jueves, 29 de marzo de 2012

"El Fonden ha demostrado que no contribuye con el bienestar social de los venezolanos"

(Esta entrevista fue publicada en el diario El Nacional, el día miércoles 28 de marzo de 2012)

El economista (Richard Obuchi) considera que la generación de 127 millardos de dólares en 2011 ­producto del alza de los precios petroleros­ no se ha traducido en mejoramiento de la calidad de vida. La razón estriba en la concepción controladora del Gobierno que ha producido estancamiento, intervencionismo y atraso, agrega.

Hay economistas cuya visión de la economía está atada a la generación de políticas públicas que impulsen profundos cambios sociales. La idea del desarrollo está presente en su estructura mental y se refleja en la concepción de propuestas que van más allá del papel, así es Richard Obuchi.

Su oficina es todo un búnker creativo. Allí jóvenes profesionales debaten sobre la necesidad de construir vías, mejorar los servicios públicos e incrementar el poder adquisitivo de la gente, en medio de tazas de café y espacios abarrotados de computadores.

Obuchi, de padre japonés y madre venezolana, no es de los que impone sus criterios sino de los que escucha, analiza y contraargumenta.

Cuando se le consulta si la economía venezolana tiene salvación, levanta la mirada de su hoja de cálculos y contesta: "Sí, definitivamente".

−¿Por qué es tan criticado el Fonden como mecanismo de distribución de riqueza?
−Hay que comenzar por entender la manera cómo el Gobierno administra las finanzas públicas. El año pasado se registró un precio histórico de la canasta petrolera venezolana que se tradujo en 127 millardos de dólares, según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Petróleo y Energía.

En ese contexto hay que discutir el Fonden, la deuda y el balance fiscal. El tema central es que el Fonden ha demostrado que no contribuye con el bienestar social de los venezolanos. Es sólo una vía para la distribución no controlada de recursos fiscales exentos de ser sometidos al control de la Asamblea Nacional y manejados por Ejecutivo con una alta discrecionalidad. Los recursos se están gastando, pero no contribuyen con el bienestar social de la población.

Con la cifra que usted cita no pareciera que Venezuela tenga un problema fiscal.
−Hay un aumento sustancial del ingreso pero el gasto ha crecido aceleradamente y no ha habido participación de la inversión.

¿Cómo afecta eso a la gente?
−La expectativa, desde el punto de vista de políticas pública, es que los recursos de hoy generen mayores oportunidades mañana, pero la situación de los servicios y los problemas de la vida cotidiana nos indican que estamos en una situación de estancamiento en la economía. Mientras los indicadores macroeconómicos mejoran, la calidad de vida empeora.

−¿Cuál es la explicación de que algo así suceda?
−Los recursos no se invierten en actividades que generen empleo, no hay dotación de infraestructura, ni mayor número de empresas y mucho menos ambiente para la inversión. El Gobierno se gasta el dinero en prioridades poco claras y poco transparentes.

−¿Y cuáles cree que son las prioridades del Gobierno?
−Pareciera que el gasto está orientado a una visión de corto plazo con efectos asociado a campañas políticas. Un ejemplo es la situación de Pdvsa. Resulta paradójico que con todo y los ingresos brutos de la petrolera, la deuda financiera haya aumentado 40% y los pasivos 30%. Las cuentas por cobrar se deterioraron y no hay incremento de la producción. En el Plan Siembra Petrolera, anunciado en 2006, se calculaba que para 2012 estaríamos con una producción de 5,5 millones de barriles. Luego la meta se corrigió a un poco más de 4 millones de barriles. Llegó 2012 y resulta que la producción escasamente llega a 2 millones de barriles, es decir, estamos peor.

−Con la situación tan precaria que parece tener Pdvsa ¿se puede pensar en su recuperación?
−La industria petrolera tiene potencial para generar ingresos e inversión sin parangón en el mundo, gracias a las grandes reservas de crudo y gas. Se trata de productos codiciados e importantes.

−Si es así ¿por qué no siguió siendo una de las más respetadas del mundo?
−Por privilegiar el corto plazo. Para poder incrementar y añadir el valor agregado es necesario que se gaste menos y se invierta más. Que los recursos que se obtienen de esa gran empresa se utilicen en generar otros sectores productivos. La mejor muestra de que esto no se ha hecho es que no existen nuevas industrias relacionadas con el sector exportador no petrolero.

−Pareciera que el problema de la economía venezolana no es fiscal sino más bien inflacionario. ¿Qué piensa usted?
−El problema es la estructura actual que tiene nuestra economía. La industria petrolera genera recursos porque los precios del crudo están altos no porque hay una mayor producción. No hay un proceso de creación de empresas y menos de capital para la inversión. Mientras en América Latina la tendencia está orientada a una mayor diversidad de la economía para generar más crecimiento y empleo, Venezuela hace lo contrario. No se crean condiciones para que la inversión se sienta segura. Hay un ambiente hostil y una preponderancia de los controles, lo que al final tiene un efecto en la producción de bienes y en la estructura de precios.

−¿El país debería seguir apostando por una economía petrolera o debe concentrarse en otro tipo de manufactura?
−Tenemos una nación petrolera y tiene todo el sentido aprovechar ese potencial. Los niveles del gasto público pueden ser manejados con precios altos, pero si estos disminuyen no tiene que significar un ajuste fiscal. Hay que aprovechar los ingresos extraordinarios porque nos dan la ventaja de desarrollar mejores condiciones de vida para los ciudadanos. Podemos impulsar diferentes industrias que creen trabajo y bienestar, nuevas vías, infraestructura de calidad, servicios como luz y agua asequibles para todos, más y mejores puertos y aeropuertos, grandes zonas industriales. Debemos lograr que el petróleo nos ayude a expandir el sector metalmecánico y el petroquímico.

−¿Qué es lo que tiene el aparato estatal que se ha vuelto tan opuesto al desarrollo?
−Hay ciertas instituciones y mecanismo que están diseñados para no ser facilitadores sino para ejercer control e intervención.

−¿Qué implicaciones puede tener la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo?
−La Ley del Trabajo forma parte de uno de los aspectos más importantes de la vida de los venezolanos. El objetivo de esa reforma debería ser que la gente tenga mayores beneficios. La pregunta es si la reforma que plantea el Presidente de la República contribuirá con esto. Hay temas muy puntuales que deben tomarse en cuenta como el hecho de que, según el Instituto Nacional de Estadística, menos de la mitad de la fuerza laboral está en el sector informal, es decir, excluida de la legislación laboral. Se debe entender que los cambios de leyes no significan soluciones para los problemas que tiene la gente. Cualquier cambio en este ámbito requiere grandes conversaciones entre todos los sectores. Ojalá la propuesta fuera cómo crear más y mejores empleos para todos los venezolanos. Cualquier cambio es delicado porque afecta el funcionamiento de la economía y cualquier error puede tener un impacto muy grave en la vida de los venezolanos.

−¿Cuál es su balance de los logros económicos para la gente de a pie?
−Los venezolanos siguen padeciendo los grandes estragos que produce el alto costo de la vida y que los servicios públicos no son confiables. Hay grandes regiones que sufren apagones de largas horas, existe un deterioro de la infraestructura vial que pone en riesgo la vida de las personas. Sobrellevar la vida en este país es muy difícil. La gente tiene una preocupación constante que va desde pagar los alimentos, conseguir insumos hasta preservar la vida y no ser víctima de la inseguridad.

−¿Mejorar la economía ayudaría con la calidad de vida?
−Estoy seguro de que sí. Cuando se generan las mismas oportunidades para todos, la gente comienza a vivir mejor, todo se vuelve más sencillo y se empieza a sentir paz.

BLANCA VERA AZAF
BVERA@EL−NACIONAL.COM

(Esta entrevista fue publicada en el diario El Nacional, el día miércoles 28 de marzo de 2012)

viernes, 23 de marzo de 2012

Ecosistema para emprender


"El reconocimiento internacional al Ecosistema Nacional del Emprendimiento es un premio al talento emprendedor venezolano"

Este artículo fue publicado el martes 20 de marzo de 2012 en el diario El Universal (Venezuela) en el cual Nunzia Auletta, directora del Centro de Emprendedores del IESA nos cuenta sobre el reconocimiento obtenido por EneVenezuela y el camino recorrido para llegar hasta aquí.

Mientras una parte de la opinión pública nacional se encuentra ocupada comentando crónicas de confrontación, violencia y desesperanza, la Venezuela de la excelencia, el emprendimiento y el progreso se luce en el mundo.

El Ecosistema Nacional del Emprendimiento (EneVenezuela) está de fiesta en estos días. No solo se cumplen dos años desde que esta red que incluye a 150 instituciones a lo largo y ancho del país comenzara sus actividades, sino que acaba de obtener un importante reconocimiento en el Congreso Global de Emprendimiento realizado en Liverpool. Se trata del "Host Award" el premio al mejor país organizador de la Semana Global del Emprendimiento, por votación de las 120 delegaciones nacionales participantes.

La Semana Global es un evento que se celebra, en todo el mundo, cada año en la tercera semana de noviembre, y en el 2011 en Venezuela registró la participación de más de 1 millón 600 mil personas en 355 actividades en toda la geografía nacional. Este resultado formidable fue posible gracias al esfuerzo conjunto de todos los miembros del EneVenezuela: universidades, incubadoras, ONG, instituciones financieras, pero sobre todo emprendedores resteados con el progreso del país.

Como muchas redes, el Ecosistema es un conjunto de organizaciones heterogéneas, con distintos liderazgos, modelos de acción diferentes y ámbitos de trabajo que van desde la investigación, la formación, hasta la incubación y el financiamiento. Pero todas con un objetivo único que es fomentar la cultura emprendedora en el país, promover el emprendimiento en donde quiera que se manifieste: desde las escuelas hasta las comunidades, en los negocios como en las iniciativas sociales.

La dialéctica que se genera en esta red no es nunca banal, a veces divergente, pero siempre apasionada. En el Ecosistema caben todos los puntos de vista y sus actividades se guían por tres principios que se expresan como: conversar, cooperar, construir. El reconocimiento internacional al Ecosistema Nacional del Emprendimiento es un premio al talento emprendedor venezolano. Demuestra cómo la capacidad de organizarse, de trabajar con metas comunes, con entusiasmo y superando intereses individuales, puede dar buenos frutos, aun con pocos recursos y ningún apoyo de gobierno o instituciones multilaterales.

Queda solo imaginarse qué frutos extraordinarios daría este árbol si se le regara de buenas políticas y de centralidad en la discusión pública nacional. Lo importante es que las raíces están echadas, que los ramos se extienden para alcanzar los diferentes ángulos de nuestro maravilloso país, y que cada día son más las instituciones y personas que contribuyen a esta realidad de progreso y bienestar. Para todos ellos valgan las felicitaciones y la admiración por su capacidad de hacer patria.

Directora del Centro de Emprendedores IESA

@nunziaauletta

martes, 6 de marzo de 2012

Conocimiento para emprender


¿En qué consiste el conocimiento y cómo podemos incorporarlo en nuestras iniciativas?

En esta nueva entrega, la profesora Nunzia Auletta analiza la percepción de los venezolanos sobre sus capacidades para emprender y cómo gestionar el conocimiento en favor de este objetivo. Publicado en el diario El Universal (06/03/2012)

¿Tiene usted los conocimientos, habilidades y experiencia que se requieren para emprender un negocio? A esta pregunta de la encuesta GEM 2011 más del 60% de los venezolanos respondieron de manera positiva. Aunque celebramos la elevada percepción de capacidad, este dato sorprende cuando se compara con la misma respuesta que dan los japoneses, quienes solo en un 13% responden que sí.

Podríamos inferir que los venezolanos tenemos conocimientos, habilidades y experiencias superiores. Sin embargo, sabemos que nuestra economía se encuentra aún lejos de los niveles de desarrollo de Japón, noveno en el mundo en cuanto a competitividad, y con una economía que el Prof. Michael Porter definiría como guiada por la innovación. Se trata de sistemas también conocidos como economías del conocimiento, en los que se desarrollan y difunden know how, información y habilidades para facilitar la innovación tanto en lo público como en lo privado. El conocimiento se convierte así en el ADN de la actividad emprendedora, dando vida a emprendimientos dinámicos de alto potencial de crecimiento.

Pero, ¿en qué consiste el conocimiento y cómo podemos incorporarlo en nuestras iniciativas?

Resulta sencillo de explicar aplicado a un ejemplo tan común como lo es el preparar una torta. El conocimiento consiste en datos, en este caso se trataría de la composición molecular de la torta, útil para los científicos pero de nula aplicación para la repostera. Sigue la información, es decir los ingredientes a utilizar, lo cual no ayuda a menos que alguien nos transfiera su know how en una receta. Podemos estudiar la receta y sus pasos, pero para obtener el mejor resultado, tendremos que ensayar y acumular experiencia para adquirir las habilidades del buen repostero: la capacidad de hacer tortas sabrosas y de buena presentación. Ahora bien, si deseamos vender nuestras tortas debemos desarrollar una cierta sabiduría, conocer las preferencias de nuestros clientes e incorporarlas en nuestro proceso. Si esto nos resulta, en una primera etapa, podemos considerarnos satisfechos, pero debemos tener claro que si deseamos mantener a nuestros clientes en el tiempo será necesario innovar, pensar en nuevos sabores y presentaciones que nos permitan consolidarnos y crecer.

Los venezolanos hemos demostrados que tenemos el valor de arriesgarnos en nuevas iniciativas, sea comerciales que sociales. Pero para que nuestros emprendedores se conviertan en un motor de bienestar para ellos, sus familias y sus comunidades es necesario reconocer que necesitamos datos, información, know how, habilidades, sabiduría e innovación.

Es el rol de las instituciones del ecosistema de emprendimiento -Gobierno, universidades, incubadoras, parques tecnológicos, instituciones financieras y ONG- convertirse en promotores del desarrollo y la difusión de conocimiento. Solo así podremos reforzar y convertir en realidades de progreso a los millones de nuevos negocios que se abren en Venezuela cada año.

Directora del Centro de Emprendedores IESA

@nunziaauletta

sábado, 3 de marzo de 2012

La pobreza extrema es derrotable


(La profesora Rosa Amelia González, directora de Investigaciones del IESA, comparte un análisis sobre la pobreza extrema en Latinoamérica, ejemplificando el caso Venezuela y lo que es necesario para reducirla. Publicado en el diario Últimas Noticias, el 3 de marzo de 2012)


Cerca de 10% de la población del país, de acuerdo con cifras oficiales, se encuentra en pobreza extrema.

Eso significa que alrededor de 2 millones 800 mil venezolanos no tienen los ingresos que les permitan comprar los alimentos para satisfacer los requerimientos básicos diarios. Que esa situación permanezca, después del ingreso de cientos de miles de millones de dólares producto del aumento de precios de venta del barril de petróleo, es una demostración de la dicotomía entre los problemas reales de los venezolanos y la asignación de recursos públicos.

De acuerdo con la Cepal, el menor porcentaje de población en pobreza extrema, en América Latina, lo tiene Chile, cerca de 4%. Costa Rica tiene 6,8%, Brasil 7% y Perú 9,8%. Luego Venezuela con el 10% ya señalado. De manera que, para alcanzar a Chile, tendríamos que reducir la pobreza extrema a menos de la mitad del valor actual. La gran cantidad de recursos recibidos por el fisco, provenientes del petróleo, ha influido en la reducción de la pobreza extrema. Pero en modo alguno ha significado que sea sostenible. No habrá reducciones comparables a las de los países con menor pobreza, a menos que exista una estrategia coherente y sistemática.

La estrategia debe contar, en primer lugar, con el consenso de todos los sectores del país. Eso incluye tanto el liderazgo político, como las más amplias expresiones de la sociedad, en los trabajadores, en el sector productivo, en los centros académicos, en las expresiones de los grupos organizados. La pobreza extrema podría erradicarse si la sociedad lo asume como un objetivo de todos los días.

Para que la reducción de la pobreza sea permanente, debe estar vinculada a la creación de riqueza. Y eso no es otra cosa que la posibilidad de invertir para crear buenos empleos. Que estén asociados con beneficios, pero también con la creación de capacidades. En otras palabras, optar por la creación de empleos de calidad es otra forma de expresar que la pobreza cierra posibilidades y nos hace retroceder a todos.

La atención directa a la situación de pobreza extrema de cada familia solo es posible si existen los mecanismos para identificar esos riesgos. Y para ello se requiere la medición directa de las condiciones de vida y los procesos institucionales para realizar ese seguimiento. Y también para que los recursos que sean asignados sean utilizados de acuerdo con los objetivos propuestos y los criterios de selección previstos. Sin estas prácticas, la pobreza extrema seguirá ocultando las caras particulares de quienes la padecen.

Y, finalmente, asumir la reducción de la pobreza como objetivo social supone la vinculación directa con las zonas y familias, así como el amplio espectro de las organizaciones sociales que se dedican a prestar servicios en estas áreas. De manera que la estrategia debe ser siempre inclusiva, abierta, respetuosa de las personas y de sus prácticas.

Una estrategia de reducción de la pobreza extrema que contemple al menos estos cuatro aspectos tiene mucho para ser exitosa. Supone que se puedan establecer las metas en períodos relativamente cortos. Desde esa perspectiva, y con los recursos humanos, institucionales y financieros que seguimos teniendo, la pobreza extrema en Venezuela puede eliminarse. La rapidez con que lo podamos alcanzar dependerá de la solidez y amplitud del acuerdo social que nos propongamos realizar.