jueves, 7 de octubre de 2010

Gustavo Roosen \\ IESA: 45 años

La celebración de los 45 años del IESA es una ocasión para alimentar la esperanza. Fiel a la visión de sus creadores, el instituto es la demostración de cuánto puede crecer y llegar a significar un centro de educación superior cuando se ha planteado el propósito ­y lo ha cumplido­ de servir a la sociedad, vivir sus cambios, anticiparse a sus necesidades, aportar soluciones para sus problemas, estimular el emprendimiento y formar gerentes y profesionales para una cultura de eficiencia, responsabilidad y solidaridad.

Quienes han pasado por el IESA y quienes se le acercan con interés, en Venezuela y fuera del país, no dudan en destacar su nivel, su seriedad y su valor como centro de capacitación gerencial y de formulación de ideas eficaces y modernizadoras. Las acreditaciones internacionales que ostenta confirman este reconocimiento.

Tanto como su función difusora y formadora es de destacar, sin embargo, su apuesta por la investigación y su determinación de ampliar permanentemente su capacidad en este ámbito. Personas con altísima formación y reconocimiento siguen muy de cerca el desarrollo económico, político, social, institucional del país y de la región. Los espacios del IESA son taller para la discusión de ideas y el examen de acciones y tendencias que marcan el ritmo del mundo que hacemos y compartimos. Sus publicaciones y las relaciones con un grupo grande de instituciones nacionales e internacionales son el camino para la difusión de los resultados de este proceso de elaboración de pensamiento, diseño de nuevas alternativas y enriquecimiento mutuo.

Inspirado en una relación del docente como animador, el IESA ha hecho del método de estudio de casos una forma de pensar la realidad desde el dato diario, constatable, desde la vida de la gente y sus expectativas. Convencido de su función promotora, se ha asumido como centro abierto al debate, pero sobre todo al estudio de alternativas y a la formulación de políticas públicas.

Si su misión ha sido siempre la de formar líderes responsables, su nuevo compromiso es con los emprendedores. Su meta para 2013 es formar 6.500 emprendedores. La promoción del emprendimiento y el apoyo para la formulación de políticas públicas son los rasgos con los que quiere el IESA ser identificado en los próximos años.
Modelo eficiente de escuela para un modelo eficiente de sociedad, el IESA ha asumido también el tema ecológico y el de la responsabilidad social como obligación para sí mismo y como compromiso de promoción y concientización.

Necesario al país desde su nacimiento, el IESA lo es cada día en mayor medida. Sus propuestas trascienden lo académico. Están hechas para acercase a las soluciones y a las acciones legislativas, de gerencia o de gobierno que las hagan viables. Tienen el sustento del rigor académico, pero son sobre todo la expresión de su estrecha vinculación con el país, sus necesidades y sus potencialidades. Hay allí una riqueza que sólo el desinterés, la arrogancia o el fanatismo político o ideológico pueden desperdiciar.

A los 45 años de su fundación, la meta del IESA es seguir creciendo para servir mejor.Su Plan Estratégico 2010-2013 contempla la decisión de multiplicar el impacto del instituto en la formación de líderes responsables para los sectores privado y público, y en el establecimiento de valores y prácticas de emprendimiento y progreso en Venezuela y Latinoamérica. Así estaba en la visión de sus fundadores, que quizá nunca anticiparon un crecimiento como el que ha tenido el instituto pero del que se sentirían justamente orgullosos. El IESA es, de algún modo, la demostración de que otro modelo es posible.
Artículo de opinión
Miércoles, 06 de octubre de 2010

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