viernes, 4 de mayo de 2012

Crecimiento con igualdad


(Gustavo Roosen, presidente del Consejo Directivo del IESA, nos habla sobre dos ideas planteadas en la última Cumbre de las Américas pero poco publicitadas, relacionadas con las experiencias de la región en la última década y la definición del nuevo reto. Publicado en el diario El Nacional el 30 de abril de 2012)

Ya casi apagados los ecos ­y los ruidos­ de la VI Cumbre de las Américas, parecería oportuno rescatar dos ideas centrales expresadas en ese encuentro y muy poco recogidas en los medios de comunicación: las lecciones latinoamericanas de la última década y la definición del nuevo reto para la región.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, expuso muy bien ambos puntos en su presentación. "Hemos aprendido a ser prudentes en lo macroeconómico y progresistas en lo social, aplicando medidas contracíclicas diversas, desde moderadas y transitorias hasta estructurales, que evitaron, sobre todo en la última década, costos sociales irreversibles".

Afirmación matizada por el director para la Reducción de la Pobreza y Gestión Económica en América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Rodrigo Chaves, cuando advierte que no todos los países latinoamericanos están igualmente preparados para una eventual caída del precio de las materias primas, porque algunos, como Venezuela, actuaron "como la cigarra de Esopo" y "se pasaron cantando en el verano". Mientras unos países, dice, "han manejado bien el superciclo de las materias primas, otros han despilfarrado la bonanza, causando daños permanentes a sus economías".

Alicia Bárcena apoya su afirmación en datos como estos: pese a la crisis financiera de 2008, la región vivió un período histórico de crecimiento, el número de personas en condición de pobreza se redujo de 48,4% a 30,4% en los últimos 20 años; la pobreza extrema pasó de 22,6% a 12,8%; el desempleo disminuyó hasta ubicarse en 6,6%; mejoró la distribución del ingreso; por primera vez se redujo la desigualdad, y mejoró el coeficiente de Gini en 18 países. Estas son las lecciones latinoamericanas.

El gran reto para el futuro: crecimiento con igualdad. Es "La hora de la igualdad", como ha destacado Cepal en el título de su documento. "La desigualdad conspira contra el desarrollo y la seguridad", ha recalcado su secretaria ejecutiva. Se trata nada menos que de lograr ese desiderátum de vida con dignidad para todos expresado históricamente de tan diversas maneras. Políticos, líderes, pensadores, coinciden cada vez más con un clamor universal que exige que el desarrollo se exprese fundamentalmente en una mejor calidad de vida, en mayores niveles de satisfacción. Como dice Jeffrey Sachs en El precio de la civilización, "nuestra obsesión por el crecimiento del producto nacional bruto distrae nuestra atención de indicadores más importantes". De allí su reclamo de mediciones que vayan más allá de los meros ingresos del mercado y que incluyan índices de salud, educación, entorno, seguridad, justicia, confianza en la sociedad y otros.

La mejor expresión del crecimiento latinoamericano no puede reducirse a las estadísticas macroeconómicas; debe expresarse fundamentalmente en la calidad de vida de su gente, en el disfrute de los derechos personales y ciudadanos, en la consolidación de un clima de justicia y libertades, pero también de bienestar y de oportunidades. La dimensión social del desarrollo inspira la economía y se realiza a través de ella de manera estructural.

Es la única manera de alcanzar establemente los objetivos sociales. La atención coyuntural de las necesidades vía planes especiales ­misiones, programas, campañas o como se los llame­ no suple la visión estructural de una economía ordenada y eficiente.

Más allá de las posiciones ideológicas, el logro de este objetivo pasa por una concepción responsable y progresista del gobierno, de la economía, de las relaciones con los actores internos, los de la comunidad continental y el mundo. "Una estrategia de desarrollo económico y productivo con igualdad exige una nueva ecuación entre el Estado, el mercado y la sociedad", aclara Bárcena, al tiempo que recuerda los desafíos y obligaciones planteados por la globalización y la exigencia de coordinar objetivos y remar en la misma dirección.

Crecimiento con igualdad, ese es el reto.

nesoor@cantv.net

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