente, porque la demanda es muy grande, debido al tema de la escasez. Por eso hay que esperar, porque todo dependerá del monto final a emitir.