viernes, 21 de enero de 2011

José Mayora \\ Diálogo: Una cabilla forrada de terciopelo

La cita constitucional que exige cada año que el Presidente rinda cuentas al pueblo, tuvo un elemento novedoso pues luego de 5 años de hegemonía legislativa, a la AN se incorporan los representantes de la sociedad democrática.Más que hablar del desempeño gubernamental del año 2010, Chávez hizo un recuento histórico de 11 años de gobierno. Para los ciudadanos mayores de edad, con uso de razón y de este domicilio, la Venezuela descrita, no se correspondió con el país que a diario vivimos.

Para la comunidad internacional, se describió el renacimiento de un país que se incorpora a la modernidad y a la grandeza, de la mano de un líder demócrata capaz de escuchar, reconocer errores y con voluntad para convocar a la unidad.En este discurso resaltaron tres ofertas: reconoció el rol de adversarios a los que hasta ayer nada más eran enemigos, los convocó a un reencuentro respetuoso de diálogo y ofreció devolver la ley habilitante. No es la primera vez que Chávez invoca el diálogo y la concordia, como tampoco la primera vez que los sepulta, de allí que nos asalten algunas dudas: ¿para quién habló Chávez?, ¿qué hay detrás de esas ofertas?, ¿en caso de aceptar la invitación al reencuentro no supondrá, una vez más, poner la otra mejilla?

Si la voluntad de diálogo y rectificación es cierta, por qué esperar 5 meses para devolver la habilitante, por qué la AN no deroga el reglamento interno y por qué no se revisan también las restantes leyes aprobadas entre gallos y medianoche.Cómo se puede creer en un rencuentro respetuoso cuando diez días antes, el PSUV desconoció al 41% de la voluntad popular y no le reconoció ningún cargo directivo en la AN. Ese mismo día, en un lamentable acto de masas, Chávez pidió que trituraran a los diputados de la oposición a lo que el nuevo presidente del Poder Legislativo le contestó que le caerían a c…….s: ¿entre quiénes se dará el mentado diálogo? Chávez ha dicho en innumerables oportunidades que no hay diálogo posible con los enemigos del pueblo:-¿qué ha cambiado en el país para que los enemigos ahora sean adversarios?-¿cuáles son los signos visibles que denotan un cambio en la orientación del chavismo para creer en un diálogo?

La decisión de Chávez es la de construir un nuevo modelo de sociedad socialista que no está en discusión, que no formará parte del diálogo, a pesar que más de la mitad de los ciudadanos no quiere tal cosa y muchos de sus seguidores tampoco. En ese escenario, no hay posibilidad de diálogo a menos que la oposición reconozca en el socialismo, el verdadero camino hacia la grandeza: dentro del socialismo todo, fuera del socialismo nada. Chávez no va a abandonar su proyecto de vida, entonces: ¿en qué consistirá el diálogo?El maratónico discurso de Chávez no se dirigió ni al país ni a los diputados de la oposición, se lo dirigió al mundo que ya comienza a verle la costura.

Les dijo que la oposición está vendiendo un Chávez que no es él para usar una frase de su cosecha. No olviden que en una de sus intervenciones, Insulza adujo que devolver la ley habilitante podría ser un camino expedito para resolver la crisis: ¿qué mejor demostración de voluntad democrática? Tal devolución no es un gesto democrático sino la obligación de restituirle a la AN su misión de legislar.No hay razones objetivas para creer en la oferta de diálogo. Como en anteriores oportunidades, esta oferta es una especie de cabilla forrada en terciopelo.


Artículo de opinión
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