Manejan opciones para hacer más viable la adquisición de divisas a empresas grandes y medianas
Pasadas ya las primeras semanas de "funcionamiento", el Sitme no termina de arrancar. Las instrucciones no están claras, los bancos recibieron un instructivo para operar durante los primeros días y mientras el Gobierno advertía que aún no estaba en Gaceta Oficial, cada quien escogió trabajar con una mezcla muy sui géneris de instructivo semi-oficial y condiciones propias.
Según lo que escuché de diferentes empresas entre las condiciones figuran estar registrado en Cadivi, haber realizado importaciones en los últimos seis meses, no haber recibido dólares de Cadivi en los últimos noventa días y utilizar las divisas asignadas para importaciones futuras (no para cubrir deudas pasadas). Los montos asignados por empresa no pueden superar los 350.000 dólares mensuales, equivalentes a 4.200.000 dólares al año. Así, se mantienen el acceso al sistema muy restringido, además de que la cifra en sí misma no alcanza para cubrir siquiera los requerimientos de una empresa mediana.
Pero eso no es todo. El sistema hasta ahora ha funcionado con 700 millones de dólares en bonos que aportaron los bancos, bajo la amenaza de que de no hacerlo "voluntariamente" se podría aprobar una disposición que redujera el tipo máximo de tenencias en divisas de esas instituciones de 30% a 15%. Ese es el "exhorto moral" al que hizo alusión Armando León. Aunque algunos bancos ya han recibido bonos en dólares asignados a sus clientes, muchos aún no los han liquidado porque no se sienten cómodos con el ordenamiento legal actual, que no los autoriza de forma expresa a liquidar bonos y depositarlos en cuentas privadas. Y es que, en el fondo, a los bancos hoy en día el gobierno les está pidiendo que ejecuten una operación similar a las que en otra época hicieron las casas de bolsa. Basta con mirarse en ese espejo y recordar la fábula del sapo y el escorpión.
El miércoles, por ejemplo, a través del Sitme se asignaron 26 millones de dólares. Esa cifra es la suma del valor facial de los bonos, pero cuando las empresas los liquiden para obtener divisas recibirán, salvo en el caso del Pdvsa 2011, 45% - 55% de esa cantidad (la mitad). Ese número contrasta con los 67 millones de dólares diarios que inyectó el Gobierno al mercado paralelo en 2009. Es evidente que el Sitme ha sido diseñado para un tamaño de economía infinitamente inferior a la que existe. Hasta ahora no se han presentado episodios fuertes de escasez (aunque cada vez cuesta más conseguir las cosas), por una combinación de inventarios y recesión, pues ésta última ha reducido la demanda de forma considerable. Pero no puede durar mucho más así. La pregunta no es cuánto aguanta el Sitme, que puede aguantar lo que el Gobierno quiera, sino cuánto aguanta el país bajo el Sitme tal y como está previsto. Entiendo que en el Ejecutivo se están manejando algunas opciones para hacer más viable la adquisición de divisas a empresas grandes y medianas. Si eso ocurre, el proceso habrá dado dos pasos hacia atrás antes de seguir adelante en el rumbo previsto, y por un tiempo habrá algo de respiro. Si no, se viene un escenario terrible de desabastecimiento y escasez, acaso como ningún otro que hayamos vivido antes.
Artículo de opinión
Viernes, 9 de julio de 2010
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