(El Presidente del Consejo Directivo del IESA, Gustavo Roosen, afirma que hay que hacer una revisión profundidad de la posición de la universidad frente a los cambios, ya que las universidades son parte de la crisis y tienen a su disposición las nuevas herramientas para generar las mejores respuestas. Publicado en el diario El Nacional, el 15 de octubre de 2012)
Costos, calidad, pertinencia son solo algunos de los temas relativos a la educación superior que animan las manifestaciones estudiantiles, tanto en nuestra América como en Europa, y que ocupan la atención de las autoridades universitarias y de los centros de estudio para la formulación de políticas públicas.
Un reciente trabajo del Centro para el progreso de las Américas apunta precisamente a los retos que enfrenta la educación superior y su respuesta a la irrupción de las innovaciones. La comparación entre el efecto de las nuevas tendencias en el mundo del empleo y de la producción y, por otra parte, el de las universidades evidencia un gran contraste: el impacto en el ámbito académico ha sido sensiblemente más lento y menos profundo. La globalización de las comunicaciones y la digitalización han sido posiblemente, en el conjunto de las innovaciones, los fenómenos con más consecuencias visibles en la concepción y práctica del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las experiencias de universidad a distancia generadas hasta el presente han representado una buena interpretación de los avances tecnológicos y una inteligente adopción de los mismos. Sin embargo, el reto va más allá de la incorporación, todavía tímida, de esta modalidad a la oferta universitaria. Al contrario, implica una revisión en profundidad de la posición de la universidad frente a la irrupción de los cambios y a la agudización de los problemas. Las universidades son parte de la crisis y tienen a su disposición las nuevas herramientas para generar las mejores respuestas.
La revisión a fondo de la educación superior tiene muchos frentes, dos de ellos especialmente agudos, el de los costos (para el Estado, para las familias, para el graduado que ha recibido un préstamo educativo) y el de la pertinencia. ¿Está formando la universidad los profesionales o técnicos que de verdad se necesitan? ¿Se corresponde la distribución universitaria con el mercado de trabajo? ¿Por qué se da la paradoja de desempleo y, simultáneamente, falta de personal calificado? ¿Por qué crece el número de desempleados con título? La culminación de una carrera ha dejado de ser garantía de trabajo y ascenso social para convertirse en nuevo motivo de preocupación, cuando no de frustración.
La respuesta tradicional a las exigencias de la sociedad en materia de educación superior ha sido crear nuevas instituciones, incrementar la matrícula, flexibilizar las condiciones de ingreso y permanencia en el sistema. Una respuesta más completa ha tomado en cuenta aspectos fundamentales como calidad, facilidad de acceso, diversidad de opciones, especialización, atención a las prioridades expresadas por la sociedad.
Es allí donde se inserta la incorporación de las nuevas posibilidades de educación a distancia, la superación de paradigmas como el que impone de manera perentoria a todas las universidades las funciones de investigación y docencia como inseparables, la eliminación de las barreras que desaceleran la aplicación de las innovaciones, el establecimiento de nuevos parámetros que no limiten la calificación de las universidades a los datos de matrícula o número de graduados, ni juzgue la validez de las carreras por el prestigio social o el número de créditos o de horas de clase. Las universidades están en la obligación de definir un modelo sostenible, que conjugue la aspiración de educación para el mayor número con las exigencias de costos, calidad y pertinencia. La respuesta tiene que ser reducir los costos y aumentar la pertinencia.
La educación a distancia se impone como la solución necesaria y una alternativa prometedora, representa la adopción inteligente de las oportunidades sin límite que ofrecen las nuevas tecnologías y abre la posibilidad de de conjugar aprendizaje con entrenamiento, inserción laboral y experiencia de trabajo. Estos serán, por cierto, algunos de los temas del XV Encuentro Iberoamericano de Educación Superior a Distancia que, bajo el título central La educación a distancia en la construcción de sociedades inclusivas, tendrá lugar a finales de este mes en Cartagena, Colombia.
nesoor@cantv.net
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