viernes, 29 de octubre de 2010

Miguel A. Santos \\ El tren se va

El Fondo Monetario Internacional presentó hace unos días en Washington su Informe de Perspectivas Mundiales. En términos generales la conclusión es esperanzadora: entre 2001-2010 los países menos desarrollados crecieron a tasas mucho más altas que los más desarrollados, con lo que se redujo en alguna medida la enorme brecha que separa a unos de otros. Esta realidad ha venido a reivindicar las teorías clásicas de crecimiento económico, y muy particularmente la del nunca bien ponderado Robert Solow.

Según Solow, dado que el capital tiene rendimientos mayores en países menos desarrollados, los desplazamientos de un lado a otro tenderían en el largo plazo a equilibrar los niveles de ingreso. De ser así, quizás en la segunda década del nuevo milenio veamos todavía más convergencia, con los capitales huyendo del ciclo de recesión y deflación al que se han ido deslizando Estados Unidos y Europa, y buscando resguardo en los mercados emergentes.¿Cómo queda Venezuela dentro de todo este concierto? El informe reporta que ha crecido en los últimos diez años 34,8%, lo que equivale a 3,0% anual. Dado que nuestra población crece a una tasa anual de 1,7%, el ingreso promedio ha crecido 1,3% en cada año.

Nada mal, ¿no? Depende. La década que culmina este año ha sido, junto con el gran boom petrolero de los años setenta, una de las más favorables. Pero no sólo es eso. El endeudamiento externo de Venezuela (documentado) ha crecido en más de 100%, ya sea en dólares reales o como porcentaje del tamaño de nuestra economía. Aún así, somos el país de la OPEP de menor crecimiento. Los demás miembros crecieron en promedio 74,5%, algo así como 5,3% anual, prácticamente el doble que nosotros.

Hay más. Durante el próximo quinquenio (2011-2015) Venezuela estará entre las tres economías de más bajo crecimiento en el mundo, junto con Italia y Portugal. Según el pronóstico, nuestro país crecería 5,8% en cinco años, o 1,1% anual, poco más de la mitad del crecimiento poblacional.Aunque estas cifras son suficientemente dramáticas, es muy probable que el informe haya sido demasiado benevolente con Venezuela. El PIB estimado para 2010 es de 285.214 millones de dólares. Esta cifra duplica los estimados más conservadores de nuestra magnitud. ¿Por qué? Y bueno, aquí vamos.

Según mis números de pulpería, el FMI ha hecho los números de la producción venezolana a una tasa aproximada de 3,5 BSF/US$. En el fondo, parte del caos nuestro es que no tenemos ni idea de cuál es la tasa de cambio relevante para el conjunto de nuestra economía, pero se puede decir con cierto grado de certeza que 3,5 no es. Una tasa de cambio más razonable podría lanzar a nuestra economía al sótano de las estadísticas del FMI (a hacerle compañía a Italia, Portugal y Haití).

En cualquier caso, es una realidad como un sol y no se puede tapar con un dedo. Si en algo todos están de acuerdo con el polémico modelo de Solow, es que sin inversión de capital no puede haber crecimiento. Y nosotros no hacemos sino asistir al espectáculo diario de la destrucción del capital, de la aniquilación de toda la acumulación de esfuerzos y capacidades que la nación se fue haciendo, mal que bien, con el paso de los años.

Artículo de opinión
Viernes 29 de septiembre de 2010
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martes, 26 de octubre de 2010

Carlos M. Allison \\ El derecho de soñar


Una proporción elevada de los grandes logros de la humanidad son sueños realizados. Imaginar, proyectar hacia el futuro y resolver problemas es inherente a la naturaleza humana. El registro arqueológico, la palabra escrita, la reconstrucción histórica ilustra cómo todos y cada uno de los grupos humanos ha sido capaz de hacer grandes cosas. No fueron marcianos los forjadores de los grandes imperios de la antigüedad, los que desarrollaron vacunas, construyeron autopistas o crearon, sobre la base de inventos, nuevas empresas. Los venezolanos fueron competentes, en varios momentos de la historia, de vencer dificultades y mejorar la estructura de su sociedad.

En el pasado reciente fuimos capaces de vencer la malaria, darle acceso a la educación a millones de jóvenes, construir hospitales y desarrollar lo que, en su momento, fue la mejor red vial y el mejor servicio de electricidad de América Latina. Hoy el deterioro de los servicios, el descenso en la producción y la incertidumbre sobre el futuro, van de la mano con un brutal abatimiento en la calidad de la educación cubierto, como todo lo demás, por las densas sombras que genera el régimen actual.

Un futuro mejor
No hay forma de autoritarismo que le pueda restar a la gente el derecho a soñar, a pensar, a imaginar un futuro mejor, futuro que está, en este momento, estrechamente ligado a la política. En otros países la política es una circunstancia, algo temporal y muchos ciudadanos se dan el lujo de ignorarla. Existen países en los que una elevada proporción de la población le da igual que el gobierno sea más o menos socialista, más o menos liberal. Difícilmente un primer ministro altera el patrón general de vida y a veces es más importante la elección del alcalde que la del presidente. Aquí la economía depende de la política, el futuro de los hijos también, así como el tener o no una propiedad, un negocio o un trabajo.

Hoy no sólo tenemos derecho a soñar, estamos obligados a hacerlo y a participar activamente en el diseño de un modelo político, una ideología y un modo de vivir distinto al que nos tratan de imponer.Vamos a soñar con oportunidades, con libertad de expresión, educación de calidad y servicios públicos eficientes. Vamos a soñar con un país donde se pueda vivir y criar una familia, donde disminuya el número de pobres o marginados, donde se cumpla la ley y funcionen las instituciones, donde se pueda caminar con seguridad por las calles y el policía, el juez, el ministro o el diputado sean un funcionarios respetados por la comunidad y pertenecientes a instituciones serias y ordenadas.

Escriba, lea, hable, opine, participe, haga que su opinión valga, que todavía hay dónde y cómo hacerlo. Usted amable lector, puede y debe "hacer" política y para ello no es necesario que milite en un partido, tan sólo es necesario que trate, activamente, de convertir sus sueños en realidad. Ahora tiene 67 diputados y sus suplentes a quien dirigirse y exigir que trabajen para construir un país mejor.

Artículo de opinión
Martes, 26 de octubre de 2010
También puede escribir al correo del profesor: cemacallison@gmail.com

lunes, 25 de octubre de 2010

Diálogo con Francisco Sanánez

Desde su Centro de Emprendedores, la Escuela de Negocios IESA diagnostica la capacidad de supervivencia de las pequeñas y medianas empresas, capacita a los emprendedores en las mejores prácticas y desarrolla las competencias de su personal

Escrito por: MARÍA MERCEDES

Gestionar un conocimiento académico sobre la base del emprendurismo es uno de los grandes retos que enfrentan las escuelas de negocios en la actualidad, porque son las encargadas de formar ese capital humano con las capacidades técnicas, comerciales y metodológicas necesarias para incursionar de manera exitosa en la competitiva dinámica laboral. Los expertos en emprendedurismo reconocen lo complejo que es el ejercicio de esta actividad, porque los emprendedores deben ser sociables, responsables, perseverantes, altruistas, honestos, visionarios, comprometidos, organizados, disciplinados, cumplidores, dispuestos a aprender y capaces de dar vida a un proyecto novedoso e innovador, aún en las situaciones más adversas.
Lo cierto es que esta vocación por el trabajo fomenta que la gente no le tema al fracaso, que se dedique a lo que verdaderamente ama y le apasiona, al tiempo que permite "convertir sueños en realidades", como lo afirma Roberto Vainrub, profesor investigador de la Escuela de Negocios IESA, en su libro titulado de igual manera.

Francisco Sanánez, presidente del Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA), de Venezuela, afirma que esta escuela de negocios, desde su fundación en 1965, se dedica a la enseñanza de la gerencia moderna y eficiente, y se apoya en la investigación y la consultoría para generar y compartir conocimientos relativos al desarrollo de la gestión en organizaciones públicas y privadas. Durante una visita que hizo a República Dominicana para dar seguimiento a los proyectos de capacitación del capital humano y gestión por competencias que IESA desarrolla para la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos, el Banco BHD y la DGII, Sanánez aprovechó para hablar sobre los proyectos de apoyo al emprendedor que lleva a cabo la entidad que preside.

Monitoreo del éxito.
En Latinoamérica, la micro, pequeña y mediana empresa dinamizan la producción, contribuyendo a la generación de empleos y a la erradicación de la pobreza. Por eso, organismos internacionales como la ONU, UNESCO, BID y la OMS han implementado políticas que fomentan el desarrollo de emprendedores en las universidades e industrias de los países de la región.“Conscientes de esta realidad, en IESA creemos profundamente en el emprendimiento, el micro emprendimiento como motor económico y social de las naciones. En nuestra escuela de negocios esta actividad inició de manera filantrópica, y decidimos tomar el programa de liderazgo comunitario y micro emprendimiento para llevarlo a escala nacional en Venezuela y luego internacionalizarlo”, asegura Francisco Sanánez, presidente de IESA. Sostuvo que desde hace años, IESA forma parte del Monitor de Emprendedurismo Global (GEM, por sus siglas en inglés), que surgió en 1999 para evaluar anualmente los niveles de actividad emprendedora en las naciones.

“La red GEM monitorea las variables que hacen posible este fenómeno, el nivel y la calidad de emprendimiento de los distintos sectores de un país, para saber si las empresas que se emprenden son exitosas o se quedan en el camino. Esto lo hacemos en Venezuela y nos encantaría hacerlo en República Dominicana en alianza con alguna institución local”. Destaca que mediante sus programas, el IESA ha logrado que Venezuela ocupe el primer lugar en emprendurismo a escala mundial, sin embargo, agrega que aún enfrentan el desafío de superarse en lo que respecta al sostenimiento, pues muchas empresas arrancan pero no se mantienen en el tiempo. “Por eso usamos el diagnóstico de GEM como una herramienta para identificar las causas por las cuales el emprendimiento es exitoso o no; también diseñamos programas para subsanar las deficiencias en educación de esos sectores”.

IESA tiene la meta de formar 15 mil micro empresarios en Venezuela, de aquí a 2015, fecha en que esta escuela de negocios cumple 50 años de actividad. “Ese programa está muy centrado en la educación bimodal, es decir, que tiene un componente a distancia y presencial. En este momento estamos impartiendo los primeros módulos del componente a distancia”. Manifestó que desde 2003, el Centro de Emprendedores de IESA ofrece programas diseñados exclusivamente para que los emprendedores sean exitosos, tales como el Máster en Administración de Empresas, el Programa para Emprendedores, el Programa para Pyme, el Programa Avanzado de Gerencia, y en línea con la estrategia de Responsabilidad Social de la escuela de negocios también imparte el Programa de Formación para Microempresarios, dirigido a emprendedores de las comunidades populares.

Entre los programas más exitosos impartidos por el centro, Sanánez citó el programa para transportistas de la empresa cervecera venezolana Polar, también para el personal de los salones de belleza y para los técnicos en reparaciones electrónicas asociados a IBM.“Uno de los momentos más emocionantes de estas actividades de apoyo al emprendedurismo es cuando entregamos los certificados a la gente que nos reta, y luego nos dice que la escuela le proporcionó las herramientas que les permitieron cambiar y ser exitoso en su negocio. Son esos mismos profesionales quienes nos exhortan a mantener el programa, y así lo hacemos, seguros de que el emprendimiento tiene un componente de actitud, de caer y levantarse, de ser optimista, y tiene unos temas técnicos vitales, tales cómo saber qué es un plan de negocios, cómo se mercadea, cómo se gestiona un equipo humano y cómo se manejan las finanzas”, puntualizó Sanánez.

Proyección internacional de IESA. Esta institución venezolana, desde su creación hace 45 años, nació con una visión internacional influenciada por seis escuelas de negocios de universidades norteamericanas: Syracuse y Cornell, en Nueva York; Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Boston, y Chicago y Northwestern, en Chicago. A partir de ese momento, IESA atrajo a muchos profesores foráneos que participaron en grandes programas de intercambio en los años 70, 80 y 90, algunos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo.

“En los últimos años, nuestra escuela de negocios se ha enfocado en compartir con los mercados afines a Venezuela las fortalezas que nos distinguen en las áreas de finanzas, economía, emprendimiento y responsabilidad social corporativa”, dijo Sanánez.Expresó que para dar más oportunidad a las personas interesadas en cursar los cursos formativos, programas y maestrías que imparte IESA, han firmado alianzas con instituciones de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. En República Dominicana, su alianza es con la firma de consultoría en recursos humanos People Approach.

Si quieres leer el artículo completo: http://www.hoy.com.do/negocios/2010/10/23/347251/Dialogo-con-Francisco-Sananez-presidente-de-la-Escuela-de-Negocios-IESA
Entrevista realizada en República Dominicana
Lunes, 25 de octubre de 2010
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Pedro Palma \\ Próxima burbuja

Recientemente varios países latinoamericanos han estado recibiendo cantidades crecientes de capitales financieros. La abundante liquidez internacional, las bajas tasas de interés en el mundo industrializado y las escasas posibilidades de inversión en las economías más avanzadas debido al bajo crecimiento que éstas aún experimentan como secuela de la gran crisis de 2008, hacen que los inversionistas globales busquen opciones atractivas para colocar sus recursos, y algunos países de nuestra región parecen ofrecer esas oportunidades.

Esto ha llevado a múltiples analistas a alertar sobre el peligro potencial de que se esté formando otra burbuja especulativa, cuyo estallido futuro pueda desencadenar una nueva crisis internacional o, por lo menos, generar severos problemas en los países hacia donde hoy fluyen los capitales.Ese escepticismo tiene sus bases en experiencias recientes que han desencadenado crisis de envergadura en múltiples economías emergentes, que en un principio recibieron ingentes cantidades de capital, pero que al cabo de un tiempo perdieron esos recursos de forma abrupta debido a cambios en las expectativas de los inversionistas.

Ese éxodo de fondos genera situaciones muy adversas, ya que las súbitas pérdidas de reservas internacionales desencadenan devaluaciones masivas, que a su vez producen inflación, recesión y alto desempleo.Cabe entonces preguntarse si los temores de formación de la nueva burbuja especulativa tiene fundamentos sólidos o no. De acuerdo con algunos expertos, las posibilidades de que ello ocurra son remotas, ya que buena parte de los fondos que hoy fluyen a esas economías emergentes son inversiones foráneas directas para la creación o ampliación de empresas de producción o de prestación de servicios, que son bastante estables y mucho menos volátiles que las inversiones especulativas de corto plazo, que así como ingresan pueden salir de forma abrupta.

Adicionalmente, se menciona que las economías latinoamericanas que hoy reciben esas inversiones están sólidamente posicionadas, debido a sus buenas perspectivas de crecimiento, a la baja inflación que afrontan, a la flexibilidad de sus tipos de cambio y a los altos rendimientos que ofrecen. Esto no sólo las hace atractivas hoy, sino que les reduce los riesgos de ser víctimas en el futuro de fugas masivas de capitales foráneos.Está por verse cuál de las posiciones expresadas, el escepticismo de los pesimistas o el optimismo de los otros, prevalecerá, pero lo que sí está claro es que los capitales que hoy fluyen hacia estas economías ofrecen, por una parte, importantes oportunidades para avanzar en el desarrollo, y por la otra, riesgos que hay que minimizar para evitar la materialización de crisis futuras.

En cualquier caso, Venezuela no tendrá que afrontar esos riesgos en el futuro inmediato, ya que son muy pocos los inversionistas internacionales interesados en nuestra economía. ¿Quién distinto de los socios políticos del Gobierno puede ver oportunidades de inversión en Venezuela ante el creciente hostigamiento a la iniciativa privada, las flagrantes violaciones de los derechos de propiedad y la ausencia de un Estado de Derecho? Bueno, por lo menos podrán argumentar nuestras autoridades que esta vez sí estamos blindados contra cualquier riesgo de súbitas salidas masivas de capitales extranjeros especulativos. Sin embargo, yo preferiría que en Venezuela tuviéramos que lidiar con esa eventualidad, en vez de que nuestra economía sea percibida como una sin oportunidades.

Artículo de opinión
Lunes, 25 de octubre de 2010
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viernes, 22 de octubre de 2010

Miguel A. Santos\\ Dolarización: el reto de la blancura

¿Tú quieres ganar en bolívares o en dólares? Este argumento del tipo "¿tu quieres ver cómo desmancho tu ropa dejándola limpiecita en cinco segundos?", suele estar presente en todas las discusiones sobre los méritos de dolarizar o no la economía venezolana. Claro, así luce muy atractivo. ¿Cómo funcionaría esto? Cuando un país dolariza, recoge toda su moneda local a cierta tasa de cambio. Esa tasa debe estar cerca de la relación liquidez a reservas, hoy en día 8.9 bolívares por dólar. A partir de ahí, para aumentar el circulante hay que exportar más, recibir más inversión o endeudarnos más.

Ahora bien, la volatilidad de nuestras exportaciones es fenomenal. Ya sea calculada en términos reales o nominales, en períodos de 20-40 años, la volatilidad nunca es menor a 50%. Esto es, podemos exportar un año $30.000 millones y el próximo cualquier cosa entre 15.000 y 45.000 (o peor). La dolarización transmitiría toda esa volatilidad a la economía. ¿Subió el precio del petróleo? Se viene un río de divisas. ¿Bajó? No aparece el circulante por ningún lado. ¿Y si se dolariza y se crea un fondo de estabilización? Ya eso se parece bastante a un banco central (a uno de verdad, no al nuestro de por estos días).

Al contrario de lo que pregonan las cuñas de la dolarización, la inflación no converge de forma inmediata (y en algunos casos nunca converge del todo) con la de Estados Unidos. Eso hace que las cosas a nivel local se hagan más caras y pone presión sobre la cuenta corriente (menos exportaciones, más importaciones). Esa brecha es imposible de corregir a través de mayor productividad local. La única forma de sostenerla es vía deuda. La apuesta es que la mayor credibilidad va a atraer tanta inversión y a generar tanto crecimiento, que los males descritos aquí serían menores. Y la verdad es que aunque al comienzo se observa mayor crecimiento y menor inflación, se hace muy cuesta arriba mantener esa "afluencia" a punta de deuda.

Cuando, tras la Primera Guerra Mundial, muchos países decidieron retomar el patrón oro, algunos lo hicieron a las paridades preguerra (Inglaterra, a costa de un enorme sacrificio: deflación y desempleo), mientras otros prefirieron devaluar (Francia). El mercado premió a estos últimos: ese era un compromiso de cumplimiento más probable. El tiempo les dio la razón. Desde entonces la evidencia es amplia: los mercados no premian a países que adoptan compromisos draconianos, de baja probabilidad de cumplimiento en el mediano plazo.

La dolarización obliga al Gobierno a renunciar a la política monetaria y a hacer outsourcing en Estados Unidos. Esto también suena muy atractivo: "¿Tu prefieres a Bernanke o a Merentes?". El problema está en que, por un lado, el dólar se está devaluando, y por el otro, Bernanke decide la política según las necesidades de Estados Unidos (aunque por estos días uno nunca está seguro), no de las nuestras. La dolarización presupone que el Gobierno es por definición incapaz. Siendo así, es mejor quitarle el monopolio de imprimir dinero. Y la verdad es que, si el Gobierno es incapaz, jamás va a decidir ponerse esa camisa de fuerza. Y si lo hace, alguna capacidad tiene. En definitiva: no hay atajos. ¡A fregar!

Artículo de opinión
Viernes, 22 de octubre de 2010
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jueves, 21 de octubre de 2010

Gustavo Roosen \\ La empresa "rescate"

El rescate de los mineros en Chile será caso de estudio desde las más diversas perspectivas. Entre tantas posibles, estamos también frente a un modo de abordar una situación como una "empresa", es decir, a partir de la definición de objetivos y de la eficiente aplicación de los medios más adecuados para lograr un resultado exitoso. Se trataba de rescatar a un grupo de trabajadores de la principal actividad económica de Chile. El mundo estuvo pendiente del cumplimiento de este objetivo, y se logró. Es un caso ejemplar de una empresa con una misión clara, bien definida, bien comunicada, capaz de estimular lo mejor de la gente y de las instituciones, de promover la solidaridad y provocar entusiasmo.

Desde un comienzo, el Gobierno dispuso que las investigaciones de lo sucedido se llevaran a cabo en el foro correspondiente y que la empresa se enfocara en el futuro, es decir, en el cumplimiento del objetivo de rescate. Sobre la base de una absoluta confianza en la capacidad de su propia gente, convocó a los mejores para la tarea colectiva; dispuesto a no escatimar esfuerzos buscó, sin falsos orgullos, el más calificado apoyo internacional. Confluyeron allí las mejores prácticas empresariales: esfuerzos sistemáticos de planificación, identificación de metas y fechas realistas, desarrollo de planes alternativos; trabajo en equipo con clara definición de papeles y niveles de autoridad, despliegue de tecnología en todos los campos, desde el manejo de la salud física y mental de los mineros hasta las técnicas de perforación minera y petrolera.

Desde la perspectiva fundamental de la función de la persona en la empresa, se procuró de manera prioritaria la participación de los propios mineros y se desarrollaron programas de comunicación y motivación bien estructurados, tanto para los mineros como para sus familiares, la comunidad chilena y el mundo entero. Una mirada al mundo empresarial diría que, en el día a día, éstas son las prácticas a las que es necesario acudir para producir consistentemente bienes y servicios de calidad. Son también las prácticas mediante las cuales la empresa puede agregar valor social y ser reconocida y apoyada por la comunidad.

Las encuestas suelen reflejar que si bien el venezolano es consciente de la necesidad de defender la propiedad privada, la suya más inmediata, no lo está en la misma medida respecto de la empresarial. No está clara siempre y para todos la relación entre la propiedad privada y la empresarial, el patrimonio privado y el capital social. Una mejor percepción de la empresa como generadora de valor haría más evidente para el ciudadano esa vinculación entre su propiedad y la función, posibilidades y derechos de la empresa.

Detrás de cada empresa hay un accionista que agrega valor, no sólo por la vía del empleo y los servicios, sino también en el sostenimiento de los principios en los que se asienta: el reconocimiento al esfuerzo, a la iniciativa, al riesgo, a la innovación, a la capacidad emprendedora, a la coordinación inteligente de recursos para la generación de bienes para la sociedad. La agregación de valor social es la mejor justificación de la empresa y la más adecuada para merecer la comprensión y el apoyo de la sociedad.

En la Venezuela de hoy, cuando se desestima estos valores empresariales y sus mejores prácticas y, por el contrario, invade la improvisación, el abuso, el atropello y la ineficiencia, se hace más relevante que nunca esta lección de "empresa" y la aplicación de un modelo en el que tienen sentido los objetivos, la planificación y eficiente uso de los recursos para una vida personal y colectiva con más calidad y más esperanza.

Artículo de opinión
Miércoles, 20 de octubre de 2010

martes, 19 de octubre de 2010

Urbi Garay \\ Era de los mercados emergentes

La expresión «mercados emergentes» fue acuñada por la Corporación Financiera Internacional (IFC) en 1981. Para ser considerado emergente, un mercado de capitales debe cumplir, entre otros, al menos uno de dos criterios: 1) Debe pertenecer a un país de ingresos per cápita bajos a medianos; 2) La capitalización de mercado -la suma de los valores de mercado de las empresas inscritas en la bolsa- como porcentaje del Producto Interno Bruto debe ser baja. Los cuatro mercados emergentes que han atraído mayor interés son: Brasil, Rusia, India, y China (conocidos como "BRIC").

Por otra parte, los mercados de capitales muy pequeños y que se encuentran fuera del radar de la mayor parte de los inversionistas son denominados «mercados frontera», los cuales incluyen a países como Marruecos y Uzbekistán y, más recientemente, a Venezuela, que anteriormente era catalogado como un mercado de capitales emergente en la mayoría de las bases de datos.

La revista The Economist, del 6 de marzo de 2008, señaló las siguientes características de las economías de los países emergentes: 1) Representan entre treinta y cincuenta por ciento del Producto Interno Bruto mundial, y este porcentaje sigue creciendo; 2) Consumen más de la mitad de la energía mundial y son responsables del 80 por ciento del incremento de la demanda de petróleo desde 2003; 3) Realizan un 50 por ciento de las exportaciones mundiales; 4) Poseen el 75 por ciento de las reservas internacionales mundiales, y 5) Sus mercados de valores cuadruplicaron su tamaño entre 2003 y 2007 (medido por el índice MSCI EM), mientras que el mercado accionario de Estados Unidos aumentó solamente setenta por ciento durante ese período (medido por el índice Standard & Poor"s 500).

Los mercados de capitales emergentes también se han caracterizado por la amplitud de sus fluctuaciones. Por ejemplo, en 2008, y en medio de la crisis financiera global que se desató a finales de ese año, los mercados emergentes sufrieron una caída de 53 por ciento en sus cotizaciones, la cual fue mayor que la caída de 37 por ciento experimentada por Estados Unidos en ese año. En 2009, con la recuperación de los mercados de capitales en casi todo el mundo, nuevamente los mercados emergentes exhibieron un comportamiento más volátil que los mercados desarrollados, al experimentar un alza muy superior a la de estos últimos.

En un artículo que acabamos de publicar en Debates IESA ("Mitos y Realidades de las Inversiones en Mercados Emergentes", julio-septiembre 2010), discutimos una serie de mitos que aún persisten sobre la inversión en estos mercados y que la investigación reciente permite refutar. El estudio y entendimiento del funcionamiento de estos mercados se hace cada vez más necesario por parte de los inversionistas. Ello se debe a que es muy probable que durante los próximos años y décadas las economías emergentes continúen creciendo más que las desarrolladas y que sigan atrayendo cantidades crecientes de capitales. La inclusión de activos de mercados emergentes (principalmente acciones y bonos) en las carteras de inversión ya dejó de ser algo exótico para convertirse en algo ineludible para muchos inversionistas.

Artículo de opinión
Martes, 19 de octubre de 2010

lunes, 18 de octubre de 2010

José Mayora \\ Viaje al Centro de la Tierra


**Compartimos con ustedes el artículo del prof. José Mayora sobre el exitoso rescate de los mineros en Chile y su análisis de la actuación institucional.

No estoy seguro que la prodigiosa y creativa imaginación de Julio Verne haya podido anticipar una ficción similar a lo que recientemente ocurriera a 33 seres humanos los cuales, casi desde el centro de la tierra, nunca se imaginaron su gran capacidad para convocar a toda la humanidad en un verdadero sentimiento de solidaridad. Más allá de todo lo heroico y asombroso que nos pueda parecer, lo acontecido a los mineros chilenos ofrece, a los pueblos latinoamericanos, más lecturas de las que uno se pueda imaginar. Desde la superficie, la perplejidad por lo ocurrido no fue capaz de doblegar a la fe de las personas y a la decisiva actuación institucional.




En ambos casos, resistidos a aceptar una realidad muy probable y apoyados en el aprecio por la vida, se logro que, por una parte, millones de seres humanos invocaran en sus plegarias a los infortunados mineros y, por la otra, que muchas organizaciones sacaran lo mejor de sus experticias para alcanzar su objetivo de salvamento.También desde las profundidades, el mismo aprecio por la vida de quienes fueron objeto del siniestro y el anhelo por reencontrase con sus propias realidades, logró que se unieran esfuerzos, voluntades y conocimientos para mantener vivas no solo sus esperanzas sino los cuerpos donde ellas se hospedaban.Un siniestro de tal magnitud permitió comprobar que por muy plural en sus orientaciones que sean los ciudadanos de un país, pueden ser monolíticos en su gentilicio.





Gracias a este hecho, se logró que, desde la más alta esfera oficial, se convocara a todas las fuerzas internas y externas para recibir cualquier aporte material o inmaterial, que contribuyera a realizar lo que parecía imposible.Desde la profundidad, la experticia de los mineros acostumbrados a la oscuridad de las galerías pero con mucha claridad en sus conciencias, en el uso de sus talentos, en el control de sus emociones, y en la unanimidad de su objetivo, logró que pudieran soportar con estoicismo, las inclemencias de un ambiente laboral que, ya en condiciones normales, es muy duro. Más allá de la alegría que experimentamos por ver cómo uno a uno los mineros regresaron del centro de la Tierra para retornar al centro de sus vidas, este acontecimiento tiene que mover la fe y la esperanza de muchos pueblos latinoamericanos quienes sienten que sus países se están hundiendo en la debacle y no precisamente por decisiones de la naturaleza.


Las desesperanzas son muchas y variadas. Países que se están sumiendo en una conflictividad absurda, alimentada desde los estamentos dirigenciales. Países cuyos gentilicios se vienen horadando y desglosando de manera que su recomposición se torne difícil, por no decir imposible. Países cuyos liderazgos no se percatan que las adversidades no se programan y que en algún momento tendrán que convocar las voluntades nacionales y las internacionales también, corriendo el riesgo de no obtener la respuesta adecuada.Desde la oscuridad de las minas chilenas, emerge una luz alentadora: ¡Bienvenidos a la vida, mineros!

Publicado el 15 de octubre de 2010
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mayora.j@gmail.com

viernes, 15 de octubre de 2010

Miguel A. Santos \\ Esta vez es diferente

Aunque cada vez que ocurren grandes crisis financieras uno escucha que son fenómenos impredecibles que ocurren "una vez cada cien años", en realidad no es así. Son bastante más frecuentes y aunque no del todo predecibles, es posible diseñar un sistema de indicadores que provea alertas tempranas. Esa es la conclusión de Kenneth Rogoff y Carmen Reinhardt en "Esta vez es diferente" (This time is different, Princeton University Press, 2009). Los autores estudian los episodios de crisis cambiarias, inflación, defaults y financieras que han ocurrido en el mundo en ochocientos años (de particular interés es cuando todas se presentan juntas y los mecanismos de transmisión).

Aunque muchos países han conseguido "graduarse" y superar las primeras tres, las crisis financieras son persistentes, y sus consecuencias muy similares entre países desarrollados y subdesarrollados. Esta es una de las conclusiones más contra-intuitivas, pues cabría esperar que la calidad de las instituciones y las regulaciones típicas del desarrollo provean mejores antídotos contra crisis financieras. No ocurre así.La naturaleza de la macro-tarea que se proponen las autores obliga a hacer algunas generalizaciones. En ninguna de esas sale Venezuela favorecida. Según el criterio para identificar una crisis de inflación (variación de precios superior a 20%), Venezuela ha estado en crisis en tres de cada cuatro años durante las dos últimas décadas. Según el criterio que define una crisis cambiaria (devaluación o depreciación mayor a 15%) calificamos entre nueve y once de los últimos veinte años.

En default (la falla del Gobierno para cumplir con un pago de intereses en la fecha acordada) también quedamos mal parados. "Hasta Venezuela, el campeón del default de la era moderna con diez episodios desde su independencia, todavía promedia 18 años entre cada default". Nuestro país se encuentra caracterizado en eso que los autores llaman "baja tolerancia a la deuda": países mucho menos endeudados en términos relativos (% del PIB), que caen en default con mayor frecuencia. Tenemos una combinación peligrosa: Pésima calificación de riesgo y niveles de deuda/PIB mayores a 35%. Sacamos todos los números de la rifa.En términos de lecciones de política me gustaría resaltar dos. De acuerdo con Rogoff-Reinhardt, los países con tipo de cambio flexible, cuyos bancos centrales no están obligados a mantenerse "pegados" a otra moneda o defender un tipo de cambio fijo, tienen mejor capacidad de respuesta y tienden a superar las crisis más rápido.

La segunda: la liberalización del mercado de capitales está asociada con una mayor probabilidad de ocurrencia de crisis financieras. Y es que los flujos de capitales terminan acentuando la naturaleza pro-cíclica de las políticas de muchos países en desarrollo. En este sentido, parece mucho más sensato un sistema de penalización a los movimientos de capitales de corto plazo, como el que ha prevalecido en Chile durante ya algún tiempo. Lo demás es conocido: es necesaria una mayor transparencia y una mejor supervisión (tampoco salimos bien aquí). Buena lectura, y buenas ideas para cuando se trate de crecer y desarrollarnos, y no de destruirnos a nosotros mismos.

Artículo de opinión
Viernes, 15 de octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

Carlos M. Allison \\ ¡Los grandes carujos!

El general Pedro Carujo (1801-1836) traicionó a Bolívar y a Vargas, le rogó amnistía a Páez y murió a consecuencia de las heridas recibidas. Los carujos, que vienen en varios modelos y cuyo oficio es destruir, pululan en nuestra geografía. Sus objetivos: la agricultura y la educación; su lema: el talento con probidad es un azote.Algunos son egresados o profesores universitarios que pasaron desapercibidos y protegidos por la tolerancia tradicional de las universidades.

Poseedores de trémulos conocimientos, huérfanos de los valores del mundo académico y carentes de fidelidad al Alma Mater; nunca tuvieron el coraje de renunciar a la cátedra y dedicarse por entero a su maligno oficio destructor. Entre ellos hay grandes carujos y otros que no pueden recibir otra designación que la de carujitos. Son como el famoso general, que en 1835, a pesar de dominar varios idiomas y ser competente en geometría analítica, no vaciló en proclamar, armado hasta los dientes, que "el mundo es de los valientes", al arrestar a José María Vargas, presidente constitucional, médico y ex rector de la universidad. Vargas le contestó que estaba equivocado y que el mundo era de los hombres justos.

Estrangular
Uno de estos carujos, más bien de los pequeños, tiene como misión estrangular económicamente a la universidad y de paso a sus valores mediante una fórmula populista -la paridad electoral- método infalible para abatir la calidad de la educación. Este pequeño carujo además aspira que cualquier bachiller, con o sin conocimientos o capacidad, pueda ingresar libremente a la universidad, cosa que jamás ocurrió en la Unión Soviética o Cuba. Solución práctica para gobiernos incapaces de generar soluciones educativas ingeniosas o promover nuevos empleos.

Otros carujos están acabando con la producción nacional a través de confiscaciones, expropiaciones y amenazas. Han tenido éxito en crear empleos en los países exportadores y desarrollar una burocracia importadora cuyo máximo logro fue Pdval y la avalancha de alimentos descompuestos. Lograron reducir a la mitad la producción nacional de carne, en 30% la de caña de azúcar y café, en cerca de 40% la de frutas. La última carujada es la expropiación de Agroisleña, una empresa que por más de medio siglo ha vendido insumos agrícolas, transfiriendo tecnología, comprando cosechas y otorgando crédito a los pequeños productores. Su falta, ser eficiente y poseer una amplia red de establecimientos; muy atractiva para los corsarios que avanzan a paso de vencedores. Incapaces de innovar, optan por apropiarse del esfuerzo de otros

En Agroisleña existe medio siglo de experiencia, agrónomos y veterinarios que conocen cómo dosificar fertilizantes, qué plaguicidas emplear y cuáles semillas sembrar para obtener los mejores rendimientos. Factor de competitividad, muestra de la eficiencia del sector privado y por ello es indispensable destruirla. El Gobierno necesita apagar todas las luces para que nadie perciba su fealdad.

Artículo de opinión
Miércoles, 13 de Octubre de 2010
www.eluniversal.com
www.iesa.edu.ve
cemacallison@gmail.com

lunes, 11 de octubre de 2010

Francisco Sanánez \\ El que mejor comunica, gana

***El que mejor comunica, gana
QUIENES SINTETIZAN E INTERACTÚAN EFECTIVAMENTE TIENEN MÁS OPORTUNIDADES


Francisco Sanánez de IESA.
Rainier Maldonado
rainier.maldonado@listindiario.com
Santo Domingo

Los profesionales que logran comunicar sus ideas, que saben sitentizar y que pueden interactuar con facilidad tienen más posibilidades de avanzar en el mercado laboral, explicó Francisco Sanánez, presidente de la Escuela de Negocios Iesa. A juicio del experto, más que el conocimiento técnico, los líderes deberían conocer cómo plantear sus ideas y cómo trabajar en equipo de forma efectiva.

Apuntó que las empresas que deseen mantenerse en el futuro, aunque sacrifiquen ganancias en lo inmediato deben valorar más la satisfacción de sus clientes, la de los empleados y el medio ambiente, porque el sistema actual está tocando límites importantes, que llevan a los mercados a ser cada vez más implacables cuando pasan factura a las empresas no responsables con la sociedad.

“Si una empresa a largo plazo no es responsable las ganancias se evaporarán”, dijo Sanánez durante una visita al LISTÍN DIARIO, en la que habló de la oferta académica que ofrece el Iesa desde el 2009 en el país y sobre sus planes de expansión.
Nuevos retos
El hundimiento de Enron a principios de los noventa y la crisis financiera actual han salpicado de mala fama a las escuelas de negocios porque los artífices de los problemas fueron formados en los centros espercializados. Al respecto, Sanánez afirma que han sido más los buenos que los malos.
Entrevista concedida a Listín Diario de República Dominicana

Pavel Gómez \\ Delirium Tremens

Estos últimos días nos han regalado sorpresas de las deseables. No sólo es cosa de los números electorales, ni de los grandes giros de la política corriente. En tiempos de tanta precariedad, de tanta timidez de los buenos gestos, de tanta costumbre de permanecer rumiante en una sabana que por la simple brisa se desnuda en desierto, es dable celebrar los pequeños signos, los casi imperceptibles, los que pasan como desapercibidos en la tormenta.En este aguacero, el ruido oculta los pequeños giros, los gestos chicos que parecen imperceptibles. Pero si nos ponemos atentos, descubrimos un mazo golpeando el gong de nuestra política doméstica.

Hoy quiero referirme a dos de estos gestos, que han pasado por debajo de la mesa de los estrépitos que pueblan los portales de noticias y la bulla intermitente de los programas de radio y televisión. Lo que me resulta curioso es que he encontrado dos detalles, que quiero tomar como elocuentes y prometedores, a ambos lados del espectro político. El primero de estos fue la declaración de la "mesa de la unidad democrática", ofrecida justo en las horas tensas que vivió Ecuador, la cual rechazaba que "las confrontaciones de orden político sean resueltas por vías de hecho", y hacía votos por que el presidente Correa reapareciera "en el ejercicio pleno de sus funciones".

Esto, que rápidamente fue barrido por el caudal de información que vomitan a diario los medios, no es poca cosa. Este "detalle" es un hito en la política doméstica. El gesto del contundente apoyo a Correa es un giro notable y celebrable de una concepción política que hasta hace poco pasaba agachada en ciertos temas, que guardaba silencio frente a manifestaciones antidemocráticas, siempre que el presidente Chávez estuviera "en la acera del frente". Esto es parte de la rectificación que algunos sectores de la oposición le adeudan al país, por su conducta en el golpe de abril del 2002 y en el paro petrolero de diciembre de ese mismo año.

Ya era hora de que se revelara una visión que bien puede leerse, al interior de la oposición, como la derrota de unos o como la rectificación de otros. Ya era tiempo. Los cambios ocurridos al interior de la coalición opositora deben dejar de ser subrepticios para asumir la contundencia de los símbolos, la consistencia en el discurso y la elocuencia del lenguaje. Demasiado alto ha sido el costo de aquella política basada en el desconocimiento del otro, en la intención de aniquilar al contrario político, que durante un tiempo marcó la postura opositora.Ya es harto sabido que esa política le hizo el juego a la consolidación hegemónica del oficialismo.Tampoco hay que engolosinarse ni sobredimensionar esto.

La vocación autoritaria, la visión totalizadora y hegemónica no es patrimonio de un sector. Más bien, la consolidación en el poder de ese sector habla del sustrato autoritario de la sociedad venezolana, de la búsqueda permanente de héroes, de la sumisión ante jefes, del sueño con voz de mando y hombres fuertes.El otro signo esperanzador, ocurrido al otro lado del espectro político, es un detalle contenido en uno de las más interesantes evaluaciones de los resultados electorales que he leído hasta ahora. Me refiero al análisis realizado por Edgardo Lander, profesor de sociología de la UCV y uno de los más importantes teóricos de los cambios que vive Venezuela desde 1999. Lander ha escrito en los primeros días de octubre un ensayo titulado "¿Quién ganó las elecciones parlamentarias en Venezuela? ¿Estamos ante la última oportunidad de debatir sobre el rumbo del proceso de cambio?".

Más allá del análisis de los resultados electorales, y de la muestra de las contradicciones que existen en el seno del oficialismo, lo que me llamó la atención del análisis de Lander fue, de nuevo, un detalle casi imperceptible. Cuando Lander habla de los principales problemas que enfrenta el proyecto bolivariano, se refiere a la relación entre el petróleo y el modelo productivo. Allí, invoca un debate sobre la sobrevaluación cambiaria y la relación de esta con la propensión a importar y con la desindustrialización del país. Esto en boca de cualquier otro sería un lugar común. Pero en boca de un intelectual de la izquierda oficialista puede ser leído como el comienzo de la aceptación de que los incentivos importan, de que el voluntarismo anticapitalista es una especialización en estrellarse contra rocas.

Si algo le falta a cierta izquierda es comprensión y aceptación del rol de los incentivos en la conducta humana. Sin comprensión de los incentivos económicos detrás de los problemas no hay agricultura, ni consejos comunales, ni aeropuertos, ni distribución de alimentos que pueda funcionar con un grado aceptable de eficiencia. Sólo habrá ruina y más guisos y alcaldes millonarios y ministros millonarios y amigos y familiares millonarios. Lo mismo del último siglo de historia patria, pero ahora adornado con lentejuelas ideológicas.

Artículo de opinión
Tal Cual, 11 de Octubre de 2010

jueves, 7 de octubre de 2010

Gustavo Roosen \\ IESA: 45 años

La celebración de los 45 años del IESA es una ocasión para alimentar la esperanza. Fiel a la visión de sus creadores, el instituto es la demostración de cuánto puede crecer y llegar a significar un centro de educación superior cuando se ha planteado el propósito ­y lo ha cumplido­ de servir a la sociedad, vivir sus cambios, anticiparse a sus necesidades, aportar soluciones para sus problemas, estimular el emprendimiento y formar gerentes y profesionales para una cultura de eficiencia, responsabilidad y solidaridad.

Quienes han pasado por el IESA y quienes se le acercan con interés, en Venezuela y fuera del país, no dudan en destacar su nivel, su seriedad y su valor como centro de capacitación gerencial y de formulación de ideas eficaces y modernizadoras. Las acreditaciones internacionales que ostenta confirman este reconocimiento.

Tanto como su función difusora y formadora es de destacar, sin embargo, su apuesta por la investigación y su determinación de ampliar permanentemente su capacidad en este ámbito. Personas con altísima formación y reconocimiento siguen muy de cerca el desarrollo económico, político, social, institucional del país y de la región. Los espacios del IESA son taller para la discusión de ideas y el examen de acciones y tendencias que marcan el ritmo del mundo que hacemos y compartimos. Sus publicaciones y las relaciones con un grupo grande de instituciones nacionales e internacionales son el camino para la difusión de los resultados de este proceso de elaboración de pensamiento, diseño de nuevas alternativas y enriquecimiento mutuo.

Inspirado en una relación del docente como animador, el IESA ha hecho del método de estudio de casos una forma de pensar la realidad desde el dato diario, constatable, desde la vida de la gente y sus expectativas. Convencido de su función promotora, se ha asumido como centro abierto al debate, pero sobre todo al estudio de alternativas y a la formulación de políticas públicas.

Si su misión ha sido siempre la de formar líderes responsables, su nuevo compromiso es con los emprendedores. Su meta para 2013 es formar 6.500 emprendedores. La promoción del emprendimiento y el apoyo para la formulación de políticas públicas son los rasgos con los que quiere el IESA ser identificado en los próximos años.
Modelo eficiente de escuela para un modelo eficiente de sociedad, el IESA ha asumido también el tema ecológico y el de la responsabilidad social como obligación para sí mismo y como compromiso de promoción y concientización.

Necesario al país desde su nacimiento, el IESA lo es cada día en mayor medida. Sus propuestas trascienden lo académico. Están hechas para acercase a las soluciones y a las acciones legislativas, de gerencia o de gobierno que las hagan viables. Tienen el sustento del rigor académico, pero son sobre todo la expresión de su estrecha vinculación con el país, sus necesidades y sus potencialidades. Hay allí una riqueza que sólo el desinterés, la arrogancia o el fanatismo político o ideológico pueden desperdiciar.

A los 45 años de su fundación, la meta del IESA es seguir creciendo para servir mejor.Su Plan Estratégico 2010-2013 contempla la decisión de multiplicar el impacto del instituto en la formación de líderes responsables para los sectores privado y público, y en el establecimiento de valores y prácticas de emprendimiento y progreso en Venezuela y Latinoamérica. Así estaba en la visión de sus fundadores, que quizá nunca anticiparon un crecimiento como el que ha tenido el instituto pero del que se sentirían justamente orgullosos. El IESA es, de algún modo, la demostración de que otro modelo es posible.
Artículo de opinión
Miércoles, 06 de octubre de 2010