viernes, 5 de octubre de 2012

El 7-O, oportunidad para los ciudadanos

 (El profesor del IESA, José Mayora, invita a ejercer la participación ciudadana el 7 de octubre. Publicado en eluniversal.com, el viernes 05 de octubre de 2012)


El debate moderno sobre las democracias apunta hacia el desarrollo de sistemas más incluyentes y de participación múltiple, que envuelven actividades de pertenencia como una iglesia, un consejo comunal,  una junta de padres y representantes, un condominio, un club de diversión, un grupo de reflexión intelectual. Pero quizás, la participación más importante es aquella que nos permite gerenciar el funcionamiento de la democracia, decidiendo, a través del voto, a quien le corresponde conducir los destinos del país.


El actor fundamental de las actividades de  participación  es el ciudadano, no sólo como habitante de un país, sino como el eje de las decisiones dentro de  una sociedad cuya cultura es democrática.   La participación exige normas que regulen la conducta de los individuos para que sus interacciones converjan y permitan el normal desenvolvimiento institucional. Los mecanismos regulatorios no solo pautan las decisiones de los miembros de la democracia, los ciudadanos, también pautan las actuaciones de los responsables de gerenciar estas instituciones, a quienes corresponde, entre otras cosas, producir y diseminar la información  necesaria para la toma de decisiones por parte de los ciudadanos.

El ejercicio de la ciudadanía  es el resultado de un quehacer compartido entre la educación formal (sistema educativo), los mecanismos informales (familia, amigos, medios de comunicación, ambiente social) y las instituciones públicas (poderes públicos). En el esfuerzo combinado de estos actores, "radica la enseñanza de la ciudadanía", no porque la ley lo establezca, sino porque en tales instituciones deben prevalecer los principios de participación activa, de justicia, equidad e igualdad de acceso a las finalidades públicas.

En este punto es pertinente aclarar que los ciudadanos pueden tener  razones para abstenerse  de participar, circunstancia que no exime a los servidores públicos de gerenciar adecuadamente las instituciones, producir la información veraz y suficiente, así como garantizar que esta información esté a la disposición de todos los ciudadanos.

La premisa de la cual partimos es que el ciudadano debiera ser en esencia "un ciudadano bien informado" para dar mayor soporte a sus decisiones.  En todo caso, lo cierto es que la participación exige tomar decisiones y la calidad de esta  estribará en que los que participan lo hagan de manera consciente y, fundamentalmente, con la debida información.

La  idea del ciudadano bien informado focaliza  la dimensión de la participación pues en la convivencia, los ciudadanos entienden que existen fronteras en su actuación vinculadas con la relación entre derechos y deberes.

La cita del 7 de octubre es una oportunidad más para ejercer la participación ciudadana. Es una cita normal dentro de una sociedad democrática, tanto para los que sufragaran, como para los que aspiran gerenciar la democracia venezolana, de allí que el reconocimiento del resultado no debe ser motivo de preocupación o duda. Mientras mayor sea la  normalidad en la que transcurra el proceso, los venezolanos estaremos dando muestra de cuán democrático es nuestro talante.

En lo que no cabe duda alguna es que cada elección  es una nueva oportunidad para mejorar la democracia: ¡no la desperdiciemos!

mayora.j@gmail.com

No hay comentarios: