martes, 6 de octubre de 2009

Luis Boggiano \\Responsabilidad social y rentabilidad

En los últimos veinte años, la empresa privada se ha convertido en una forma de organización muy poderosa que representa, en su conjunto, cuarenta y ocho de las cien economías más grandes del mundo. Es una importante generadora de valor económico, proveedora de empleo y suministradora de una gran cantidad de bienes y servicios esenciales para el sustento humano, lo cual le otorga un potencial considerable para contribuir a la solución de muchos problemas sociales.

No podemos aceptar la visión minimalista del objetivo empresarial únicamente como la maximización de la utilidad o de la riqueza al accionista. Debemos integrar también la dimensión social empresarial a este objetivo. De esta forma, la empresa privada debe contribuir a la sociedad generando valor económico, proveyendo bienes y servicios, creando empleos con remuneración justa, pagando impuestos, desarrollando innovaciones, actuando de manera ética, respetando las leyes y desarrollando actividades de responsabilidad empresarial que contribuyan a desarrollar vínculos de confianza con los actores sociales interesados en promover el bienestar colectivo.

Sin embargo, también debemos reconocer que la empresa no puede resolver por sí sola todos los problemas sociales. Aún cuando existe un consenso generalizado en la comunidad empresarial de compartir acciones de responsabilidad social, éstas no son sustituto de una sociedad civil participativa, procesos e instituciones democráticas y acciones de gobierno inteligentes en el ámbito social. Existen limitaciones a las acciones que la empresa privada puede emprender para cumplir su objetivo social.

No es razonable que, en una economía de mercado, suministre bienes o servicios que no sean competitivos; provea una fuente de empleo permanente sin consideración de las condiciones externas asociadas al ambiente económico que le rodea; sustituya al gobierno en su responsabilidad de dictar leyes, y proveer el bienestar social en general, ni sustituir la responsabilidad social individual de cada ciudadano.

El tema de responsabilidad social es una interacción múltiple esencialmente entre tres grupos de interés: un grupo regulatorio conformado por gobiernos e instituciones gubernamentales; un grupo organizacional integrado por consumidores, empleados, accionistas y proveedores; y un grupo comunitario constituido por asociaciones, ONG y medios informativos. Ellos deben interactuar para encontrar respuestas eficientes y sustentables, a los diversos problemas sociales que nos afectan.

El reto de la empresa es encontrar fórmulas de participación junto con estos tres grupos de interés, en la solución de problemas sociales de manera congruente con su objetivo fundamental de añadir valor económico. No es fácil generar valor económico y cumplir una responsabilidad social coherentemente, pero tampoco lo son muchos de los otros retos que la empresa privada enfrenta en el manejo de su negocio. Sólo aquellas que puedan de manera inteligente y estratégica incorporar acciones de responsabilidad social a sus objetivos de negocio, tendrán mejores probabilidades de sobrevivir a largo plazo y continuar disfrutando de la licencia que la sociedad les otorga para operar como unidad de organización productiva.

Artículo de opinión
El Universal, 06 de octubre de 2009
http://noticias.eluniversal.com/2009/10/06/opi_art_responsabilidad-soci_1597230.shtml
luis.boggiano@iesa.edu.ve

No hay comentarios: