lunes, 30 de julio de 2012

Revolución vs. Evolución

(El profesor del IESA, Ricardo Villasmil, compara dos alternativas utilizadas por los gobiernos latinoamericanos para atender el problema de la pobreza y la desigualdad. Publicado en el diario El Universal, el 28 de julio de 2012)

América Latina es la región más desigual del mundo. El 10 por ciento más rico concentra el 48% del ingreso total y el diez por ciento más pobre apenas 1,6%.

Esta enorme disparidad tiene sus raíces en un proceso de colonización basado en la extracción de metales preciosos y materias primas utilizando mano de obra esclava. 400 años después, la esclavitud fue abolida, pero su legado de exclusión sigue vivo, transmitiéndose de una generación a otra a través de la educación, la salud y las oportunidades en general. Los resultados saltan a la vista. En Guatemala, por ejemplo, 1 de cada 5 hombres "blancos" posee un vehículo, contra 1 de cada 20 entre hombres de origen indígena.

La persistencia de la desigualdad es motivo de enorme frustración para quienes la sufren y de no menos presión para el liderazgo político. Ello ha decantado con el tiempo en dos caminos alternativos: revolución o evolución.

El primero redistribuye instantáneamente la riqueza pero destruye todo incentivo para seguirla generando. El segundo redistribuye oportunidades pero sus frutos se ven a mediano plazo. Visto de esta manera, no puede sorprendernos que exista una enorme tentación para tomar el primer camino.

Balance
El primer camino es una receta fácil pero está destinada al fracaso y, por tanto, lo dejaremos a un lado. El segundo camino es muy complicado. Exige lograr un balance muy difícil entre los recursos que dedicamos a atender las víctimas de la pobreza y los que dedicamos a prevenir su transmisión (entre pensiones y preescolares, por ejemplo).

Exige asimismo un balance entre los recursos dedicados a las políticas sociales, a las políticas económicas y al fortalecimiento institucional. ¿Cómo decidir, por ejemplo, qué uso le damos al próximo bolívar: a la atención materno-infantil, a cerrar el déficit fiscal o a fortalecer el sistema de justicia?

Requiere saber atender el corto plazo sin perder la visión de largo plazo, atender la política real sin perder la visión de la política ideal. Sí, es un camino complicado y no tiene receta, pero todo camino al éxito es un camino en construcción. Como dice el poeta Antonio Machado, se hace camino al andar.

@rvillasmilbond

viernes, 27 de julio de 2012

¿A usted quién lo maltrata más?


(Moisés Naím pone al descubierto las desventajas de los consumidores ante las grandes empresas al afirmar que la principal razón por la que las empresas tratan bien a sus clientes es para construir lealtad de marca, pero se pregunta si lo recurrente de esta práctica generalizada se debe a que cada día se utiliza más o a que el consumidor actual está mejor informado. Publicado en el diario El Nacional el 24 de julio de 2012)
  
¿Por quién se siente usted más maltratado? ¿Por su proveedor de telefonía? ¿Por su banco? ¿Las líneas aéreas? Las relaciones entre las empresas y sus clientes están cargadas de conflictos de interés cubiertos por una capa de hipocresía, publicidad y mercadeo.

Al fin y al cabo, las empresas quieren extraer la máxima cantidad de dinero de sus clientes y estos quieren pagar lo menos posible. Crear lealtad a la marca es la principal motivación que impulsa a las empresas a tratar bien a sus consumidores. Nada nuevo.

No obstante, las empresas insisten en persuadirnos de que son nuestros amables aliados y que sus decisiones de precios, calidad y servicios también están guiados por la ética. A esta idea últimamente no le ha ido muy bien.

El Barclays Bank, por ejemplo, pagó una multa de 452 millones de dólares por haber manipulado las tasas de interés interbancarias (la tasa Libor, a la que ahora algunos cínicos llaman, en inglés, Lie-More: miente-más). “¡No somos los únicos!”, clamó el jefe de Barclays antes de dimitir.

Su colega de JP Morgan, Jamie Dimon, insiste en que los bancos no necesitan más regulaciones, ya que sus valores éticos, sus mecanismos de autocontrol y la competencia garantizan que sus decisiones estén alineadas con los intereses de la sociedad. Pero Dimon se ha visto sorprendido por pérdidas escondidas en su banco de 2.000 millones de dólares (o 5.000. O más. Aún no se sabe). Dimon dijo estar indignado por la deshonestidad de los banqueros de JP Morgan (pequeño detalle: son sus empleados).

Rajat Gupta, el exjefe de la prestigiosa empresa consultora McKinsey&Co (“somos una organización guiada por valores”) acaba de ser condenado en Nueva York por haberle filtrado a su cómplice valiosa información secreta sobre Goldman Sachs, empresa en cuyo directorio Gupta participaba.

HSBC, otro banco, también se disculpa: en 2007 y 2008 su subsidiaria en México envió a EE UU 7.000 millones de dólares presuntamente depositados por los carteles de la droga. Y hablando de México: según la OCDE (organismo formado por los países más ricos del mundo) los excesivos precios que cobra AmericaMovil, la empresa de telefonía de Carlos Slim, le cuestan a los consumidores de ese país 26.000 millones de dólares cada año.

Pero pagar más por hacer una llamada telefónica no es tan peligroso como tomar una medicina que, en vez de curar, mata. La empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) acaba de ser multada con 3.000 millones de dólares por promover medicamentos que hacen daño, o incluso pueden causar la muerte. El monto de la multa es muy alto, pero no tanto como los 8.200 millones de ganancias que la empresa tuvo en 2011.

¿Qué está pasando? ¿Han aumentado las conductas empresariales abusivas o solo estamos mejor informados? Ambas cosas. Lo cierto es que el viejo principio del caveat emptor, que en latín significa que es el comprador quien debe tomar las precauciones porque el riesgo es suyo y no de quien le vende, es más válido que nunca.

La enorme complejidad del comercio moderno pone a los consumidores en desventaja. Las empresas gastan fortunas en crear marañas de incentivos y obstáculos que limitan la libertad del consumidor para no seguir comprándoles o cambiarse a otra empresa. Modificar un pasaje aéreo o un contrato de servicio de telefonía móvil es una odisea que pocos logran remontar sin incurrir en costos adicionales —y a veces sustanciales. Todos nos hemos visto sorprendidos —y espantados— por facturas telefónicas acumuladas sin darnos cuenta, o por no haber leído con atención —y con un microscopio— el contrato firmado con el proveedor de servicios.

Cada vez más los gurús de la estrategia empresarial explican que una empresa exitosa es aquella que logra “fidelizar” a sus clientes hasta el punto de que más que compradores se vuelven suscriptores. Lograr que un usuario acepte entrar en un vínculo comercial permanente donde se renueva regularmente —y automáticamente— la relación de compra\-venta equivale a alcanzar el nirvana empresarial. Mientras que las suscripciones antes se limitaban a servicios como la televisión por cable o productos tales como revistas, ahora la estrategia se aplica a coches, ropa, alimentos, etcétera.

Pero para los consumidores también han aparecido ventajas y posibilidades que antes no teníamos. La hiper-competencia entre empresas rivales ayuda a contener los abusos que solo son sostenibles cuando estas se cartelizan y coordinan sus precios y políticas. De esto aún hay mucho (¿hablamos de las maquinillas de afeitar?), pero también es cierto que en muchos sectores hay más competencia, y que las viejas empresas dominantes están cada vez más amenazadas por nuevos rivales.

Y otra buena noticia es que hoy los compradores tenemos acceso a más información que nunca sobre lo que compramos y sobre quién nos vende. Barclays y GlaxoSmithKline lo acaban de descubrir.

@moisesnaim

La mano inservible

(El profesor del IESA, Miguel Ángel Santos, hace una reflexión sobre la creencia de que las empresas públicas necesitan aplicar la "lógica privada" para ser más eficientes cuando, al mismo tiempo, también existe una opinión generalizada sobre lo ineficientes que son las empresas privadas en cuanto a la atención y el servicio al cliente. Publicado en el diario El Universal el viernes 27 de julio de 2012)

Hace ya unos años, tras una mala racha de esas comunes en la atención y el servicio de las compañías privadas venezolanas, escribí una crónica que llevaba ese título: La mano inservible. En aquel entonces se oía mucho entre los opinólogos de radio y televisión, y en círculos empresariales y académicos, que era urgente insuflar al Estado con "la lógica privada".

Ese argumento proseguía, y todavía hoy transcurre por esas líneas, con la necesidad de incorporar gente con experiencia en el sector privado a la provisión de bienes y servicios públicos.

Es una idea que, sin ser del todo incorrecta, merece una reflexión. Ese pésimo servicio, ya característico de la mayoría de las empresas privadas, venía acompañado por otras conductas menos evidentes, pero igual o más perjudiciales para el bienestar común.

Hay que precisar que, en los últimos años, el deterioro se ha visto en parte acelerado y en parte excusado por las carencias de nuestra economía, escasez de divisas a tasa oficial, lentitud en los puertos, corrupción, fuga de talentos y hasta la propia inseguridad. Pero decir que se debe exclusivamente a eso sería negar una realidad que ha estado presente desde el mismísimo origen de nuestra decadencia, y de raíces bastante más profundas.

A fin de cuentas, nuestro sector privado nació y creció dentro de un mercado cerrado, hijo del esquema de sustitución de importaciones. Esas condiciones, ya para entonces superadas por otras economías de la región (aquí también llegamos tarde), produjeron una estructura de producción fuertemente monopolizada. Se trataba de ocupar, lejos de la competencia internacional, el mercado nacional, y de crecer moviéndose a través de diferentes sectores no siempre vinculados. Prevaleció el hacer muchas cosas, sobre el hacer una sola cosa bien.

Sobre esa estructura cayeron las bonanzas petroleras de los setenta y ochenta. La inversión privada se incrementó, sí, pero se producía cada vez menos. Se trataba simplemente de "estar ahí" para apropiarse de una fracción de la renta petrolera. En lugar de la eficiencia, la productividad y la creatividad, en la generación de beneficios prevaleció la defensa de las prebendas, en un sistema con demanda garantizada, bajos impuestos y tasa de cambio sobrevaluada. Las crisis sucesivas han llovido sobre mojado, obligando a recortar costos y disminuir los ya de por sí bajos niveles de servicio.

La amenaza del socialismo y la estatización ha provocado una especie de ola de arrepentimiento nacional. La creatividad que los empresarios se ahorraron en otra época les ha sido exigida al máximo, esta vez para sobrevivir a la revolución. Ahora se abre una posibilidad, un camino. Se requiere, sí, restablecer el sistema de incentivos, remunerar el esfuerzo productivo, utilizar la competencia como herramienta contra la inflación, dentro de un esquema que garantice la igualdad de oportunidades.

Pero más allá de eso, se necesitan empresarios comprometidos, no con el candidato de oposición, sino con la sociedad en su conjunto. Más dispuestos a competir, menos mercantilistas. Más solidarios, y menos propensos al millonario evento de PR que los retrata en la donación a la escuelita. ¿Habremos aprendido algo? Sólo lo vamos a saber en su momento.

@miguelsantos12

miércoles, 25 de julio de 2012

Responsabilidad social universitaria

(El presidente del Consejo Directivo del IESA, Gustavo Roosen, explica como la responsabilidad social universitaria, junto con la asociación el sector privado, ha superado su objetivo tradicional de proyección social añadiendo un aporte de rigor académico, de planificación, de proyección, de capacidad para el diálogo y de asociación para la comunidad. Publicado en El Nacional, el 23 de julio de 2012)

La maduración del concepto de responsabilidad social y su aplicación en muy diversos campos ha llevado a definiciones especializadas que incorporan las características propias de cada ámbito y que enriquecen su ejercicio. Es el caso de la responsabilidad social universitaria.

Consecuencia de la asunción por parte de la universidad de su alcance ético y de la toma de conciencia de su relación con el entorno, la responsabilidad social universitaria ha superado el objetivo tradicional de la proyección social y de la extensión para asumir un concepto más vinculado a la naturaleza misma de la institución y a sus funciones: generar conocimiento, divulgarlo, ponerlo al servicio de la sociedad.

A su dimensión específica y a las condiciones de una productiva aplicación de la responsabilidad social, la universitaria ha sabido añadir el aporte del rigor académico, de la planificación, de la proyección, de la capacidad para el diálogo y la asociación. Es el caso del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Cardiovasculares de la Universidad del Zulia, Iecluz, nacido de la alianza entre la Facultad de Medicina de esa universidad y la Fundación Venezolana de Hipertensión Arterial.

Infrecuente en Venezuela, este tipo de alianza ha probado en otros países su enorme potencial, demostrado en centros médicos de primer orden dedicados simultáneamente a la investigación, la formación de especialistas y la atención a la comunidad.

A partir precisamente de los propósitos fundamentales de generar conocimientos en el área de las enfermedades cardiovasculares, formar recursos humanos de alto nivel y prestar una atención médica calificada e integral, el Iecluz ha desarrollado un modelo de gestión probadamente eficiente y merecedor de un muy justificado reconocimiento. Atendido por profesionales de incuestionable calidad, dotado de instalaciones, laboratorios y equipos de primera, el Iecluz ofrece toda la variedad de servicios que pueden esperarse de una clínica especializada y que le convierten a todas luces en un centro del primer mundo.

Si debiéramos señalar algunas razones del éxito del Iecluz habría que destacar, sin duda, la buena gestión gerencial ­con base en una cuidadosa administración de los recursos­ y una productiva relación clínica-universidad. Gracias a los recursos obtenidos de la prestación de servicios de salud y del aporte del sector privado, el Iecluz ha sido capaz, para no citar sino dos datos, de atender a una altísima población con precios por debajo de 67% de los de las demás clínicas y de ofrecer servicios entera o casi enteramente gratuitos a más de 26% de sus pacientes, todo sobre la base de una realista política de sostenibilidad y autofinanciamiento. La conjunción clínica-universidad, por otra parte, se expresa en una visible y permanente voluntad de actualización tecnológica, la formación de equipos multidisciplinarios, el logro de una reconocida certificación internacional, la aplicación de una orientación integral para la evaluación y tratamiento del paciente y una intensa acción divulgativa y formativa dirigida a la comunidad.

Habría que destacar también su accesibilidad, su apuesta por la calidad, la capacidad para crear confianza y tejer una eficaz red de solidaridad e intereses, todo lo cual le ha convertido en una institución de referencia regional, nacional y latinoamericana en su campo. Sobre esa realidad se justifica plenamente su decisión de crecer, de perfeccionar sistemas y procedimientos, de actualizarse en la visión y en el ejercicio de la responsabilidad social.

Si Iecluz constituye un ejemplo de las posibilidades que abre en el campo de la salud la alianza de la universidad con el sector privado y con instituciones especializadas, es también la demostración de los beneficios que es posible derivar en otros campos de una renovada visión de la relación sociedaduniversidad. Y una demostración también de que se puede trabajar, de que somos capaces de lograr grandes metas de servicio colectivo y de generación de bienestar.

nesoor@cantv.net

Sembrar "en" el petróleo

(El economista y profesor del IESA, Pedro Luis Rodríguez, explica por qué la vía para alcanzar mayor bienestar y desarrollo para Venezuela está unida al petróleo, enfatizando la necesidad de entenderlo más como industria productiva y menos como un simple generador de renta. Publicado en el diario El Universal el martes 24 de julio de 2012)

Desde que nos iniciamos como país petrolero a principios del siglo XX hemos estado empeñados en independizarnos de este valioso recurso natural. Para ello el énfasis ha estado en usar los ingresos petroleros para impulsar el desarrollo de una economía diversificada y moderna según nos plantea la consigna de Uslar Pietri "sembrar el petróleo". Implícito en esta consigna, y en sus interpretaciones posteriores, está la concepción del petróleo como una actividad rentística, efímera y aislada de los demás sectores de la economía, cuya única contribución al país es a través de sus aportes fiscales. Este paradigma debe cambiar.

Por un lado, es necesario comprender que el petróleo presenta dos caras diferenciadas: como industria productiva y como generador de renta, ambas capaces de contribuir a la diversificación de la economía y al progreso de los venezolanos. Por otro lado, es necesario reconocer que históricamente la principal barrera a la diversificación no ha sido el hecho de que produzcamos petróleo, como frecuentemente se nos hace ver, sino el manejo discrecional e irresponsable del ingreso fiscal que genera esta actividad.

Una política petrolera moderna debe comprender, de una vez por todas, que la industria petrolera constituye nuestra principal ventaja comparativa para insertarnos con éxito en el proceso de globalización. Ella es capaz de atraer un auge de inversión, tanto nacional como extranjera, de magnitudes incomparables en el resto de la región, generando empleos productivos, tanto directos como indirectos, así como nuevas capacidades nacionales y tecnologías transferibles a otros sectores de la economía.

La experiencia de otros países con cuantiosas reservas de crudo, notablemente Inglaterra, Noruega y más recientemente Brasil, debe servirnos de ejemplo. Lejos de percibir a la industria petrolera como un obstáculo a la diversificación o como enclave aislado del resto de la economía, estos países la convirtieron, o en el caso de Brasil la está convirtiendo, en el principal dinamizador de sus economías.

La propia experiencia venezolana tiene ejemplos de externalidades positivas del sector como lo fue la construcción de infraestructura, el asesoramiento y apoyo a la industria metalmecánica, y convertir al Intevep en uno de los centros de investigación y desarrollo más destacados de América Latina. Estos esfuerzos, sin embargo, fueron liderados por Pdvsa al margen de la política petrolera adoptada por los sucesivos gobiernos, por lo que su impacto fue limitado.

El objetivo de una nueva política petrolera no debe limitarse a maximizar la contribución fiscal del sector, sino que debe aprovechar a la propia industria petrolera para hacer de ella el principal motor de la diversificación, fomentando su impacto multiplicador sobre otros sectores y generando nuevas capacidades nacionales. Más allá de sembrar el petróleo un próximo gobierno debe promover una política petrolera que comprenda la necesidad de sembrar en el petróleo.

Coordinador Académico del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA (CIEA)
pedro.rodriguez@iesa.edu.ve

lunes, 23 de julio de 2012

Goldmund y Narciso: entre vivir y pensar

(El profesor del IESA, Miguel Ángel Santos, reflexiona acerca de la novela de Hermann Hesse, Goldmund y Narciso, la cual presenta dos personajes sumamente distintos y te hace preguntarte si es posible la estabilidad sin sacrificar los propios sentidos. Publicado en el diario El Universal, el 15 de julio de 2012)

La disputa sin límites entre la carne y el espíritu, entre las formas más puras de experimentar el arte y el pensamiento o la contemplación religiosa, entre la urgencia de vivir y la necesidad de estabilidad. En última instancia, entre el vagabundo y el sedentario que todos llevamos dentro. Narciso y Goldmund atraviesan todas estas esferas, cada uno en su orilla; la historia de una amistad intensa e incómoda. A fin de cuentas, también entre estas dos últimas -intensidad versus comodidad- debemos decidir de forma irrevocable. Hacía mucho tiempo que no dejaba tantas notas en las márgenes, tantos subrayados, como en esta novela de Hermann Hesse.

Vivir intensamente

Al claustro de Mariabrönn llegan una mañana a caballo un hombre entrado en años y su hijo adolescente, Goldmund. Este último ha sido inscrito en el colegio que funciona en el monasterio, y allí conoce a Narciso, uno de los monjes más jóvenes. Desde ese primer momento es evidente que ambos, tanto Narciso entre los frailes como Goldmund entre los alumnos internos, destacan muy por encima de sus pares. Este último se entrega a los deberes del claustro con una devoción que resulta más de la necesidad de pertenencia que de la convicción religiosa: su madre ha muerto cuando apenas era un niño y jamás se ha sentido a gusto al lado de su padre. Narciso, un aventajado intelectual, reconoce de inmediato esta realidad y el infranqueable abismo de cualidades que lo separan de Goldmund. Cada quien debe estar "en el lugar y la función en donde le resulte más fácil realizarse, según su naturaleza". Al principio Goldmund se revelará ante estas advertencias de Narciso, considerando que el monje menosprecia sus cualidades para la vida de contemplación religiosa. Esta tensión llevará a un primer choque entre ambos, uno de los momentos cumbres de la novela: "naturalezas como la tuya, Goldmund, con sentidos agudos, orientados al alma, soñadores y poetas, siempre serán superiores a la nuestra, meras criaturas del pensamiento. Vivirás intensamente, dotado de la habilidad y la fortaleza para amar, la capacidad para sentir. Mientras, otros como yo, criaturas de la razón, no viviremos a plenitud, existiremos en tierras áridas, aunque parezca a ratos que somos nosotros quienes guiamos y gobernamos sobre ustedes. Tuya será la plenitud de la vida, el jardín de la pasión, el magnífico paisaje del arte. Tu lugar será la tierra, el mío el mundo de las ideas. Correrás peligro de ahogarte en el imperio de los sentidos, mientras nosotros nos sofocamos en el vacío. Serás un artista, yo un pensador. Tu dormirás alimentado por la madre tierra, yo despertaré en el desierto".

Lejos de la vida

A partir de aquí Goldmund abandona el monasterio, y no volverá a ver a Narciso hasta el final, cuando volverán a tener un último encuentro de consecuencias igual de trascendentes. Goldmund hará su vida de vagabundo, dormirá bajo los puentes y en las puertas de las iglesias, ya en cobertizos de paja, al lado de los caballos, o acompañado por hermosas mujeres. Sobrevivirá a la peste negra, trabajará en diversos oficios, las más de las veces haciendo lo mínimo para subsistir y ganar algo de sustento para el viaje.

Tendrá compañeros a lo largo del camino, que terminarán por abandonarlo: "no llegarían muy lejos, sus manos eran muy delicadas, regresarán allí a donde la vida es más fácil y cómoda, una cama conyugal cálida y aburrida, algún claustro en donde engordarán en paz, o acaso algún despacho con calefacción". Goldmund descubrirá la vida "en el rápido y luminoso relámpago del deseo, en su llama menguante, solo allí encontraría el apogeo de la experiencia humana, de todos los placeres y sufrimientos".

Hay en toda su experiencia un paréntesis en donde Goldmund se encuentra con el arte. Tras descubrir la pureza de la creación en una madona, contactará con el maestro escultor y se convertirá en su aprendiz. Siguen aquí un buen número de años en donde se entregará a la escultura en madera y conseguirá tallar una impresionante imagen de San Juan, personificado en las facciones de Narciso. Recibirá el reconocimiento público y se le abrirán las posibilidades de una vida más afluente, más cómoda, más estable. A esto también renunciará. Admira a su maestro Niklaus, de quien ha aprendido todo lo que sabe de arte, pero también lo desprecia: "¿a dónde lo ha llevado esta vida? Se ha convertido en un padre temeroso, que nunca superó su condición de viudo, pasó su vida asistiendo a las reuniones del gremio, siempre en aquella casa con su hija y su sirviente, lejos de la vida, sin hambre, sin sed, sin bellezas y sin horrores".

El encuentro

Así se llega al encuentro final. Una serie de circunstancias afortunadas conducen a un Goldmund rico en experiencias y ya pleno de vida de vuelta al claustro de Mariabrönn, donde desde hace años ya Narciso es el superior de la abadía. Juntos evalúan nuevamente su naturaleza y los cursos de sus vidas. Según Goldmund, para seguir el camino del arte "habría sido necesario renunciar a una parte de mi juventud, a mi libertad, a mi vida errante, al placer del cortejo de hermosas mujeres, que es la fuente de donde he bebido... Me habría sentido vacío, mi corazón se habría secado". ¿Era posible la estabilidad sin sacrificar los propios sentidos? "Quizás... quizás habría gente que, habiéndose asentado, no habían visto vaciarse sus corazones por la ausencia de libertades y de riesgos. Quizás. Pero, en su largo trajinar, él nunca había conocido a ninguno".

La conmoción

Hesse tiene el coraje y la honestidad suficientes como para no tomar partido. Aún así, y quizás debido al enorme valor que nos inculcan por la estabilidad, dedicará sus páginas finales a describir la conmoción que este último encuentro causa en la vida de Narciso. Desde arriba, "tratando de ponerse en los ojos de Dios", reflexiona sobre su trayectoria vital. "¿Es esta vida ejemplar de orden y disciplina, de renuncia a los placeres de los sentidos, de distancia en relación con el barro y la sangre, acaso mejor que la de Goldmund? ¿No había sido mucho más valiente Goldmund, abandonándose a sí mismo, sumergiéndose en el raudal de la realidad, del caos, capaz de equivocarse, pecar, y aceptar sus amargas consecuencias, en lugar de aquel lavarse las manos, de aquel retiro a los jardines artificiales y armoniosos del pensamiento? ¿No era más noble y exigía más coraje el vagar por los bosques, con los zapatos rotos, el andar bajo el sol y la lluvia, el jugar el juego de los sentidos y estar dispuesto a pagar por él?". ¡Qué pobre se siente su vida, qué vano su conocimiento, su disciplina, su dialéctica!

Al final, toda la capacidad para las ideas, el análisis y el pensamiento abstracto que ha desarrollado Narciso no será suficiente para darle la respuesta. Ni siquiera cuando, tras un último esfuerzo por volver a los placeres de antaño, Goldmund caiga enfermo y muera de forma prematura. Aún en ese momento, Narciso se da cuenta de que un hombre predispuesto por sus dones a grandes cosas, no se vuelve común y fútil por el hecho de vivir en ese compromiso diario con el presente, en ese esfuerzo por mantener siempre encendida la chispa divina en el altar de su alma.

@miguelsantos12

La vuelta al mundo con Martin Wolf


(Moisés Naím entrevista a Martin Wolf, uno de los columnistas económicos más influyentes del momento, quien afirma que tanto los periodistas, como los economistas fallaron al no ver la crisis. Publicado en El Nacional el 3 de julio de 2012)

La crisis ha transformado a algunos comentaristas económicos en personajes de fama mundial. Uno de ellos es Martin Wolf, el principal editorialista económico del Financial Times y seguramente uno de los columnistas más influyentes del momento. Hace unos días converse con él en Estambul.

- ¿Qué aspectos de la crisis le sorprendieron?
M.W. El insuficiente capital propio que tenían los bancos y otras instituciones financieras para cubrir los riesgos que corrían. Captaban dinero a corto plazo y lo colocaban a largo plazo. Tenía puesta toda mi atención en la macroeconomía y no vi lo que estaba sucediendo con la microeconomía. Es el principal error que he cometido en mi carrera. Mi otro error fue no haberme percatado de cuan débiles e inadecuados eran los controles y regulaciones a los bancos.

- ¿Qué responsabilidad tienen los periodistas en esta crisis?
M. W. Hubo muchos errores de omisión. Hemos debido ser mucho más agresivos y rigurosos en el escrutinio de los bancos, los reguladores etc. El problema es que, en general, los periodistas saben poco de economía y finanzas.

- Pero los economistas más renombrados tampoco se cubrieron de gloria. Ni previeron la crisis ni se ponen de acuerdo en cómo manejarla. ¿Quiénes fueron las excepciones?
M. W.
Nouriel Roubini alertó temprano sobre las burbujas de precios de ciertos activos financieros y su relación con el endeudamiento, y se dio cuenta que esa mezcla era explosiva. Robert Shiller analizó mejor que nadie lo que sucedía en el sector inmobiliario. Y Raghuram Rajan dio la primera campanada sobre la fragilidad del sector financiero y explicó cómo se estaba transformando en una amenaza para la estabilidad global. Pero, en realidad, no hubo muchos más. Y lo cierto es que la teoría económica ortodoxa ha resultado inútil para prevenir lo que sucedió.

- Pero los jefes de Estado deben manejar la situación aunque las recomendaciones que les dan los economistas son de dudosa calidad. ¿Cómo califica usted el manejo que han hecho de la crisis George W. Bush, Barack Obama, Wen Jiabao y Angela Merkel?
M. W
. Bush, reprobado. Obama y Wen Jiabao, aprobados. Y Merkel aprobada como líder de Alemania y reprobada como líder europea.

- Pero Obama está siendo ferozmente criticado por su manejo de la economía.
M. W.
Así es. Sus críticos argumentan que la recesión de EE UU ha debido ser más breve y la recuperación más veloz y vigorosa. Pero según la experiencia histórica y el análisis objetivo, la crisis que heredó Obama ha debido causar una recesión aún más profunda de la que hubo, y probablemente hasta una fuerte depresión. Obama logro evitar estas catástrofes y, desde que estalló la crisis hasta hoy, de las seis economías más avanzadas del mundo, la economía de EE UU es la que más se ha recuperado.

- En esta crisis los jefes de los bancos centrales se han transformado en actores fundamentales. ¿Quienes son los mejores banqueros centrales del mundo?
M. W
. Ben Bernanke, el gobernador de la reserva federal de EE UU.

- ¿Nadie más?
M. W.
Nadie. Los demás están en otra categoría. Entre 2008 y 2009 Bernanke salvó al mundo. Creo que después no ha sido lo suficientemente agresivo en estimular la economía y tampoco anticipó la crisis. Pero tuvo la responsabilidad histórica en el momento más crítico y lo hizo excepcionalmente bien.

- Paul Krugman argumenta que una política monetaria y fiscal más expansiva reduciría el nivel de paro en EE UU. Raghuram Rajan piensa que muchos de los empleos que desaparecieron en la crisis son producto de cambios estructurales y tecnológicos y ya no volverán. ¿Quién tiene razón?
M. W.
Los dos. Krugman en sostener que EE UU puede y debe hacer más a través del gasto público y la política monetaria para aumentar el empleo. Y Rajan, en decir que muchos empleos de antes ya no existirán y que a largo plazo hay que crear puestos de trabajo en otros sectores. Uno tiene razón sobre el corto plazo y el otro sobre el largo plazo.

- Dentro de diez años ¿que país va a tener una economía con más crecimiento, España o Italia?
M. W.
España.

- ¿Y entre China e India?
M. W.
India.

- ¿Estados Unidos o Alemania?
M. W.
Estados Unidos.

- Y ya que estamos en Turquía, un país que ha tenido un desempeño económico espectacular, ¿cómo ve la situación acá?
M. W.
Insostenible. Turquía sufre de desbalances económicos profundos. Su ahorro interno es demasiado bajo y su déficit en cuenta corriente demasiado grande.

- ¿Y Europa?
M. W.
Veo tres escenarios: Europa Federal; statu quo-plus y la ruptura. El statu quo va a fracasar, lo que puede llevar o al statu quo-plus o a la ruptura parcial. Lo que llamo statu quo-plus incluye reformas bancarias, un ajuste económico que no solo recaiga en los países más endeudados, un mayor estímulo por parte del Banco Central Europeo y abundante financiamiento a los países que hacen las reformas necesarias. Este es el escenario que veo más probable.

@moisesnaim

Sistema agroalimentario y Mercosur

(El profesor del IESA, Carlos Machado Allison, da su opinión acerca del contexto interno de Venezuela para el momento de su ingreso en el Mercosur. Publicado en El Universal el martes 17 de julio de 2012)

Me cuento entre los que consideran positivamente los procesos de integración. Ellos, junto a los derechos de propiedad, la libertad económica, política y de expresión pueden fortalecer las democracias y las economías. Pero como cualquier política de Estado, los procesos de integración deben ser analizados en el contexto de la realidad interna de cada país.

Por ejemplo, la Unión Europea no se fraguó desde la cúpula política de sus integrantes. Las consultas fueron amplias, las reglas de juego analizadas hasta el detalle por los agentes económicos y la sociedad en general. No todos estuvieron de acuerdo con la mayoría, Suiza conservó su tradicional moneda y modos de interactuar con otros países. El Reino Unido hizo algo diferente, pero en un contexto similar. Varias fueron las naciones que tuvieron que ajustar su economía para poder ingresar y aún existen algunos que no han logrado cumplir con todo lo acordado. Ahora Venezuela se incorpora a Mercosur a los trancazos, sin consulta alguna con los sectores como el industrial, financiero, agrícola o comercial. Nadie sabe a ciencia cierta si existirán salvaguardas o si los productos circularán sin barrera alguna. Esto último vale cuando los socios comparten fortalezas, poseen nichos de competitividad y una política de exportaciones bien calibrada. Nosotros no tenemos nada de eso, hemos perdido competitividad, hacer negocios en Venezuela es harto difícil, la agricultura está en crisis y han desaparecido miles de industrias.

¿Qué venderemos?

Un ministro ha declarado que con el ingreso a Mercosur se abaratarán muchos productos, entre ellos los alimentos, y debo suponer que también los vehículos, los artefactos eléctricos, los repuestos y quién sabe cuántas cosas más. Pero, ¿y qué le vamos a vender a Brasil y Argentina? ¿Ají dulce y queso telita? Nuestras exportaciones son petróleo y algunas cosillas más que pocas divisas generan. ¿Cuáles son los grandes proyectos de inversión en agricultura y agroindustria que nos permitan colocar productos en los países del Sur? ¿Qué medidas tomará el Gobierno para compensar el elevado costo que nos han impuesto con sus leyes y políticas? ¿Cómo compensarán la inflación venezolana con la estabilidad macroeconómica del Sur? ¿Cómo se integra un país con control de cambio y de precios? ¿Será al estilo del ALBA donde Venezuela pone dólares y bocas, mientras los demás nos exportan sus productos ?

¿Acaso cree el Gobierno que un elevado precio del petróleo compensa el deterioro de nuestras instituciones públicas, universidades, carreteras, puertos y demás elementos que crean el entorno para ser competitivos? ¿O será que piensan que vamos a exportar, como lo estamos haciendo, a nuestros mejores recursos humanos?

Este acto irresponsable es una razón adicional para que en octubre cambiemos de gobierno para que el país tenga un presidente que escuche, sea responsable y vele por el futuro de la democracia y economía. Mejores políticas con menos ideología.

cemacallison@gmail.com

viernes, 20 de julio de 2012

Una voz necesaria

(El presidente del Consejo Directivo del IESA, Gustavo Roosen,  reflexiona sobre el vacío que queda tras el fallecimiento de Enrique Sánchez, partícipe de la fundación del IESA y hombre con profundos valores humanos y capacidades intelectuales. Publicado en El Nacional el 9 de julio)

La ausencia de Enrique Sánchez priva al país, en esta hora, de una voz necesaria, indispensable. Encarnó en su persona esas condiciones que la sociedad y el empresariado reclaman con urgencia: integridad, honestidad, capacidad, disposición al diálogo, respeto, compromiso con la verdad y la convivencia.

Defensor de los principios de la libre empresa y del emprendimiento, promovió una economía no rentista, basada en el mercado abierto y en la competencia efectiva entre las empresas. De él bien podría decirse que fue un verdadero capitalista, en el sentido de alguien que supo entender el valor del dinero, del trabajo, del esfuerzo, de la iniciativa, de la responsabilidad, de la cooperación, de la productividad, de la función del negocio en la generación de bienestar para la sociedad.

Quienes tuvimos el privilegio de recibir su influencia, podemos dar fe de su solvencia intelectual, su modestia, su serenidad, pero muy especialmente de su capacidad para la concertación y su alto concepto del juego de la competencia y sus reglas, muy especialmente de la honestidad, para él básica e indiscutible, siempre y por sobre todas las cosas. Persona íntegra, supo establecer la íntima relación entre lo empresarial, lo político, lo jurídico y lo social e interesarse por cada ámbito y sus conexiones. De visión profundamente nacionalista, entendió y vivió la globalidad y la diversidad, tanto en términos de mercado como de las ideas.

Vinculado de manera directa a la fundación del IESA y de Cedice e integrante de sus directivas, materializó en estas iniciativas su convicción sobre el valor de la educación para la dignificación de los ciudadanos y la generación de prosperidad, así como sobre el poder de las ideas, de la reflexión, del diálogo creador.

Esta misma convicción inspiró su apoyo a diversas instituciones educativas.

Continuador de la obra de su padre, desarrolló al frente de su empresa un modelo de conducción ejemplar, capaz de generar lealtades de gran aliento, comprometido con los principios y prácticas de la responsabilidad social y fundamentado en el trabajo de equipo, la formación, la participación, la calidad y el esfuerzo colectivo.

Estudioso del fenómeno del liderazgo, concretó su ejercicio en la dirección de su propia empresa, pero también en la presidencia del Consejo de Economía Nacional y de la Cámara de Comercio de Caracas, organización a cuyo relanzamiento se avocó en 1979 apoyado en gente joven, con nuevas ideas y con una clara definición de valores, principios y códigos de conducta.

La voz de Enrique Sánchez, siempre inspiradora, es particularmente necesaria en estos momentos. De estar todavía entre nosotros y con unos cuantos años menos sería el candidato ideal para sentarse a la mesa de las negociaciones y propiciar el indispensable diálogo de los empresarios con el mundo político en general y con el Gobierno en particular.

Él, que percibió como pocos el fenómeno de erosión que viene sufriendo Venezuela, plantearía sin duda la necesidad urgente de concertación sobre la base de una visión nacional y la voluntad de alcanzarla con sinceridad, lealtad, trabajo coordinado y disposición a renuncias y sacrificios.

Persuadido de la necesidad de revisar algunas de las leyes dictadas en los últimos años, que no sólo han cercado la actividad de los particulares y obstaculizado su desarrollo, sino que han afectado gravemente la capacidad competitiva del país, comprometiendo incluso su independencia, abogaría por un gran acuerdo que, junto con la liberación de la presión ejercida por esas leyes, estimulara un compromiso empresarial para la recuperación sobre la base de una conducta personal y gremial caracterizada por la honestidad, la transparencia, la conciencia del largo plazo y una mayor atención a los efectos sociales.

Enrique abogaría por el rescate de la libertad para hacer, para crear, superando la confrontación que las ha eliminado. Volver al país a la senda del respeto, de la legalidad, de la confianza, de la honorabilidad sería el llamado de este ciudadano y empresario ejemplar que fue Enrique Sánchez.

nesoor@cantv.net

Entrar al Mercosur

(El economista y profesor del IESA, Pedro Palma, explica por qué a pesar de que los mecanismos de integración regional suele ser positivos la entrada de Venezuela al Mercosur resulta desventajosa en los actuales momentos. Publicado en el diario El Nacional el 17 de julio)

En principio, la integración es buena para cualquier economía, pues a través de ella se amplían los mercados potenciales de exportación para el aparato productivo del país que se integra a un bloque comercial, condición necesaria, mas no suficiente, para estimular la inversión productiva requerida para la diversificación y avanzar con paso firme en el proceso de desarrollo sustentable. Eso es particularmente cierto en el caso de Venezuela, que tiene un mercado interno pequeño y una economía monoexportadora, muy poco diversificada y altamente dependiente de la renta petrolera.

Sin embargo, el ingreso de Venezuela en el Mercosur en estos momentos le va a generar muy pocos beneficios, por lo menos en el corto plazo, siendo los grandes beneficiarios de esa acción los otros países del bloque, particularmente Brasil y Argentina, pues Venezuela tiene una capacidad exportadora distinta del petróleo muy precaria, y a la vez dependemos enormemente de las importaciones para abastecer el mercado local.

El ataque persistente del Gobierno a la actividad productiva privada ha destruido buena parte del aparato productivo interno y ha desincentivado la inversión. Las expropiaciones y estatalizaciones de empresas han hecho que las actividades productivas de bienes transables, como la agricultura, la agroindustria, la manufactura de bienes básicos como el cemento y el acero y otras, sean ahora improductivas y mucho menos eficientes, ya que las empresas que pasan a ser administradas por el Estado producen mucho menos que cuando estaban en manos privadas. Eso ha restringido enormemente la capacidad de generación de oferta interna en Venezuela.

A lo anterior se suma el hecho de que la moneda está altamente sobrevaluada debido al mantenimiento de tipos de cambio oficiales irracionales que hacen que el dólar sea artificialmente barato, pero de difícil y limitado acceso para el sector privado por un estricto control cambiario que ha estado vigente desde 2003.

Ello se traduce en menor capacidad competitiva y productiva, así como en un estímulo para importar. También los precios están fuertemente controlados, haciendo en muchos casos que los productores se vean forzados a producir con márgenes muy bajos, o simplemente a pérdida, lo que desincentiva y limita aún más la producción local.

El Gobierno, a su vez, ha incrementado el gasto, particularmente el dirigido a programas sociales, a través del cual se inyectan a la economía grandes cantidades de fondos orientados hacia segmentos de la población con una alta propensión a consumir, lo que incentiva el consumo privado.

Aquella restricción de la producción local, combinada con el crecimiento de la demanda, ha impulsado la necesidad de importar enormes cantidades de bienes. A modo ilustrativo, en el primer trimestre de 2012, el valor en dólares de las importaciones de mercancías aumentó más de 48% en comparación al mismo del año 2011.

En este escenario es fácil inferir que los grandes beneficiarios de la entrada de Venezuela en el Mercosur serán los exportadores brasileños y argentinos, quienes ahora tendrán mayor y más favorable acceso al mercado venezolano.

Todo lo anterior es particularmente cierto en un año electoral como 2012, cuando el Gobierno ha incrementado notablemente su gasto, con el fin de obtener dividendos políticos, haciendo que no basten los altos ingresos petroleros, sino que se acuda al endeudamiento público masivo, situación que acarrea que la deuda pública aumente notablemente y a un ritmo muy preocupante.

Si no se cambia el rumbo y se orienta la política económica hacia el estímulo de la inversión, la diversificación económica, el desarrollo de un sólido y eficiente sector productivo y el fomento de las exportaciones, pocos serán los beneficios que nos generará el ingreso en el Mercosur, no sólo en lo inmediato, sino también en el mediano y el largo plazo.

jueves, 19 de julio de 2012

Discrecionalidad afecta evolución del negocio petrolero


(Con motivo de la visita de Ramón Espinasa al IESA, el diario El Universal realizó un reportaje sobre este encuentro, en el que el ex Economista Jefe de PDVSA analizó la evolución y la situación situación actual del mercado petrolero mundial, haciendo especial énfasis en América Latina. A continuación el trabajo publicado el miércoles 18 de julio de 2012)
Foto: EL UNIVERSAL
Varios países suramericanos que cuentan con reservas de petróleo han optado por distintos caminos para administrar y explotar el negocio petrolero. Para el economista y profesor de la Universidad de Georgetown, Ramón Espinasa, se distinguen dos grupos en los cuales unos tomaron una senda de intervención gubernamental y discrecionalidad en las decisiones, mientras que otros han labrado un camino de desarrollo con un manejo más cercano al capital privado y con principios y reglas de juego claras.

Espinasa, quien participó en una conferencia sobre mercados petroleros organizada por el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), explicó que Venezuela, Argentina y Ecuador (a los que denominó como el grupo 1) comparten un ciclo de caída sostenida de la producción petrolera aún tras el cambio al alza en el régimen de los precios del crudo a partir del año 2002.

En el lado opuesto de los resultados, Brasil, Colombia y Perú han mostrado una tendencia al crecimiento en su producción petrolera tras la escalada y boom de precios del crudo desde 2002.

Espinasa indica que en el grupo 1 de países la producción petrolera ocurre bajo control directo del Estado, o de forma indirecta, pero con presión hacia los operadores privados.

Otro aspecto resaltante es el manejo y asignación discrecional de las reservas de hidrocarburos, así como el empleo y gasto de la renta petrolera también bajo mecanismos discrecionales.

La naturaleza estatal de estas empresas también provoca que no estén sometidas al escrutinio político, que no se les obligue a publicar resultados, y que se dedique parte de sus esfuerzos a actividades no petroleras que redundan en desmejoramiento de la capacidad gerencial operativa.

En cuanto a los países clasificados por Espinasa dentro del grupo 2, que engloba a Brasil, Colombia y Perú, un rasgo resaltante es que las reservas de petróleo son administradas por agencias estatales no operativas. Ello promueve la competencia entre estatales y privadas, en un marco de reglas de operación fijadas contractualmente.

Según Espinasa, bajo este modelo "las empresas estatales se benefician de las mismas reglas (que los privados) y se protegen de la discreción del gobierno". Otra ventaja comparativa es que los subsidios a los combustibles son asumidos por los gobiernos de forma explícita, lo que mejora la salud financiera empresarial.

viernes, 13 de julio de 2012

¡Maisanta ingresó al Mercosur!


El profesor José Mayora intenta dilucidar la verdadera razón por la que Venezuela persistió en su ingreso a un mecanismo de integración regional desventajoso para el país como el Mercosur, luego de retirarse de otra más atractiva como la CAN, y crear fórmulas paralelas como el ALBA y Unasur. Publicado en www.eluniversal.com el viernes 13 de julio)

Si la desincorporación de Lugo de la presidencia de Paraguay nos causó sorpresa, no menos sorpresiva fue la incorporación de Venezuela al foro sureño. Desconocemos los intríngulis de la decisión del parlamento paraguayo, la que por lo visto estuvo ajustada a lo que establece la constitución. Sin embargo, la manera como ingresó Venezuela a este pacto fue una jugada maestra enmarcada en la más pura ortodoxia maquiavélica  de cierto tufo antidemocrático.

Este particular ingreso sugiere, al menos 2 preguntas: ¿quién ingresó  a Mercosur,  Venezuela o HCF? ¿Cree HCF en los mecanismos de integración regionales?  Estas preguntas son pertinentes pues es difícil entender la abrupta salida de Venezuela de la CAN frente al  empeño de ingresar al Mercosur; las acerbas críticas a la OEA y a las Naciones Unidas y el apoyo a otras fórmulas de integración como el ALBA y Unasur.

Si de beneficios se trata, diferentes especialistas en el tema han analizado, con profundidad y experticia, los inconvenientes que representa para Venezuela, en este particular momento, incorporarse desventajosamente al Mercosur. Sin embargo, la consideración que juzgo relevante, tiene que ver con la manera como Venezuela  logra el ingreso al Mercosur.

Dos parlamentos de los países fundadores de este acuerdo, Brasil y Paraguay, se oponían al ingreso de Venezuela por no enmarcarse en las pautas dictadas por el acuerdo de Ushuaia, que privilegiaba el orden institucional democrático. Lula se las ingenió y logró que el parlamento brasilero aprobara el ingreso de Venezuela, pero en Paraguay la cosa fue distinta.

A raíz de la destitución de Lugo, Paraguay fue temporalmente desincorporada del foro sureño  y, acto seguido, se incorpora a Venezuela.  Hasta donde sabemos, la decisión paraguaya de negar el ingreso de Venezuela, la tomó una institución legítimamente constituida cosa que fue ignorada por las otras naciones: un verdadero golpe institucional y  además artero.

Esta decisión mueve a reflexión con relación al preocupante giro que vienen tomando algunas  democracias. Aquella frase principista de la democracia del pueblo, por el pueblo y para el pueblo parece más bien una conseja popular. Lo que algunos liderazgos tratan de imponer son democracias de gobernantes, para los gobernantes y por los gobernantes,  evidenciado en el deseo de extender los períodos de gobierno y  privilegiar la legitimidad de origen por encima de la legitimidad de desempeño.

En la decisión de marras, se demuestra una vez más que los países no tienen amigos, tienen intereses y los gobernantes, por encima de todo, decidirán en razón de estos últimos. Este  principio también tiene su excepción pues hay sobradas pruebas de que los  intereses de HCF no son coincidentes con los intereses de Venezuela.

Entonces, ¿para qué integrarnos? Si la idea es tener mercado para nuestro petróleo, tal objetivo se logra sin acuerdos de integración regional. No cabe duda que este ingreso responde más al sueño acariciado por el comandante de la revolución bolivariana en su histórico empeño de construir la gran patria de Bolívar, a cuyo efecto requiere protagonismo continental.

La ciencia política y los ciudadanos que se consideran demócratas se encuentran atrapados en un proceso de mutación de la democracia hacia la autocracia, tendencia que marca un verdadero reto para líderes y ciudadanos: hay que dar un importante giro de timón para rescatar el verdadero sentido de la democracia.

mayora.j@gmail.com

La popularidad del Partido Popular


(El profesor Miguel Ángel Santos cuestiona las decisiones del liderazgo político de España ante la crisis económica que viven y plantea los posibles riesgos que ésta representa para la estabilidad social de ese país.  Publicado en el diario El Universal el viernes 13 de julio)

Ya se veía venir cuando caminaba hacia el estrado, buscando en las miradas de su bancada un punto de apoyo, acaso gestos de asentimiento que lo reafirmaran. Leyó de cabo a rabo, sin convicción, el tono monocorde y desapasionado. Si alguien en ese momento resintió su carencia absoluta para inspirar al sacrificio, tendría que haber esperado a la interpelación. Allí, ya sin guión, Mariano Rajoy lucía totalmente perdido, aún más desganado.

Sería interesante poder medir cuánto del desasosiego en las calles, qué fracción de la densa sensación de desorientación que predomina viene del paquete de medidas en sí, y cuánto ha sido engendrado por el propio Rajoy.

Como el programa de ajustes es ya conocido, sólo me voy a referir a él brevemente. Algunas medidas, en esencia relativas al mercado laboral y reorganizaciones del sector público, son muy necesarias. Sobre las otras, como el aumento del IVA general de 18% a 21% y del reducido (alimentos) de 8% a 10%, y el recorte de gasto across the board, soy bastante menos optimista. Y es que no hay muchas experiencias exitosas de países que hayan conseguido salir de una recesión así con política fiscal restrictiva.

Pero, con todo y la magnitud colosal de este ajuste, quisiera llamar la atención sobre la actitud y las formas. Hace dos años, Rajoy arengaba al gobierno de Zapatero por promover un recorte de 15.000 millones de euros en el gasto. El programa anunciado hace dos días implica recortes de 65.000 millones de euros. Rajoy primero prometió no subir impuestos, haciendo particular énfasis en el IVA. Poco después dijo que subiría el impuesto sobre la renta para poder cumplir su promesa de no subir el IVA. Ahora ha terminado por subir los dos, todo en poco más de ocho semanas.

Peores aún han sido sus alardes de soberbia frente a Europa (me hizo recordar a Caldera): "España no se someterá a las condiciones de nadie". Hace dos días ha reconocido que ya no tiene margen de maniobra ni libertad, y que este camino de "sangre, sudor y lágrimas" (sic) es el único posible.

Ya uno no sabe cuál es peor: si pensar que no sabía en dónde estaba parado (si todo esto es tan necesario: ¿por qué no lo hizo antes?) o si más bien no tenía idea de lo grave de la situación. En cualquier caso, me da la impresión de que es muy difícil que una transformación como la que propone pueda tener éxito sin mediar una fuerte crisis política o catástrofe económica (caso Argentina). Y menos aún sin liderazgo.

Mientras Rajoy hablaba, la mayoría del Partido Popular aplaudía y varias veces llegué a escuchar gritos a coro: "¡A trabajar vagos!" y uno mucho más intrigante: "¡A Cuba!". Más allá de mis carencias como extranjero para comprender estos códigos, no luce como una posición muy conciliadora.

A la salida lo protegieron doce carros blindados de policía y otros tantos agentes a caballo. Unas cuadras más allá, la policía reprimía brutalmente a la marcha minera. Zapatero se derrumbó a los seis años de gobierno, a falta de dos. Rajoy se viene abajo apenas a los seis meses. Se ha creado un enorme y peligroso vacío político, la popularidad del Partido Popular se ha venido en picada y el partido socialista no sube. Son tambores que ya hemos escuchado en otros desfiles.

@miguelsantos12

martes, 10 de julio de 2012

Pon a andar tus ideas


(La profesora Nunzia Auletta, expone la necesidad de imprimir acción a las ideas que se pretenden convertir en emprendimientos y, a su vez, enfocar adecuadamente los esfuerzos en estudiar el mercado para encontrar las respuestas a diversas interrogantes.  Publicado en el diario El Universal, el 10 de julio de 2012)

La capacidad de generar ideas de negocios es un don común entre nuestros compatriotas. A diario encontramos aspirantes emprendedores que han sido capaces de esbozar sus iniciativas y se encuentran en el típico peregrinar de convencer, vender, buscar apoyo y aprobación.

En algunos casos vemos ideas que no son particularmente innovadoras, como además nos lo confirman los resultados del GEM 2011, que indican que sólo el 25% de los nuevos emprendimientos están basados en un producto novedoso, que no esté siendo ofrecido por competidores y que se base en una tecnología con menos de 5 años de utilización. En otros, aunque encontramos innovación, el enamoramiento que los emprendedores suelen tener hacia su idea, los lleva a obviar lo que una mirada atenta al mercado podría poner en evidencia, como el potencial de éxito o fracaso de un producto, servicio o modelo de negocios.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de compartir con emprendedores del área tecnológica en un taller de design thinking , una metodología de trabajo dirigida a aplicar la lógica del diseño al desarrollo de innovaciones. Todas las iniciativas resultaban ser interesantes y algunas con fuertes contenidos de innovación. Sin embargo, los emprendedores mostraban una cierta resistencia a retar sus ideas.

Ante la solicitud de realizar un ejercicio de "Inventario de problemas", una técnica que nos debe poner en los zapatos de nuestros clientes y entender lo que aún no ha sido resuelto para ellos, muchos terminaron listando sus propios problemas, sus cuellos de botella operativos, sus retos de mercadeo, sus necesidades financieras. Al poner en evidencia el enfoque errado, más de uno terminó molestándose conmigo, porque yo no entendía lo bueno de su idea pero, sobre todo, me empecinaba en pensar que comenzar el proceso desde el punto de vista del cliente podía dar luces sobre qué mejorar o cambiar. Salieron a relucir las típicas frases: "el cliente no sabe lo que quiere", o "hay que educar al cliente".

Uno en particular perdió la paciencia ante mi ignorancia tecnológica y con desdén decidió mantenerse en resistencia pasiva por el resto del taller. Había yo hecho lo imperdonable atacando las bases de su idea, no por mala, todo lo contrario, sino para mover sus paradigmas y obligarlo a asumir una doble orientación, la del diseño, que estimula la creatividad, el desarrollo y la prueba, y la del mercado, que conecta lo creado con la necesidad insatisfecha.

Sin querer apelar a recetas universalmente válidas, en las que no creo, o dar a los modelos más importancia de lo que su aplicabilidad pueda demostrar, sí deseo aprovechar este espacio para invitar a los emprendedores a retar sus ideas.

La más brillante e innovadora de las ideas, necesita que se la ponga a andar. En la invitación que quise encerrar en el título, el significado tiene que ver con llevar la idea al diseño, observar al cliente, desarrollar prototipos, probarlos con el mercado, aceptar críticas, corregir errores, revisar los requerimientos de recursos y no desfallecer en el camino.

Directora del Centro de Emprendedores IESA
@nunziaauletta

viernes, 6 de julio de 2012

Crecer con empleo y sin empleo


(El profesor del IESA, Miguel Ángel Santos, trata de entender cómo puede producirse el extraño fenómeno de recuperación económica sin la generación de empleo. Publicado en el diario El Universal el 6 de julio)


A raíz de la crisis financiera han ocurrido varios hechos difíciles de explicar, de esos que estimulan el pensamiento y ayudan a empujar las barreras del conocimiento. La crisis ha dado al traste con algunos paradigmas, propuesto nuevas preguntas y desvelado matices que hasta entonces nos eran desconocidos. Uno de estos tiene que ver con el hecho de que la mayoría de los países desarrollados han recuperado ya la mayor parte de la actividad económica perdida durante la crisis, pero este crecimiento no ha traído consigo nuevos empleos.


EEUU, por ejemplo, ha recuperado en tres años los quince puntos porcentuales del PIB que perdió con la crisis, mientras el desempleo se mantiene en algo más de 9%. La Unión Europea recuperó dos tercios del PIB perdido entre diciembre 2007 y abril 2009, pero la tasa de desempleo alcanzó al cierre 2011 su punto más alto (10%). ¿Cómo se conjuga la recuperación sin empleo?

Un equipo de trabajo encabezado por Guillermo Calvo ha propuesto una explicación novedosa y bastante sugestiva. Me aventuro a compartirla con ustedes solo por el hecho de que supera con creces el test de la abuela (término acuñado por Tyler Cowen: si tu abuela no es capaz de entenderlo, es demasiado complejo como para ser verdad). El argumento parte de la caída en el valor de los activos libres de riesgo que trajo consigo la crisis: Pasaron de 41% del PIB mundial en 2007 a 26% en 2011.

Y he aquí detalle: La caída en el valor de los colaterales no afecta a todos los proyectos por igual. "Los proyectos que tienen un mayor contenido de mano de obra son relativamente más difíciles de financiar a través del crédito". ¿Por qué? Porque los de capital intensivo utilizan como colateral la planta y los equipos ("ya vienen con su propio colateral"), mientras que no se deriva ningún colateral de proyectos de mano de obra intensiva. Por esta razón, la recuperación ha sido espoleada por sectores intensivos en capital. Mientras los activos libres de riesgo que sirven de colateral a los préstamos sigan siendo relativamente escasos, habrá tendencia a favorecer proyectos que traigan consigo su propio colateral.

Calvo también ha dado con otros hechos interesantes que no forman parte de esta investigación (aún no publicada) y cuyos mecanismos aún no han sido del todo esclarecidos. Aquellos países con inflación muy baja han recuperado su actividad económica sin nuevos empleos (y con mayores salarios), mientras que en aquellos con inflación moderada el crecimiento ha traído consigo nuevos puestos de trabajo (con menores salarios).

Nuestro caso es el peor de los escenarios, porque a pesar de que la inflación hace flexibles los salarios reales (que por ley son inflexibles hacia abajo), la legislación laboral es de las más restrictivas del mundo, lo que inhibe la contratación. Por esa razón los salarios reales exhiben una volatilidad idéntica a la del PIB (recae sobre ellos todo el peso del ajuste). Esto no tiene nada bueno (junto con otras causas, hace al consumo más volátil que la producción), nos obliga a pensar sobre las implicaciones de nuestras leyes laborales en la creación de nuevos empleos.

Aquí, y en las restricciones al crédito, se encuentran dos de los factores que nos tienen las alas amarradas. Pero sobre esto volveré más adelante.

@miguelsantos12

Ley de timbres fiscales traerá más desempleo


(En un reportaje del diario Tal Cual sobre la reforma  de la Ley de Timbres Fiscales, el economista y profesor del IESA, Richard Obuchi, afirma que la reforma se podría ocasionar la pérdida de 70 mil empleos vinculados a 1.200 empresas del sector manufacturero del estado Aragua. Realizado por Jessica Morón Guerrero y publicado el 3 de julio)

La normativa impone tasas hasta de 30000 veces por encima de las previstas en la anterior legislación. Además las industrias deben cancelar contribuciones parafiscales a nivel nacional y regional.
La reciente reforma de la Ley de Timbres Fiscales ha generado gran preocupación entre los empresarios industriales y comerciantes del estado Aragua, quienes pudieran afrontar el cese de sus actividades en el sector, ante la imposibilidad de soportar los altos costos que implica la gestión de cualquier trámite legal en la región. En consecuencia, la normativa provocará la pérdida de miles de empleos e incrementará el desabastecimiento de productos básicos.

El economista y profesor de Políticas Públicas del IESA, Richard Obuchi, afirmó que: "Aragua es el tercer estado con mayor actividad industrial del país, con lo cual eventualmente algunas empresas optarán por trasladarse a otras localidades, lo que ocasionará la pérdida simultánea de 70 mil empleos directos vinculados a 1.200 empresas del sector manufacturero".

La actual normativa fiscal exige pagos exorbitantes por la emisión de cualquier documento o trámite legal necesario para el normal funcionamiento de una empresa, tales como: permiso de habitabilidad, uso conforme, licencia de actividades económicas y ficha catastral ­otorgados por la alcaldía­, conformidad sanitaria (expedido por el Ministerio para la Salud) y permiso de bomberos. "Se trata de una imposición de tasas hasta 30.000 veces por encima de las previstas en la anterior legislación", expresó Obuchi, tras añadir que "el cálculo de tributos debe efectuarse en unidades tributarias y no por metros cuadrados, de lo contrario habrá una desproporción al estimar el pago de impuestos".

Empresas en quiebra


Por si fuera poco, las industrias deben asumir también el pago de contribuciones parafiscales que competen a nivel nacional, regional y municipal.

"Sin duda, que las unidades productivas de la región preferirán desplazarse hacia otros estados con menor carga impositiva mientras que otras optarán por cerrar tras quedar descapitalizadas y sin capacidad para seguir produciendo", aseveró el economista.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), el estado alberga 1.234 empresas manufactureras que generan 63.200 empleos directos en la región. En este sentido "la reforma apunta a la disminución de las fuentes de trabajo y el desabastecimiento de bienes y servicios, al generar un impacto significativo sobre los precios de dichos productos y la inflación de la región".

Caso Polar

El pasado 21 de junio, el Servicio de Administración Tributaria del Estado Aragua (SATAr) emitió una medida de cierre contra la Cervecería Polar ubicada en el sector de San Vicente en el estado Aragua, por incumplimiento en el pago de tributos contemplados en la reforma de la Ley de Timbres Fiscales.

La sanción fue de Bs 2 mil 250 por desactualización de libros fiscales. Sin embargo, aunque la multa ya fue cancelada el Satar no procede con el levantamiento inmediato del cierre. Asimismo, la medida afecta a 181 trabajadores directos; 80 proveedores y 144 clientes que surten la industria.