martes, 6 de marzo de 2012

Conocimiento para emprender


¿En qué consiste el conocimiento y cómo podemos incorporarlo en nuestras iniciativas?

En esta nueva entrega, la profesora Nunzia Auletta analiza la percepción de los venezolanos sobre sus capacidades para emprender y cómo gestionar el conocimiento en favor de este objetivo. Publicado en el diario El Universal (06/03/2012)

¿Tiene usted los conocimientos, habilidades y experiencia que se requieren para emprender un negocio? A esta pregunta de la encuesta GEM 2011 más del 60% de los venezolanos respondieron de manera positiva. Aunque celebramos la elevada percepción de capacidad, este dato sorprende cuando se compara con la misma respuesta que dan los japoneses, quienes solo en un 13% responden que sí.

Podríamos inferir que los venezolanos tenemos conocimientos, habilidades y experiencias superiores. Sin embargo, sabemos que nuestra economía se encuentra aún lejos de los niveles de desarrollo de Japón, noveno en el mundo en cuanto a competitividad, y con una economía que el Prof. Michael Porter definiría como guiada por la innovación. Se trata de sistemas también conocidos como economías del conocimiento, en los que se desarrollan y difunden know how, información y habilidades para facilitar la innovación tanto en lo público como en lo privado. El conocimiento se convierte así en el ADN de la actividad emprendedora, dando vida a emprendimientos dinámicos de alto potencial de crecimiento.

Pero, ¿en qué consiste el conocimiento y cómo podemos incorporarlo en nuestras iniciativas?

Resulta sencillo de explicar aplicado a un ejemplo tan común como lo es el preparar una torta. El conocimiento consiste en datos, en este caso se trataría de la composición molecular de la torta, útil para los científicos pero de nula aplicación para la repostera. Sigue la información, es decir los ingredientes a utilizar, lo cual no ayuda a menos que alguien nos transfiera su know how en una receta. Podemos estudiar la receta y sus pasos, pero para obtener el mejor resultado, tendremos que ensayar y acumular experiencia para adquirir las habilidades del buen repostero: la capacidad de hacer tortas sabrosas y de buena presentación. Ahora bien, si deseamos vender nuestras tortas debemos desarrollar una cierta sabiduría, conocer las preferencias de nuestros clientes e incorporarlas en nuestro proceso. Si esto nos resulta, en una primera etapa, podemos considerarnos satisfechos, pero debemos tener claro que si deseamos mantener a nuestros clientes en el tiempo será necesario innovar, pensar en nuevos sabores y presentaciones que nos permitan consolidarnos y crecer.

Los venezolanos hemos demostrados que tenemos el valor de arriesgarnos en nuevas iniciativas, sea comerciales que sociales. Pero para que nuestros emprendedores se conviertan en un motor de bienestar para ellos, sus familias y sus comunidades es necesario reconocer que necesitamos datos, información, know how, habilidades, sabiduría e innovación.

Es el rol de las instituciones del ecosistema de emprendimiento -Gobierno, universidades, incubadoras, parques tecnológicos, instituciones financieras y ONG- convertirse en promotores del desarrollo y la difusión de conocimiento. Solo así podremos reforzar y convertir en realidades de progreso a los millones de nuevos negocios que se abren en Venezuela cada año.

Directora del Centro de Emprendedores IESA

@nunziaauletta

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