miércoles, 3 de marzo de 2010

Pavel Gómez \\La política como juego

La teoría de juegos es un marco para estudiar las decisiones resultantes de la interacción entre personas, empresas o países. Esta busca explicar el comportamiento de los individuos cuando sus decisiones dependen de los caminos elegidos por otros individuos. Imagine un caso de padres e hijos. La mayoría de los padres desean que sus hijos "le agarren gusto" al estudio y para ello usan una combinación de apoyo, reconocimiento y premios. Esto es un juego entre padres e hijos, en el cual los hijos pueden elegir entre estrategias alternativas (estudiar más o menos), y los padres pueden elegir entre apoyar, reconocer o premiar más o menos.

Padres e hijos son los jugadores, tienen un conjunto de estrategias y puede haber algunos equilibrios. En este marco se supone que cada jugador trata de maximizar su propio beneficio o satisfacción. El beneficio de los hijos se mide en el grado de apoyo, reconocimiento o premios recibidos. El de los padres en el grado de amor por el estudio que observan en sus hijos.

Un equilibrio puede ser que los hijos se esfuercen en estudiar y los padres muestren un alto apoyo, reconocimiento o usen algunos premios a la conducta deseada. Otro equilibrio puede ser que los hijos decidan estudiar poco y los padres ofrezcan poco apoyo, bajo reconocimiento o cero premios. En cada caso las conductas de cada jugador se retroalimentan (más apoyo, más esfuerzo o poco apoyo, poco esfuerzo, lo que conduce a menor apoyo y refuerza un menor esfuerzo). Por eso son equilibrios.
Por supuesto que esto es una simplificación de la convivencia familiar, en la cual los juegos suelen ser mucho más complejos.

Quizás un hijo que invierte poco esfuerzo en estudiar necesite otro tipo de apoyo o reconocimiento. Pero aún con sus simplismos, el enfoque de la teoría de juegos puede ayudarnos a explicar y predecir comportamientos. No todos los comportamientos, pero sí muchos de ellos.

Hoy quiero usar la teoría de juegos para "explicar" la interacción entre jugadores de la arena política venezolana. En particular, quiero referirme a los juegos alrededor de dos casos: el caso "Samán" y el caso "Falcón".
En ambos casos hemos visto "jugadas" de algunos participantes que no quedan del todo explicadas, y la teoría de juegos podría arrojar algunas luces.

El primer caso es la salida intempestiva de Eduardo Samán del Ministerio de Comercio y del Indepabis. La salida de Samán ha sido aplaudida por algunos y criticada por otros. Llama especialmente la atención la cantidad de reclamos que emergieron al interior de la base militante oficialista. Al menos del sector del oficialismo que se manifiesta en el portal Aporrea.com. La mayoría de los reclamos apuntan a la falta de explicación por parte del Presidente, a la admiración por el trabajo y el desinterés material de Samán, y a la supuesta animadversión que este tendría hacia lo que se denomina la "derecha endógena".

La pregunta inmediata es ¿por qué es destituido el ministro que de manera más clara y contundente enfiló sus baterías contra las empresas privadas y los símbolos del capitalismo? Para la mayoría de los reclamantes, esta destitución es una muestra de incongruencia y de "cesión ante las presiones del capital".
Sin embargo, la teoría de juegos puede ofrecer una explicación más pragmática: el Gobierno enfrenta un juego con los empresarios. A pesar del discurso altisonante, el Ejecutivo necesita de las inversiones de muchas empresas, de cara a evitar situaciones de escasez en los alrededores de las elecciones parlamentarias.
Los empresarios, por su parte, necesitan del Gobierno una reducción en el volumen de las amenazas y de las agresiones.

Un equilibrio es que el Gobierno mantenga sus agresiones generalizadas y muchos empresarios reduzcan sus inversiones y se genere escasez. Otro equilibrio es que haya un acuerdo circunstancial con algunas empresas para reducir amenazas, agresiones y obtener mayor producción y cooperación de cara a las elecciones.
Aunque algunos casos muy sonados apunten en la dirección conflictiva, podría haber conversaciones selectivas para lograr el equilibrio "cooperativo". La salida de Samán podría entonces ser una señal cooperativa del Gobierno que busca obtener una conducta cooperativa del sector empresarial seleccionado.

El caso "Falcón" podría verse como un juego entre tres jugadores: Falcón, el Gobierno y el PPT. Falcón dice que dentro del Psuv no hay espacio para la diversidad, ni canales de comunicación, ni debate. Quizás está revelando sentirse boicoteado y con poco margen de negociación.
Él tenía tres opciones: no hacer nada y soportar el boicot, moverse a la oposición o moverse al PPT. Supongamos que la primera no era una opción. Entonces quedan dos movimientos: hacia la oposición o hacia el PPT. Como sabemos, Falcón eligió la última.

El PPT podía rechazar o aceptar a Falcón. El PPT eligió aceptar a Falcón. El Gobierno podía expulsar al PPT o soportar el desafío. Hasta ahora parece haber aceptado el desafío. Las jugadas de cada uno de los tres jugadores son racionales en términos de la teoría de juegos: Falcón gana porque mantiene su capacidad de negociación interna, mitiga el argumento de saltar la talanquera y plantea la discusión al interior del oficialismo.

El PPT gana porque aumenta su capacidad de negociación con el Psuv para la conformación de las listas de candidatos al Parlamento y el Gobierno pierde menos (electoralmente) si soporta la unión Falcón-PPT, que si la rechaza expulsando al PPT del oficialismo. Hasta ahora la teoría de juegos explica los movimientos.

Artículo de opinión
Miércoles, 3 de marzo de 2010
www.elmundo.com.ve

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