viernes, 4 de diciembre de 2009

Fernando Branger \\ Luz y crédito de carbono. Una oportunidad

Como ya hemos mencionado en artículos anteriores, la situación actual del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) es bastante complicada. La suma de una serie factores ha creado casi la tormenta perfecta. Pero acá queremos contribuir con soluciones.

Una de esas soluciones podría estar en la generación distribuida en manos privadas, las cuales obtendrían aportes a capital a todo lo largo de la vida útil del proyecto con el único compromiso de verificar la reducción de los gases efecto invernadero (GEI).

En las granjas porcinas, por ejemplo, se produce una gran cantidad de efluentes que normalmente son tratadas generando GEI y luego depuestas en las aguas servidas. Sin embargo, ese "efluente" puede ser depositado en una gran "laguna de tratamiento" tapada (biodigestor) y de allí extraerle el gas metano (CH4) en forma de biogas. Este biogas se puede quemar para producir vapor o servir de combustible para generar energía eléctrica.

Cada pequeño productor de energía tendría entonces energía suficiente para autoabastecer, pudiendo inclusive llegar a venderle energía al SEN. Este ejemplo con sus variaciones puede ser aplicado para centrales azucareros, destilerías y rellenos sanitarios, entre muchos otros.

Para obtener financiamiento podrían optar, en principio, por el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y por los mercados voluntarios de Carbono. Ambas opciones permitirían generar un flujo de capital para proyectos que demuestren una reducción sustancial de emisiones de GEI. De este modo los compradores de créditos de Carbono, en países desarrollados que requieren completar sus metas de reducción de emisiones, o empresas privadas que, por responsabilidad social, desean neutralizar las emisiones de su actividad (la FIFA en la copa del mundo), financian en otro lugar proyectos que reduzcan las emisiones de GEI.

El MDL es un instrumento financiero que nace a partir del Protocolo de Kyoto y que podría ser utilizado por países que, como Venezuela, no son parte del Anexo I. Lamentablemente, en Venezuela no se puede optar por el MDL debido a que el gobierno aún no ha creado la Autoridad Nacional Designada (AND), la cual debe sólo debe emitir una conformidad a cada proyecto que quiera presentarse ante las Naciones Unidas para verificar su reducción de emisiones de GEI.

El mercado voluntario, por su parte, puede servir para desarrollar actividades concretas mientras se solventa la falta de una AND local. Los créditos de Carbono de mercados voluntarios no dependen de la estructura de las Naciones Unidas para sus transacciones y tienden a ser más ágiles para ser ejecutadas (menos tiempo y costo) aunque implican menor valor que los Créditos.
Lo que proponemos entonces es hacer las modificaciones de ley y las actuaciones administrativas pertinentes, de manera que se puedan utilizar las facilidades de financiamiento por parte de particulares y promover la ejecución de proyectos de generación eléctricos, los cuales se beneficiarían de los mecanismos antes descritos. Tenemos entonces una solución, donde centrales azucareros, cochineras y destilerías, entre otras, pueden contribuir con el servicio eléctrico sin que ello implique erogaciones de parte del sector público y reduciendo el impacto ambiental Convirtamos un problema en una oportunidad.

Artículo de opinión
Viernes, 04 de diciembre de 2009
www.iesa.edu.ve

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