viernes, 17 de diciembre de 2010

Miguel A. Santos \\ ¿LLegará algún día el 2012?

Nos ha tomado bastante más que a Aureliano Buendía y Ursula Amaranta darnos cuenta de que nuestra realidad gira en forma circular. La oposición se asoma ahora con curiosidad y cierta excitación infantil a la posibilidad de una victoria electoral en el 2012. Cediendo un poco a las tentaciones de la ingenuidad: ¿Cuál sería el escenario que encontraría? Unas tasas de cambio múltiple, con tres o cuatro bandas y un caos en el sistema de precios. Una inflación artificial, rezagada por los controles y otras distorsiones.

Un aparato productivo extenuado, tras más de tres décadas de desinversión y en particular la última en franca destrucción ex profeso. Unas reservas que no alcanzan para respaldar ni la mayor de las tasas de cambio (ya hoy la relación de liquidez a reservas alcanza 9,8 bolívares por dólar). Unas tasas de interés negativas en términos reales, que penalizan el ahorro y estimulan la demanda de dólares o de bienes durables. Y una deuda externa 150% mayor a la de hace doce años.

¿No es ésta circunstancia muy similar a la bomba que puso Jaime Lusinchi en manos de Carlos Andrés Pérez? ¿Y qué ocurrió en aquella ocasión? No se trata de reivindicar a Pérez, como algunos han insistido (defendiéndose) por estos días, sino de tratar de aprender de aquella experiencia y de empezar a trabajar desde ya en evitar un desenlace similar. ¿Y qué quiere decir esto? Por un lado, empezar a armar un gran acuerdo nacional en relación con la necesidad de ciertas políticas. Y por el otro, provocar a Chávez desde la Asamblea (o cruzar los dedos) para que una parte de esas medidas sean adoptadas antes del 2012 y su costo político recaiga sobre él. En la medida en que eso ocurra, la oposición ganará algo de margen de maniobra (el IVA a 15% es un buen ejemplo).

Entiendo que empezar a armar políticas y estructurar acuerdos les puede sonar como muy temprano a algunos ("es que todavía falta mucho y de aquí a allá puede pasar cualquier cosa"), pero se trata de distribuir el trabajo y avanzar en varios frentes. Si la oportunidad llega, el margen de improvisación va a ser mínimo. Chávez sale del Gobierno y vuelve a la oposición con al menos un tercio del país detrás de él y unos cuantos miles de millones de dólares en el exterior (que lo respaldan a él, y no a nuestra moneda).Eso, cerrando el paréntesis de ingenuidad, en el supuesto de que haya elecciones directas en el 2012. No está nada claro. Nuestra circunstancia de hoy tiene un componente muchísimo menor de realidad que cualquier otro escenario alternativo que nos hubiésemos podido imaginar hace algunos años. El nuestro se ha cansado de hacer elecciones.

Ya no le sirven. Ahora procura sustituir el sufragio directo por la elección comunal, y que sean los representantes de las comunas quienes elijan a nuestras autoridades. Y la muestra más grande de la impotencia ciudadana han sido las numerosas convocatorias a rezar para que esto no ocurra. Difícilmente haya alguna otra cosa que ilustre mejor la indefensión ante la tiranía. Se nos viene uno de los últimos capítulos. No porque sea el último (los países nunca tienen "último capítulo"), sino porque de escribirse, pasarán unos cuantos años antes de que veamos uno nuevo.

Artículo de opinión
Viernes 17 de diciembre 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

José M. Puente \\Mayor presión tributaria retrasará la recuperación ecónomica del país

Cobrar alícuotas más altas en los impuestos en una economía debilitada retrasará o dificultará cualquier recuperación de la actividad económica. Venezuela prevé un Producto Interno Bruto (PIB) de 2% para el año 2011; no obstante, este crecimiento estaría en dificultades, de aprobarse un aumento en la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

El IVA es un tributo que contribuye a incrementar los ingresos internos de un gobierno; es por ello que el presidente Hugo Chávez aumentará su tasa para -según dijo- obtener mayores recursos y destinarlos a atender la emergencia. El decreto de Ley Habilitante enviado ayer por el Ejecutivo a la Asamblea Nacional establece la creación o modificación de algunos instrumentos legales relacionados con el ámbito financiero y tributario.

"Dictar o reformar normas para adecuar el sistema financiero público y privado a los principios constitucionales y, en consecuencia, modernizar el marco regulatorio de los sectores tributario, impositivo, monetario, crediticio, del mercado de valores, de la banca y de los seguros", se indica en el texto. El objetivo para modificar las normas es "la creación de fuentes y fondos especiales a fin de atender las contingencias naturales y sociales y las posteriores políticas de reconstrucción y transformación".

Entre los decretos leyes que según el vicepresidente de la República, Elías Jaua, estarán listos en unos 15 días están la reforma del IVA, para incrementar la alícuota vigente de 12%. "Necesitamos recursos extraordinarios y también de eso se trata la Ley Habilitante; por ejemplo, vayamos preparándonos, el Impuesto al Valor Agregado es uno de los más bajos del mundo (?) y una de las leyes que vamos aprobar en la Habilitante va a ser el incremento de este impuesto, no sé de cuántos puntos, eso lo estudiaremos", explicó el presidente Chávez al hacer el anuncio.

Afecta
A juicio de José Manuel Puente, economista y profesor del Iesa, medidas como aumentos en el cobro de impuestos y específicamente del IVA van en la dirección contraria a la de recuperar la senda de crecimiento. "Un aumento del IVA podría tener impactos recesivos en la actividad económica, podrá crecer 0% o 1%, pero es una medida contradictoria para dinamizar a la economía".Para el economista y director de Capital Market, Jesús Casique, una modificación en el IVA, con el alza de su tasa, tendrá un efecto negativo en la demanda de bienes y servicios por parte de la población, por lo que esta situación se reflejará en el PIB. "Hablamos del IVA pero también se esperan otros tributos como el Impuesto a las Transacciones Financieras, así como una devaluación de entre 15% y 20%, lo que profundizará la recesión en el país. De esta manera, el rebote económico que se estimaba para 2011 quedará rezagado".

Casique destaca que más allá del efecto que pueda tener el IVA en la economía, el mayor problema para el país es la política de expropiaciones y estatizaciones que adelanta el Gobierno.Ronald Balza, profesor de Economía de la UCV y la Ucab, explica que la actividad del sector privado presenta caídas importantes en los últimos años, por lo que para 2011 todo dependerá más de la política cambiaria que ejecute el Gobierno. "No creo que el impacto del IVA sobre el crecimiento sea determinante, pero una política fiscal desordenada como la que existe actualmente sí podría afectarlo".

Como vaya viendo...
El IVA ha tenido en el país nueve modificaciones durante los últimos 12 años de gestión del presidente Chávez. Su tasa ha fluctuado entre 9% y 16,5% de acuerdo con las condiciones económicas y financieras del país. José Manuel Puente destaca que esos cambios en la alícuota habla de un gobierno que no tiene continuidad en su política fiscal y tributaria. "Dependiendo del vaivén político o económico, sube o baja la tasa. Un comentario al respecto es que este incremento que se pretende vía Habilitante se hará con precios altos del petróleo".Ronald Balza recordó que el IVA fue uno de los puntos más importantes de los Planes Antiinflacionarios y Anticrisis.
"Lo deseable sería que cuando los precios del petróleo suban, el Gobierno ahorre una parte de esos ingresos y mantenga una política de ingresos internos que sea estable en el tiempo".IVA y consumo Las familias tendrían un menor ingreso disponible para destinar al consumo y al ahorro, y esto se manifestará obviamente en la inflación, señala Puente. "No existe impuesto en el mundo que no se traslade al consumidor final. Cualquier incremento en la alícuota del IVA va a impactar de manera proporcional en los precios de los bienes que son pechados con el IVA". Explica que el impuesto al valor agregado es regresivo, por lo que si el incremento no va acompañado con subsidios directos o exoneración ese aumento tendrá impacto sobre los estratos de ingresos más bajos.
Reportaje especial El Mundo
16 de diciembre de 2010

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Gustavo Roosen \\ ¿Valor o pecado?

En Venezuela, la familia y el sistema educativo estimulan la competencia: en el deporte, en el rendimiento escolar, en el desarrollo de los talentos. Como sociedad aplaudimos a los mejores, especialmente en las artes y el deporte. No sucede lo mismo, sin embargo, en los campos de la innovación, la ciencia, la tecnología y, sobre todo, en el de la economía.

¿Por qué la diferencia? ¿Por qué en algunos medios la idea de competitividad produce rechazo? ¿Pesa allí un discurso marcado por una ideología generadora de fracaso, más cercana a la desidia, la envidia, la resignación, la mediocridad o la ausencia de miras que a la motivación, la organización, la búsqueda programada de resultados? ¿Es la competitividad un valor o un pecado capitalista?

En el anacrónico discurso de quienes han asumido como suya la tarea de desprestigiar y tratar de destruir todo aquello que les parezca de color liberal o capitalista, la palabra competitividad tiene acento negativo. Más grave que el discurso, sin embargo, son los resultados de una política negadora del valor competitividad y de los factores con los cuales el país debería construirla.
El dato más reciente de esta dolorosa constatación es el informe del World Economic Forum para el bienio 2010-2011 en el cual Venezuela ocupa el lugar 122 entre 139 países.

Desde 2001, cuando se presentó por primera vez el Índice Mundial de Competitividad, Venezuela no ha hecho sino bajar, año tras año, su posición, para ubicarse hoy en la cola de América Latina y el Caribe y entre los menos competitivos del mundo. El Índice Mundial de Competitividad analiza 12 factores.¿Cómo se ubica Venezuela respecto de cada uno de ellos?: 139 ­el último­ en fortaleza institucional y en eficiencia del mercado de bienes, 138 en eficiencia del mercado laboral, 132 en profundidad del mercado financiero, 129 en sofisticación de los negocios, 123 en innovación, 113 en estabilidad macroeconómica, 108 en infraestructura, 90 en disponibilidad de tecnología, 86 en salud y educación primaria, 68 en educación superior y adiestramiento y 40 en tamaño del mercado.

En resumen: preocupantes índices de baja competitividad en fortaleza institucional, eficiencia de los mercados (bienes, trabajo y financiero), calidad de los negocios (sofisticación en innovación), estabilidad macroeconómica e infraestructura.Quienes ven la competitividad como una deformación propia del capitalismo harían bien en recordar su necesidad y su legitimidad. De ella, en efecto, depende el nivel sostenible de prosperidad que pueda lograr una economía.En su fundamento está la legítima aspiración personal, institucional y nacional de superación. Son sus componentes la motivación, el entusiasmo, una mentalidad ganadora y una eficaz voluntad de excelencia, pero, además, el uso inteligente de los recursos, la planificación, la sistematización, el trabajo, la calidad de los resultados.

Se crece con la cooperación y la complementariedad, se alimenta de la innovación y el intercambio.Más allá de las dimensiones y de los recursos naturales, la competitividad es para un país la suma de instituciones, políticas y factores que determinan su nivel de productividad y su capacidad de generación de riqueza.Desconocer el valor de la competitividad y de las fuerzas que la soportan sólo puede conducir a la perpetuación de la pobreza y de la dependencia. Lejos de desdeñar la competitividad, corresponde al Estado estimularla, alimentar una vocación de ganadores, hacer competitivas sus propias empresas, corregir los errores que nos han convertido, lamentablemente, en país poco competitivo.

Artículo de opinión
Miércoles 15 de diciembre de 2010



Plan IESA 2015 prevé duplicar número de estudiantes de postgrado

Una de las metas de la institución es incrementar el número de estudiantes del sector públicoE n 1965 comenzaron los movimientos de tierras para la construcción del IESA, Instituto de Estudios Superiores de Administración.

45 años después, es reconocido como el más importante centro de estudios de negocios del país, afirma su presidente Francisco Sanánez."Es la única escuela de negocios en Venezuela acreditada internacionalmente. En el país hay muchas otras instituciones muy buenas, pero sólo de carácter docente. El IESA también se dedica al área investigativa", agrega.

Durante estos años el instituto se ha mantenido fiel a su promesa original: contribuir con la formación gerencial del capital humano de las empresas públicas y privadas.Sin embargo, hay ambiciones más altas. Desde ya la escuela se prepara para su 50º aniversario y lo hace con el Plan IESA 2015, cuyo objetivo principal es "hacer crecer la institución", señala."Con motivo de la celebración del 45º aniversario lanzaremos oficialmente este proyecto, con el que pretendemos servir más a Venezuela y comprometernos aún más con la formación de su recurso humano", reitera.Con el plan prevé doblar el número de estudiantes de posgrado, ampliar la oferta de educación ejecutiva y aumentar el área de investigación.

"Vemos enormes necesidades en ambos aspectos. Requerimos crecer en la producción de ideas y en las políticas públicas. Más que nunca necesitamos formar líderes responsables", indica.Concepción conjunta Francisco Sanánez recuerda que el IESA es creación del sector privado y público. Los dos contribuyeron a su constitución, lo que hizo que desde sus inicios tuviera foco en los dos tipos de administración.Ese trabajo conjunto era muy extraño para la época.

"Hasta ese momento las escuelas de negocios tenían solo vocación privada", dice.Pese a que desde su nacimiento el instituto tenía marcas de la empresa pública y privada, Sanánez reconoce que actualmente la matrícula de alumnos se inclina hacia el sector privado. Uno de los objetivos que esperan alcanzar con el Plan IESA 2015 es precisamente equilibrar la procedencia de los estudiantes, expresa."Sentimos que el IESA tiene muchísimo que aportar a la formación de funcionarios del sector público. En la medida en que el Estado invierta en la formación de sus empleados, vamos a tener mejores políticas públicas", asegura.

El IESA ha contribuido en la especialización de grandes contingentes de trabajadores de Pdvsa, de la Cantv y del Seniat, en maestrías y en posgrados, menciona Sanánez, sin embargo, agrega que la formación de empleados públicos pudiera ser mayor. "Extendemos siempre una invitación al sector público. Esto es formación técnica, no tiene que ver con políticas", aclara.A pesar de que en 1965 el IESA fue una de las primeras escuelas de negocios de Latinoamérica, hoy otros países han crecido más en lo que se refiere a la formación gerencial, y por ende en el número de estudiantes.

"Cuando uno compara la cantidad de profesionales que aplican a un posgrado de administración en Venezuela con los que lo hacen en otras naciones, las cifras de los países vecinos son superiores. Por ejemplo, las escuelas de negocios de Colombia reciben alrededor de 4 o 5 aplicaciones más que las que recoge el IESA; y los aspirantes son del sector público y del privado, no hay la asimetría que vemos aquí", cita. Sanánez admite que la situación económica del país complica la realización de posgrados y que ha contribuido a que la demanda baje.

Miércoles, 15 de diciembre de 2010

martes, 14 de diciembre de 2010

Nivario Rancel \\ Mejor empieza a innovar

En el año 2009 me casé dos veces ... con la misma mujer. La primera vez fue en Las Vegas con Elvis entregándome a mi flamante y espectacular esposa en la misma capilla en la que él se había casado en su primera vida. Cuando me disponía a empezar a tomar fotos con mi súper cámara digital, se echó a perder (Murphy siempre dice "presente"). Conseguí una cámara desechable en el hotel y cuando la puse en posición normal para tomar fotos, me di cuenta que no tenía pantalla.

De repente vi un huequito que resultó ser el pequeño visor que todos usábamos hasta no hace mucho. Como para esa época no usaba lentes, pelé como el perro del Fugitivo para guiñar el ojo y poner la cámara a centímetros de los vidrios. Pero ¡Dios mío!, si hace apenas unos pocos años perdíamos el 80% de las fotos (incluso después de que las habíamos pagado todas), porque estaban desenfocadas, movidas, con poca luz, o que el chamo había mirado para el otro lado. Ahora, en cada posición, tomamos decenas de fotos y después escogemos las que quedan mejor en nuestra computadora.

Industrias completas están desapareciendo a un ritmo abrumador y los ciclos de vida de productos, servicios, modelos operativos, ventajas competitivas y otros términos tan afines a nuestras escuelas de negocios se encogen de manera dramática. Por esa razón, la innovación se ha convertido en nuestra más valiosa herramienta para estar preparados para el ritmo de cambio a los que están sometidas nuestras organizaciones, y en nuestra mayor y más sólida ventaja competitiva.Sin embargo, el término innovación no es fácilmente definido en el mundo de los negocios. En forma general, podríamos establecer que una compañía innovadora ha logrado hacer las cosas de manera diferente.

Esto puede implicar sus productos, sus procesos o su modelo de negocio.Por otro lado, al estudiar las organizaciones que son consideradas unánimemente como innovadoras veremos algunos patrones comunes: 1) Comienzan entendiendo muy bien a sus clientes, es decir no vale solo oírlos, sino verdaderamente entenderlos. 2) Establecen una cultura orientada a la innovación donde los gerentes dan el ejemplo y ser fuente de inspiración para el resto, se fomenta el espíritu emprendedor y se aceptan los errores. 3) Trabajan con un proyecto con metas claras y dirección estratégica en la ejecución de cada uno de los pasos. 4) Sus procesos básicos y su modelo operativo están muy bien definidos y es sólida su implantación. 5) Hay un sistema de administración de ideas con mediciones, metas y recompensas. 6) Se conocen y usan intensivamente herramientas y técnicas de pensamiento creativo. 7) Crean equipos pequeños de innovación con líderes naturales, y 8) Conceden tiempo libre para la innovación en las diversas áreas de la empresa.

Ha llegado la hora de cambiar su empresa. No espere más, y empiece a pensar en cómo lograrlo y con qué herramientas cuenta para impulsar esos cambios; de hecho quizás es un poco tarde. Si no está preparado o dispuesto a hacerlo, un día de estos se va a dar cuenta que cerraron la última tienda que quedaba, para comprar sus CDs originales.
Artículo de opinión
MSC Ingeniero industrial//Profesor de IESA
rancelnivario@gmail.com

Luis Vicente León \\ Vale la pena quedarse

La semana pasada comencé a responder a un cliente su pregunta clave: ¿vale la pena quedarse? Comencé diciendo: "Es obvio que el modelo político-económico del país se primitivizó y el foco es contra la empresa privada. Basta oír un discurso del Presidente, su carga antiempresa privada, sus amenazas contra los productores, la creación de expedientes (reales y ficticios) contra empresarios para justificar los "despojos", la utilización de la expropiación como "castigo" contra sus adversarios".

Pese a esto y muchos otros argumentos negativos sobre el entorno, mi conclusión parecía un contrasentido: "Deben quedarse". ¿Por qué?John: detallar riesgos no parece un buena idea para justificar quedarse, pero la realidad es que en el primitivismo y la incapacidad de la revolución es precisamente donde conseguirás los mejores argumentos. El Presidente necesita controlar las instituciones políticas que le garanticen un blindaje extraelectoral, especialmente en momentos en que su popularidad no está en la zona de confort.

La radicalización política está cantada. Sin embargo, en el plano económico la historia puede ser otra, pese a sus primeras reacciones. No nos debatimos entre modelos moderno y primitivo, sino entre qué tipo de primitivismo vamos a tener: un modelo marxista, que plantea la toma total de los factores de producción y un modelo nacional socialista (status quo), donde la empresa existe, y hasta puede ser rentable, pero cercada por el Estado.Pero si bien el Gobierno está en una especie de "propedéutico" que podría llevarnos a uno u otro modelo, su experiencia ha sido muy negativa.

La caída de la producción de cemento y cabillas y su fracaso estrambótico en la construcción de viviendas no han pasado desapercibidas.La respuesta alternativa la ensaya en Bicentenario, donde la propiedad pasa al Estado, pero la operación queda en manos privadas, manteniendo sus proveedores clásicos. ¿Qué gana el Gobierno? Una valla de "hecho en socialismo". ¿Y el privado? Posible pago por su activo (más probable en extranjeras), remuneración por la operación y un pie en la puerta para reconquistar su propiedad cuando el modelo colapse... y dada la inviabilidad... colapsará.

Entonces, ¿vale la pena que te vayas? NO y no porque el país no sea un desastre. Simplemente no está claro que tu empresa esté en el target y podrías perder lo que has construido: marca, participación y conocimiento de consumidores y canales. Segundo, porque aún en el peor escenario, las características de tu negocio te protegen, sin contar con la posibilidad de mantener la operación, las marcas activas e incluso las importaciones.Tercero, porque las probabilidades de que el Gobierno mantenga el país operando bajo intervención total es un límite que tiende a cero. Mi impresión es que se verá obligado a flexibilizar, toda vez que un colapso productivo es riesgoso políticamente. Creo que veremos en breve acciones oxigenantes.

La devaluación es un evento de alta probabilidad en el primer trimestre 2011, acompañada por algunos mecanismos formales o informales para la repatriación de capitales, buscando evitar el cierre de grandes corporaciones que son vitales para su estabilidad.¿Quiero decir con esto que no hay riesgos? Claro que los hay y están vivitos y coleando. Lo que digo es que el balance de riesgo y oportunidad es favorable a quedarse y más aún cuando tu inversión en el país es sólo un puntico en tu mapa de inversiones globales. Si logras estar cuando pase la tormenta, te comerás el mercado.Obviamente, esto no indica que puedes quedarte como estás. Hay mucha reingeniería pendiente para minimizar los riesgos, pero algo de nuestra conversación tenías que reservar para ti.

Artículo de opinión
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martes, 7 de diciembre de 2010

Carlos Machado Allison \\ La muerte del conocimiento

Un grupo de ciudadanos conocidos por su ignorancia y sumisión, modificaron la ley (LOCTI) que le había dado algún oxígeno a los centros de investigación y a las empresas privadas. Esa ley hacía compulsorio dedicar un porcentaje de las ventas a la investigación, capacitación o modernización tecnológica de la empresa. Gracias a ella las empresas contrataban, de acuerdo a sus necesidades, a las universidades y otros núcleos de investigación.

Éstos, a su vez, elevaban propuestas vinculadas al estado internacional del desarrollo tecnológico o de los avances científicos que fueran relevantes al desarrollo de nuestro país. Los que conocían sus necesidades y los que podían suplirlas, negociaban directamente. Eso funcionaba bien. La modificación de la ley tiene como objetivo obligar, a empresas e instituciones con competencias en investigación y desarrollo tecnológico, a someterse al dictamen del Gobierno. Los recursos irán a las arcas centrales y allí deberán acudir los interesados con sus proyectos. Ya podrá el lector concluir que si éstos no se ajustan al credo socialista -o como lo quieran llamar- pues, simplemente, no serán aprobados.


Peor aún, nadie sabe de dónde sacarán las competencias necesarias para juzgar con acierto qué necesita cada empresa en materia tecnológica o la calidad de la propuesta generada por alguna universidad.Esta ley, le daba oxígeno a la relación entre empresas y sector académico, relación que en los países desarrollados no sólo es natural, sino indispensable. Los países exportadores necesitan competir en los mercados internacionales y para ello ciencia y tecnología, como todo el mundo sabe o deduce, es algo vital.

Aun si no exportan, las empresas también deben competir en el mercado interno a través de productos novedosos, de calidad creciente o menor costo y para ello, ciencia y tecnología son importantes. De allí que, cuando se cuantifican los aportes para financiar la innovación, en muchos países los del sector privado superan a los correspondientes al Gobierno. Un ejemplo son las innovaciones que se han perpetuado en empresas que llevaron, o aún llevan el nombre de inventores: Boulton & Watt, Edison, John Deere, King Gillette, Westinghouse, Daimler, Lumiére o Siemens.

Obviamente todos en países desarrollados, con economía de mercado, emprendimiento, exportaciones diversificadas, inventiva, seguridad social, viviendas, grandes universidades y laboratorios, abundante empleo, elevado índice de desarrollo humano y valoración del conocimiento. Al asesinar a la LOCTI nuestro Gobierno es consistente en su esfuerzo para mantener a Venezuela en los últimos lugares de las clasificaciones sobre competitividad, inversión privada, libertad para hacer negocios, garantías sobre la propiedad privada. Cosas que marcan la diferencia entre el primer y el último mundo.La capacidad de inventiva de nuestro Gobierno revolucionario es realmente extraordinaria, en efecto, cada día inventan algo para destruir al país.

Martes, 07 de diciembre de 2010
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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Gustavo Roosen \\ Inflación y pretextos

El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia define la palabra "pretexto" como "motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para excusarse de no haberlo ejecutado". O para encubrir la causa verdadera, podría añadirse.Las recientes acciones del Gobierno en el ámbito de la construcción de viviendas por iniciativa privada ejemplifican bien esa buscada confusión entre causas verdaderas y pretextos, así como entre causas y efectos.

Así, criminalizando la actividad privada, el Gobierno atribuye el aumento de los precios de las viviendas exclusivamente a la supuesta codicia de los empresarios, obviando que la verdadera razón de ese aumento ­la estructural, la que está en sus manos controlar­ es la inflación.La inflación, en efecto, podría ser controlada si la administración estatal fuera capaz de coordinar un consistente sistema de políticas públicas en materia fiscal, monetaria y cambiaria. Pero no lo hace.Busca, en cambio, culpables sobre quienes hacer caer una responsabilidad que es fundamentalmente suya.

Podría hacerlo si se empeñara en favorecer la producción de bienes y servicios estimulando el aparato productivo nacional, como sucede en los países exitosos, cuyos dirigentes saben que los precios no obedecen a controles o amenazas sino fundamentalmente a la relación oferta-demanda. Pero no lo hace. Prefiere atemorizar y perseguir.La bandera de control de precios en defensa del consumidor no pasa de ser una excusa. ¿Busca de verdad el beneficio del consumidor o, simplemente, ahogar al productor? Los argumentos esgrimidos tienen poco de razón y mucho de pretexto.

En efecto, si en función del índice nacional de precios al consumidor el Gobierno ajusta anualmente el valor de la unidad tributaria, medida para el cobro de impuestos a los ciudadanos, ¿por qué no ha de ser legítimo un razonable ajuste en los precios de las viviendas, afectados por incrementos de costos en materia prima, salarios, impuestos, etc.? El Gobierno usa para la protección de sus ingresos una razón que se la niega a los particulares. No toma las medidas que debería para controlar la inflación, pero al mismo tiempo condena los necesarios ajustes de precios, persigue a los empresarios, señala como deshonestas actividades legítimas, confunde la transgresión individual de las reglas por parte de algunos particulares, que esgrimen conductas, en efecto, reprobables, con el comportamiento ajustado a la norma, de la mayoría.¿Las medidas de persecución al sector privado favorecen el aumento de bienes, factor necesario para la reducción de la inflación? Sin duda alguna, no.

Contrariamente a la lógica que sugiere aumentar la oferta de viviendas para reducir los precios, las medidas del Gobierno sólo consiguen hacerla más escasa. Así viene sucediendo en todos los campos. Estamos siendo testigos de la destrucción de las capacidades internas de producción y del desmembramiento sistemático del tejido empresarial, con las ya visibles consecuencias de escasez y de acentuación de la dependencia externa. Con razón aparecemos este año en el estudio Doing Business como el país que más perjudicó el desarrollo de la empresa privada y como el número 179, entre 183, en la categoría de protección al inversionista.

El bien común, la defensa del consumidor, el control de los abusos se han convertido en pretextos para silenciar, para apoderarse, para intervenir, para culpabilizar al sector privado. Pretextos también para ocultar la ineficiencia estatal en el desarrollo de programas habitacionales y la ausencia de políticas públicas capaces de estimular la economía y de controlar la inflación.
Artículo de opinión
Miércoles, 01 de diciembre de 2010

Silvana Dakduk \\ Nutrición moderna

Salud y nutrición, como variables determinantes de las elecciones alimenticias, han sido desplazadas por otros aspectos tales como comodidad, rapidez, conveniencia, acceso y bajo costo, lo que implica una revisión de lo que hoy entendemos por salud y cómo la nutrición ha cambiado para responder a esta nueva forma de vivir saludablemente.

Al analizar lo que significa salud en la complejidad del mundo moderno, diversas investigaciones reportan que las personas en la actualidad distinguen entre lo físicamente y lo mentalmente saludable. Lo físico alude a lo socialmente prescrito como adecuado en la ingesta de alimentos, tales como vegetales y frutas. Lo mental se ubica en el plano de lo deseable, lo que incluye carbohidratos y azúcares. Ambas categorías plantean una rivalidad entre lo que las personas deben comer y lo que desean, quieren o pueden comer.

Una elevada proporción de las personas saben lo que es biológicamente sano, pero transgreden las reglas e ingieren alimentos que pueden dañar su salud, debido a que encuentran formas de justificar su conducta y adaptar sus decisiones de consumo en el marco que el desarrollo urbano, la tecnología, la oferta disponible en el mercado y la relación entre sociabilidad y consumo de alimentos que se ofrecen a los consumidores de hoy.Otra fracción carece de suficiente información sobre el valor nutricional de los alimentos o de recursos para adquirirlos. La comida rápida, aunque afecta la salud física, sigue ganando terreno en la cotidianidad por su conveniencia social.

El auge de la comida rápida se describe como una consecuencia inédita de los procesos de cambio de la sociedad moderna, tales como: la acelerada urbanización y masificación del suministro de alimentos para atender la demanda creciente.Con la urbanización y el crecimiento de las ciudades se producen cambios en los patrones de consumo de alimentos con consecuencias implícitas sobre la salud. En principio, vivir en la ciudad restringe el acceso a ciertos nutrientes. Los patrones de trabajo y su significado también se modifican, las distancias y la movilidad dentro de la ciudad se vuelven más complejas, la incorporación de la mujer al mercado laboral trae consigo cambios en los roles de la preparación de los alimentos y exige platos más sencillos y de preparar e sobretodo de ingerir fuera de casa.

También el efecto de las migraciones, introducen variaciones en la composición étnica y cultural que modifican elecciones gastronómicas.Todos estos cambios crean un contexto propicio para el auge y la comercialización de la comida rápida, la cual a pesar de sus mencionadas desventajas resulta socialmente conveniente en un contexto donde la oferta para alimentarse sanamente aun es deficiente, costosa y en algunos casos inexistente. Entre las consecuencias más comunes de la comida rápida se encuentran la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la hipertensión, entre otras.

Las consecuencias de estas enfermedades no se limitan a lo físico sino que se extiende al plano social e individual, ya que existen marcados prejuicios culturales asociados con el exceso de peso y el padecimiento de enfermedades crónicas, en un mundo donde mantener la figura sanamente es cada vez más complejo.Pues el mundo moderno contiene una combinación que propicia comportamientos de consumo socialmente deseables pero físicamente poco saludable. Es por ello que en un entorno preocupado por el cuerpo, la salud y el aspecto físico, urge cada vez más la creación de productos que logren conciliar estas nuevas necesidades de los consumidores.

Martes, 01 de diciembre de 2010
www.el-nacional.com
www.iesa.edu.ve

Trabajo especial \\ El aporte de los emprendedores innovadores a las organizaciones

El emprendimiento y la innovación son dos de los términos más valorados por las marcas en la actualidad. Pero su impacto no se limita al campo de la publicidad y el marketing, ya que juntos, estas dos características conforman un potente equipo capaz de transformar empresas, industrias y economías enteras.

El problema, resalta el académico de la Universidad de Valencia y autor de varios libros de emprendimiento Isidre March, es que muchos tienden a calificar a todo emprendedor como innovador. "Pero la mayoría de expertos consideran emprendedor a cualquier individuo que establece una nueva empresa, no necesariamente con espíritu innovador.

El emprendedor innovador sería por tanto, un tipo específico de emprendedor", aclara. Aramis Rodríguez, del Centro de Emprendedores del IESA de Venezuela, define al emprendedor innovador como aquel que en su propuesta de servicio agrega elementos que aumentan el valor para sus clientes. "Es decir, un emprendedor innovador puede ser aquel que incorpora al mercado innovaciones disruptivas, o aquel que logra ofrecer al mercado maneras distintas de hacer cosas ya conocidas", precisa.
Centro de Emprendedores del IESA
Miércoles, 01 de diciembre de 2010