miércoles, 10 de febrero de 2010

José Mayora\\ Ramiro mi sangre ¿trajiste las velas?

Finalmente el líder del proceso decidió tomar al toro por los cachos en lo que a crisis eléctrica se refiere. El país ha recibido con desbordado alborozo la traída a Venezuela de Ramiro Valdez, experto cubano en el tema que nos ocupa. Al contrario de algunas voces agoreras, yo estoy optimista con esta acertada decisión del presidente, pues estoy persuadido que la llegada de Ramiro pondrá orden y concierto en un asunto que ha sido manejado con descuido, inexperticia e improvisación. El país debe estar alegre pues Ramiro Valdez sí sabe de eso.

Por supuesto que habría que aclarar de qué es lo que sabe Ramiro. No se trata de un experto en generación ni en trasmisión eléctrica. Posiblemente su experticia se ubica más en el tema de la distribución o, más concretamente, en el tema de la asignación de cuotas de consumo de un bien que es escaso, como es el caso de la energía eléctrica en estos aciagos momentos. Es decir, Ramiro es un experto en racionamiento, ¡sólo eso!

El ahorro y el racionamiento son dos conceptos distintos aunque no mutuamente excluyentes. Ahorrar se refiere, en primer término, a guardar algo como previsión y, en segundo término, a evitar un gasto o consumo. Yo añadiría que esta conducta requiere de una gran conciencia de parte de quien consume pues presupone visión de futuro y de solidaridad. El ahorro no es propio de la escasez o de la abundancia, es propio de la conciencia individual.

Por su parte, el racionamiento es un concepto que tiene una importante raigambre militar pero que en general se aplica a aquellos bienes necesarios escasos, que se distribuyen de acuerdo con criterios establecidos por las autoridades.

La presencia de Ramiro está vinculada directamente con este asunto, asesorar como distribuir, con criterio socialista, la poca de energía eléctrica que aún nos queda. Ramiro no viene a evaluar el estado del Guri, ni a monitorear los proyectos de generación y transmisión (si los hubiere), mucho menos a evaluar el estado de la planta Josefa Camejo. Ramiro viene de un país que es experto en racionamiento, un país en que los ciudadanos están acostumbrados a consumir de lo que hay, una porción que permita que la torta alcance para todos. Ramiro viene a dar los primeros pasos serios, dentro del socialismo bolivariano, en la fijación de los criterios de racionamiento que se aplicarán en todas las áreas donde existirá escasez.

Una vez más el líder del proceso nos confirma que sus prioridades son políticas. No se trata de ver cómo se incrementa la generación y, en consecuencia, se adecua la transmisión, o de cómo logramos disminuir, cuando no eliminar, el robo de energía con o sin medidor. No se trata tampoco de instrumentar una verdadera campaña para fomentar la conciencia del ahorro, y de proveer ideas concretas acerca de las decisiones que cada quien debe tomar en su casa u oficina para ahorrar energía. ¡No! Se trata de hacer eficiente un programa socialista de racionamiento energético que permita vivir con la cantidad de energía que produzcamos y que, por los vientos que soplan, no se incrementará de acuerdo con su demanda.

Lamentablemente para el régimen, en Venezuela hay muy poca experticia en el tema de racionamiento y, por supuesto, no debiéramos desarrollarla. A los ciudadanos nos toca consumir con racionalidad para satisfacer las necesidades del presente y para garantizar las necesidades del futuro.

¡Ramiro, espero que tu estadía en nuestra patria sea muy breve

Artículo de opinión
El Universal, 5 de febrero de 2009
http://www.eluniversal.com/2010/02/05/opi_art_ramiro-mi-sangre-tr_05A3388177.shtml

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