miércoles, 14 de julio de 2010

Aramís Rodríguez \\ Empresas familiares en ambientes hostiles

¿Cuál ha sido su clave? ¿Qué han hecho estas empresas, que otras no hayan logrado resolver?

Un entorno hostil se considera como un ambiente de negocios riesgoso, con muchas amenazas implícitas, bien sean de carácter macro (políticas, económicas y sociales), de mercado y/o tecnológicas. Durante décadas las empresas venezolanas (familiares o no) han tenido que enfrentarse a condiciones políticas, regulatorias y económicas que han atentado contra el grado de libertad de creación y seguimiento de sus propias estrategias.

En los últimos años estos cambios bruscos del entorno han estado vinculados a nuevas leyes laborales, acceso limitado a divisas internacionales, controles de precios, incertidumbre y amenazas a la propiedad privada, entre otros. Estas variables han sido la causa de que muchas empresas familiares hayan inhibido su crecimiento, mientras que otras hayan desaparecido. No obstante, a pesar de la fuerza de estos cambios, algunas de estas empresas han sabido mantenerse, e incluso otras han logrado desarrollarse.

¿Cuál ha sido su clave? ¿Qué han hecho estas empresas, que otras no hayan logrado resolver?Muchas de las empresas familiares venezolanas que han trascendido con éxito más allá de su segunda generación, han mostrado un alto grado de orientación emprendedora. Desde que fueron fundadas por los abuelos o demás antepasados, la mentalidad emprendedora de muchas de estas organizaciones se ha mantenido vigente. La disposición a innovar, la toma de riesgos calculados, y la disposición a actuar en forma proactiva anticipando tendencias y aprovechando oportunidades, ha sido el corazón de las decisiones estratégicas que ha permitido a muchas empresas familiares mantenerse en el mercado.

Es bien sabido que las empresas familiares a diferencia de las no familiares, poseen un componente adicional y muy importante: el "pool" de recursos provenientes de la familia. Las investigaciones en este campo han evidenciado que las empresas familiares venezolanas que han trascendido de la segunda generación, han sabido usar algunos de sus recursos familiares para potenciar y mantener la orientación emprendedora heredada de sus antepasados fundadores, lo cual las ha protegido durante momentos difíciles impuestos por sus entornos.

Recursos como la capacidad de hacer redes de contacto, tanto internacionales como nacionales, así como de formar buenas relaciones con sus empleados y proveedores, y la habilidad de mantener la confianza entre los socios, son los recursos que más se activan cuando estas empresas familiares de éxito se ven rodeadas por un entorno marcado por factores políticos capaces de reducir su grado de libertad.Este hallazgo podría invitar a la reflexión de muchas empresas de carácter familiar.

Pareciera que el capital social juega un rol importante al momento de que estas organizaciones se vean inmersas en entornos hostiles. Esas redes de contacto, tanto internas, como externas, y esas buenas relaciones con diferentes grupos de interés que las rodean, al parecer se convierten en la matriz que sostiene la orientación emprendedora que muchas veces pudiese desaparecer en ambientes adversos y hostiles.

Artículo de opinión
El Universal, 13 de julio de 2010
www.eluniversal.com
aramis.rodriguez@iesa.edu.ve

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