Sharay Angulo
Mantener feliz o motivado al capital humano de las empresas exige las mismas destrezas que utilizan los gerentes de mercadeo para satisfacer las expectativas de sus clientes o consumidores. Este fue el hilo conductor del evento "Adaptando la organización a los cambios del capital humano", que se realizó la semana pasada en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa).
"Lo que hacemos en mercadeo para satisfacer al cliente y generar fidelidad hacia nuestra marca se puede hacer con los empleados. Es decir, éstos deben segmentarse antes, para detectar cuáles son sus necesidades y generar ofertas de valor", dijo Raquel Puente, coordinadora del Centro de Mercadeo de la institución académica.
La profesora del Iesa cree que, "así como mercadeo atiende a los clientes externos, el departamento de recursos humanos debe hacerlo con los empleados".
Explicó, sin embargo, que para lograrlo es preciso que toda la gerencia crea en el mercadeo, y ésta a su vez debe animar la dispersión de la filosofía en toda la organización. "Una vez que se ha hecho bien la internalización de la cultura empresarial, los empleados estarán automotivados para hacer su trabajo mejor".
Puente acotó que "no se trata solo de hacer mejores ofertas económicas, porque el efecto dura poco, sino de hacer felices a quienes trabajan para nosotros".
Tendencias globales Juan Ameijeiras, profesor del Iesa, refirió que "analizar los cambios percibidos en las necesidades y deseos de los consumidores y del capital humano, para transformar esa información en actividades y programas concretos dentro de la empresa, contribuye con el logro de los objetivos corporativos".
A su juicio, son siete las "macrotendencias" que rigen el escenario global actual: la conectividad, el interés por los temas ecológicos, el fin del servicio personalizado, el aumento de la expectativa de vida, la adopción de hábitos saludables, el empoderamiento de la mujer y el deseo de ser diferentes.
Ameijeiras dijo que los empleados quieren trabajar en compañías interesadas por el empleado, la sociedad y el mundo general.
"Si la organización entiende estas preocupaciones, los empleados estarán más contentos. Las empresas, por su parte, lograrán una mayor productividad".
Artículo con la profesora Raquel Puente
El Mundo Economía&Negocios, 3 de agosto de 2009
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