(El economista y profesor del IESA, José Manuel Puente, afirma que la economía venezolana experimenta una fuerte dosis de estímulo fiscal y monetario, que se traduce en una recuperación del crecimiento. Publicado en El Universal, el 16 de octubre de 2012)
Una muy incoherente política económica caracterizada, entre otros factores, por una inflexible política cambiaria que ha generado una fuerte apreciación del tipo de cambio, una política fiscal pro cíclica, un ambiente de hiperregulación (controles de precios, cambios y tasas de interés) y sistemáticas expropiaciones y nacionalizaciones generó fuertes contracciones del aparato productivo durante los años 2009 y 2010.
Sin embargo, en el 2012, el extraordinario choque petrolero, con ingresos por exportaciones petroleras que estarán por encima de los 90.000 millones de dólares en el contexto de un año electoral, ha cambiado el signo de la política fiscal y monetaria y conducido a un año de crecimiento económico a pesar del mal manejo macroeconómico y las profundas distorsiones del aparato productivo. No obstante, ahora que la coyuntura electoral quedó atrás, se tendrán inevitablemente que atender algunos de los desequilibrios macroeconómicos y hacer ajustes en la política económica.
Una muy incoherente política económica caracterizada, entre otros factores, por una inflexible política cambiaria que ha generado una fuerte apreciación del tipo de cambio, una política fiscal pro cíclica, un ambiente de hiperregulación (controles de precios, cambios y tasas de interés) y sistemáticas expropiaciones y nacionalizaciones generó fuertes contracciones del aparato productivo durante los años 2009 y 2010.
Sin embargo, en el 2012, el extraordinario choque petrolero, con ingresos por exportaciones petroleras que estarán por encima de los 90.000 millones de dólares en el contexto de un año electoral, ha cambiado el signo de la política fiscal y monetaria y conducido a un año de crecimiento económico a pesar del mal manejo macroeconómico y las profundas distorsiones del aparato productivo. No obstante, ahora que la coyuntura electoral quedó atrás, se tendrán inevitablemente que atender algunos de los desequilibrios macroeconómicos y hacer ajustes en la política económica.
La economía venezolana experimenta una fuerte dosis de estímulo fiscal y monetario, el cual se traduce en una recuperación del crecimiento. De acuerdo al BCV, en el primer semestre del 2012 la economía venezolana creció 4,2%, donde resalta el crecimiento de sectores como instituciones financieras y seguros (31,8%), construcción (22,5%) y comercio (8,9%) y se puede proyectar para todo el año 2012 un crecimiento de la economía cercano al 5%.
Sin embargo, en medio de los precios petroleros más altos de la historia económica del país, se evidencian cada vez más claramente los desequilibrios macroeconómicos y en general la insostenibilidad de la política económica. Destaca en particular la insostenibilidad fiscal, con un alto déficit fiscal del gobierno central proyectado para el 2012 en 9% del PIB y un tipo de cambio fuertemente apreciado donde el precio del mercado "no oficial" triplica al tipo de cambio oficial generándose múltiples distorsiones. Esta apreciación además ha generado un auge de las importaciones. A la vez y como consecuencia del mismo fenómeno, se ha registrado una caída de las exportaciones no petroleras.
Para el primer semestre de 2012, las exportaciones no petroleras fueron de solo US$ 2.177 millones, lo que manifiesta una fuerte contracción del sector transable de la economía. Igualmente para los primeros seis meses de 2012, las importaciones fueron de 27.020 millones de dólares, con lo cual las importaciones totales del año estarán por encima de los US$ 50.000 millones, el nivel más alto de toda la historia económica venezolana. Estos desequilibrios fiscales y cambiarios obligarán al gobierno a moderar el ritmo de ejecución fiscal y hacer un ajuste del tipo de cambio con los consecuentes impactos recesivos e inflacionarios en el 2013.
Los altos precios de petróleo pueden generar estas paradojas e ilusiones de armonía en una economía y hasta retrasar el momento de los ajustes para ganar elecciones. Sin embargo, lamentablemente, tarde o temprano los gobiernos se encuentran con las consecuencias de su mal manejo macroeconómico haciendo pagar un altísimo costo a toda la población, especialmente a aquellos a los cuales se dice reivindicar: los más humildes.
jose.puente@iesa.edu.ve
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