lunes, 22 de octubre de 2012

El Gobierno se autofiscalizará

(En un reportaje del diario El Nacional, escrito por Nicole Yapur, la Directora Académica y de Investigación del IESA, Rosa Amelia González, explicó que cada ministerio posee una contraloría interna, que debe velar por el uso adecuado de los recursos que le son otorgados para la realización de actividades bajo su responsabilidad. Publicado el 17 de octubre de 2012)
 
El presidente Hugo Chávez considera la falta de seguimiento como una de las fallas principales de su gestión

El 4 de octubre fue la primera vez que el entonces candidato y presidente de la República Hugo Chávez mencionó el ministerio de seguimiento. “Esa es una de las fallas más graves de mi gobierno”, expresó ante los periodistas en una entrevista de televisión. “Este ministerio lo voy a formar en un gran cuerpo de seguimiento de todas las decisiones del gobierno central”, agregó.

En esa oportunidad, indicó que el Ministerio del Despacho de la Secretaría pasaría a convertirse en esta nueva cartera dedicada a la observación y control de la gestión. Además, estaría “formado por gente joven”, egresada de las misiones y universidades, y se parecería a la Inspectoría Militar.

Más adelante, en una alocución posterior a su victoria electoral, el 9 de octubre, volvió a nombrar la importancia que el seguimiento tendría en sus próximos seis años de gestión. Aseguró que de esa manera elevaría la eficiencia de las políticas públicas aplicadas en su gobierno.

El mandatario explicó que en ocasiones ha autorizado los recursos para determinada obra y luego se consigue conque el proyecto nunca recibió los recursos o que la obra no fue terminada dentro de la temporalidad establecida.

El presidente de la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ricardo Sanguino, dijo que para Chávez siempre ha sido muy importante el tema de los plazos en los que una obra debe ser ejecutada. “Él siempre ha sido muy exigente con los tiempos, que se determine la temporalidad en la cual se desarrollarán esos proyectos, y esa es una de las funciones del Parlamento: supervisar la ejecución de los recursos que autoriza el Ejecutivo”, afirmó.

El Poder Legislativo posee una Comisión de Contraloría integrada por 15 diputados y que tiene a su cargo la vigilancia sobre la inversión y utilización de los fondos públicos en todos los sectores y niveles de la administración pública, así como sobre la transparencia a la que están obligados las instituciones financieras y públicas, según el portal de la institución.

Sanguino señaló, sin embargo, que probablemente la intención de la medida es acercar al Poder Ejecutivo el proceso de fiscalización. “Ellos van a evaluar y van a producir los correspondientes informes, y se aplicarán en caso de que haya retrasos en los diferentes ajustes”.

Otros fiscalizadores
 
Además de la Comisión de Contraloría existen otras instancias que hacen seguimiento a las obras y proyectos públicos. Rosa Amelia González, profesora de Políticas Públicas del IESA, explicó que cada ministerio posee una contraloría interna, que debe velar por el uso adecuado de los recursos que le son otorgados para la realización de actividades bajo su responsabilidad.

Sin embargo, queda de parte de la Contraloría General de la República hacer la contraloría externa. “Esto siempre es deseable porque a veces puede haber conflicto de intereses cuando el organismo se fiscaliza a sí mismo”, dijo González.

Recordó que el Ejecutivo hizo mucho énfasis en el papel del poder popular dentro de las funciones de seguimiento a través de la llamada contraloría social. “El poder comunal debería servir para que los propios ciudadanos estén atentos a que se cumplan los tiempos cuando se autorizan unos recursos”, agregó.

Adicionalmente, en junio de 2010, se creó la Oficina Estratégica de Inspección, Seguimiento y Evaluación de la Gestión Pública, adscrito a la Presidencia. Su objetivo es evaluar, supervisar, vigilar, hacer seguimiento y control en el cumplimiento de los planes, proyectos, obras y trabajos que llevan a cabo los ministerios, órganos, misiones y los consejos comunales. La oficina reporta directamente al Presidente de la República.

González señaló que si todo esto funcionara correctamente no se debería observar un uso inadecuado de los recursos. La especialista opinó que la creación de un ministerio dedicado al seguimiento es una forma de comunicarle al público que este asunto es importante para él.
 

“Por ejemplo, cuando estalla la crisis carcelaria, entonces crea un ministerio para asuntos penitenciarios. Quiere dar una señal de que se está ocupando de ese problema”, aseguró.

Aumenta la carga

González considera que el mecanismo que tiene el Presidente para atender los problemas que se presentan en su gestión puede ser problemático. “Eso hace al sector público más grande y más pesado. ¿Por qué no ocuparse que las contralorías ya establecidas cumplan adecuadamente sus funciones?”, se pregunta.

No se conocen todavía detalles sobre el funcionamiento del ministerio ni cuáles serán los aportes al sistema de seguimiento ya fijado. “Lo que yo percibí del mensaje del Presidente es que el ministerio se creará para fiscalizar la ejecución de los grandes planes nacionales y también los proyectos de los estados y municipios para que se hagan en los tiempos correspondientes”, dijo Ricardo Sanguino.

Sin embargo, González puntualizó que esto genera más burocracia. Existe un objetivo comunicacional subyacente porque el seguimiento parece ser el flanco más débil del Gobierno, añadió.

El 9 de octubre, Chávez extendió las atribuciones del nuevo ministerio, que no solo realizaría la contraloría de las obras públicas, sino también de los programas y planes que ejecuta el Gobierno. Esta se realizaría a escala nacional y local. No obstante, el énfasis parece ser en los proyectos de infraestructura.

El problema es que muchas de estas obras son financiadas a través de fondos parafiscales, como el Fondo Conjunto Chino-Venezolano, el Fonden y otros recursos provenientes de acuerdos de cooperación, que se encuentran fuera del presupuesto ordinario y no tienen la autorización de la Asamblea Nacional.

González explicó que de estos fondos se conoce cuánto dinero entra, pero no hay detalles sobre cuánto sale y de qué manera es invertido. Esto dificulta los procesos de fiscalización y los limita a la parte del presupuesto que se conoce. “Todo lo que se hace a través de los fondos parafiscales no se conoce”, afirmó.

El presupuesto de la nación puede ajustarse

“Se ha hecho en el pasado”, así lo recordó el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ricardo Sanguino, cuando fue consultado sobre si la incorporación del nuevo ministerio y sus respectivos recursos operativos serían incluidos en el presupuesto de la nación para el año 2013.
“Recordemos que si bien el presupuesto está elaborado, se puede dar una reestructuración en el transcurso del ejercicio fiscal correspondiente al año que viene. Ya hemos visto que se han creado ministerios, se han suspendido y se ha hecho toda una reestructuración”, añadió. Además, por vía de créditos adicionales se han autorizado grandes cantidades de recursos para los gastos ordinarios de los ministerios, en caso de que los requieran.

El presupuesto será entregado a la Secretaría de la Asamblea Nacional el 15 de octubre, para ser expuesto por Jorge Giordani el día 23. Luego, será llevado el 7 de noviembre a la Comisión de Finanzas, cuando se elaborará un cronograma para su discusión.
 

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