lunes, 30 de julio de 2012

Revolución vs. Evolución

(El profesor del IESA, Ricardo Villasmil, compara dos alternativas utilizadas por los gobiernos latinoamericanos para atender el problema de la pobreza y la desigualdad. Publicado en el diario El Universal, el 28 de julio de 2012)

América Latina es la región más desigual del mundo. El 10 por ciento más rico concentra el 48% del ingreso total y el diez por ciento más pobre apenas 1,6%.

Esta enorme disparidad tiene sus raíces en un proceso de colonización basado en la extracción de metales preciosos y materias primas utilizando mano de obra esclava. 400 años después, la esclavitud fue abolida, pero su legado de exclusión sigue vivo, transmitiéndose de una generación a otra a través de la educación, la salud y las oportunidades en general. Los resultados saltan a la vista. En Guatemala, por ejemplo, 1 de cada 5 hombres "blancos" posee un vehículo, contra 1 de cada 20 entre hombres de origen indígena.

La persistencia de la desigualdad es motivo de enorme frustración para quienes la sufren y de no menos presión para el liderazgo político. Ello ha decantado con el tiempo en dos caminos alternativos: revolución o evolución.

El primero redistribuye instantáneamente la riqueza pero destruye todo incentivo para seguirla generando. El segundo redistribuye oportunidades pero sus frutos se ven a mediano plazo. Visto de esta manera, no puede sorprendernos que exista una enorme tentación para tomar el primer camino.

Balance
El primer camino es una receta fácil pero está destinada al fracaso y, por tanto, lo dejaremos a un lado. El segundo camino es muy complicado. Exige lograr un balance muy difícil entre los recursos que dedicamos a atender las víctimas de la pobreza y los que dedicamos a prevenir su transmisión (entre pensiones y preescolares, por ejemplo).

Exige asimismo un balance entre los recursos dedicados a las políticas sociales, a las políticas económicas y al fortalecimiento institucional. ¿Cómo decidir, por ejemplo, qué uso le damos al próximo bolívar: a la atención materno-infantil, a cerrar el déficit fiscal o a fortalecer el sistema de justicia?

Requiere saber atender el corto plazo sin perder la visión de largo plazo, atender la política real sin perder la visión de la política ideal. Sí, es un camino complicado y no tiene receta, pero todo camino al éxito es un camino en construcción. Como dice el poeta Antonio Machado, se hace camino al andar.

@rvillasmilbond

No hay comentarios: