lunes, 25 de enero de 2010

Fernando Branger \\ Sincerar la situación

Recibimos con alivio la noticia de la suspensión del racionamiento eléctrico en Caracas; sin embargo ello nos obliga hacernos más preguntas ¿Cómo es posible que se tome una decisión de las dimensiones de la que se tomó y en menos de 24 horas se suspenda? ¿Es que entonces la situación no es tan crítica? En definitiva, ¿Cuál es la situación real del sector eléctrico? Para resolver cualquier problema, lo primero que hay que hacer es entenderlo, comprender sus causas, medir las dimensiones para luego establecer los planes y proyectos que nos ayudarán a resolverlo estableciendo, de antemano, los indicadores que nos permitirían saber que las diferentes fases se van logrando, y detectar a tiempo dónde están los desvíos.
En el caso del sector eléctrico, no está claro cuál es el punto de partida. El informe del Centro Nacional de Gestión (CNG), de noviembre de 2009, menciona que Venezuela tiene una capacidad instalada de 23.649 MW, lo cual, en teoría, podría generar más de 130.000 GWh/año, suficiente para enfrentar la actual demanda nacional. Sin embargo, ese punto de partida es falso. No es posible que, por ejemplo, sigamos reportando que Planta Centro tiene una capacidad instalada de 2.000 MW cuando desde hace ya muchos años la capacidad de ésta es sustancialmente menor. En ese mismo reporte, Cadafe Centro dice tener en enero una capacidad instalada de 2.935,3 MW, la cual aumenta a 3.085,3 en julio, pero sorprendentemente sólo generan cerca de la mitad de lo que en teoría debería generar y la cantidad de energía generada, en vez de aumentar, decreció justamente en las plantas que estaban llamadas a suplir la caída en el caudal de Caroní.

Entonces, comencemos por sincerar qué es lo que realmente tenemos en potencia y cuál es el déficit por regiones.

Por otra parte, la mayoría de las fallas eléctricas del año pasado no se debió a problemas en generación sino a cuellos de botella en el sistema de transmisión. Sólo en el mes de noviembre se reportan 10 fallas en las líneas 450 Kv con duración total de más de 4 horas.

Allí seguimos padeciendo los mismos problemas de hace años. La generación distribuida, que se ha presentado como una solución, tal como está diseñada, atenta contra las mejoras en transmisión porque compite por recursos y desestima la necesidad de recuperar las redes de transmisión. En un país con las capacidades potenciales de energía como el nuestro, no tiene mucho sentido diseminar pequeñas plantas de generación a diesel por todo el país para suplir los déficits de energía.

Uno de los argumentos que se dijeron cuando se decidió que todo el sector eléctrico pasara a manos del Estado era que el mismo es "estratégico". Ahora bien, lo "estratégico" es que Venezuela cuente con las fuentes de energía confiables, seguras y eficientes, tanto energéticamente como ambientalmente. Por el contrario, en este momento Venezuela se encuentra "estratégicamente" vulnerable.


Artículo de opinión de Fernando Branger
Site Análitica, 25 de enero de 2010
http://www.analitica.com/va/economia/opinion/9006199.asp

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