Sr. Presidente, ya buena parte de los venezolanos conocemos sus castillos y sus consecuencias. Buena parte de nosotros esperamos que ahora se ocupe de los cimientos. El primer castillo aéreo cruzó el mar de la felicidad. Esperamos que se recupere, en manos de los galenos cubanos, ¿acaso no servían los nuestros? Regrese para reconstruir el país, que gane o pierda, el año entrante, hay que rendir cuentas.
¿Cuantos castillos en el aire construyó?:
(a) El autoabastecimiento de alimentos y acaba de firmar un punto de cuenta para que el Gobierno importe más de 4 mil millones de toneladas y gaste cerca de 4 mil millones de dólares, mientras la inflación en alimentos crece y crece;
(b) Ubicar a los pobres en casas dignas (hace 12 años) y ahora lo repite cuando el déficit se duplicó;
(c) Aunque no prometió reducir el crimen, con tal propósito modificó al Poder Judicial, le puso nuevos nombres a la PTJ y a cuanta policía existía, desarmó las policías municipales y logró 15.000 asesinatos por año y activa participación de policías y guardias nacionales en muchos delitos;
(d) Juró exterminar el narcotráfico y ahora somos el primer proveedor de la Unión Europea;
(e) Alteró el sistema de salud y le sugiero hacer una encuesta entre los mal pagados médicos para sepa en qué quedó la situación;
(f) Sin cimientos anda Pdvsa, endeudada, pletórica de burócratas y sin aumentar la producción.
Miles de profesionales migran, soplados por los vientos de sus dragones.
No caben en su mundo, más parecido al de los Locos Adams que al de Harry Potter, no caben gobernadores o alcaldes: cuando no se le cae un puente se derrumba una carretera, escasea el agua y racionamiento eléctrico. Ni a Merlín se le ocurre imaginar un "nuevo ciudadano", socialista, adorador de Fidel, obediente, pobre, ignorante y privado de cuanto servicio existe. Metió en otro castillo a 700.000 estudiantes que flotan entre cursos esotéricos de marxismo y afiches del Che, mientras pone de rodillas a las universidades autónomas.
Milicianos vuelan en polvorientas escobas.Sin cimientos andan el metro, empresas de Guayana, industrias expropiadas, campos invadidos y su propio gabinete. ¿Sabe que el desabastecimiento anda por el 17,8%, es decir, que faltan más de 750 productos de los 4.000 y tantos que deberían estar en los anaqueles? ¿Sabe?
Y reflexione, Sr. Presidente, que en el maldito sistema capitalista se pueden obtener más de 100.000 productos para aliviar el hambre, mejorar la salud, la educación y dotar decentemente una casa. Rodilla en tierra, ya que para construir 2.000.000 de viviendas necesita al sector privado y a los ingenieros venezolanos y para darles de comer, son indispensables nuestros productores y agroindustrias. Bájese de la nube, al castillo se lo está llevando el viento.
Artículo publicado el 21 de junio de 2011
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Si quieres escribirle al profesor le puedes enviar un correo al cemacallison@gmail.com
Está claro que cada país diseña su propio modelo o, mejor, construye su propia realidad. La de los demás sólo puede servir de referencia, y de aprendizaje cuando se tiene la capacidad de analizarla con sentido crítico. Las copias no funcionan. Está, de todos modos, en el orden del día mirar al Brasil. ¿Por qué se impone este país como punto de comparación inevitable? Desde luego, por los resultados: con un crecimiento del PIB de 7,5%, Brasil se convirtió en 2010 en la séptima economía del mundo. El crecimiento este año será de aproximadamente 4%. Podría traerse a cuento una gran cantidad adicional de indicadores.

