Es una realidad en Venezuela y el mundo que la mayoría de las empresas nacen como negocios de familia, pues los emprendedores suelen proponer a sus familiares la idea de asociarse en un marco de confianza.
Entre el 5 y el 6 de noviembre se llevó a cabo en la ciudad de Bogotá un encuentro latinoamericano de familias emprendedoras, organizado por Step (Successful Transgenerational Entrepreneurial Practices), iniciativa en la cual participa el Iesa junto con 11 escuelas de negocios latinoamericanas.
En una mesa de trabajo, los familiares empresarios dieron respuesta a la siguiente pregunta: ¿Por qué algunas familias empresarias deciden quedarse y continuar invirtiendo en su país de origen a pesar de la volatilidad del mercado? Entre las reflexiones de los presentes, se mencionaron las siguientes razones: Por nuestra responsabilidad con nuestros familiares y las generaciones futuras Por el sentido de responsabilidad social hacia nuestros empleados y sus familias Porque cuando la patria está en crisis se necesita trabajar más por el futuro Porque en épocas de crisis algunos lloran y otros venden pañuelos, y los más exitosos serán los que vendan los pañuelos y den solución a las necesidades de la gente
Por el deseo y el compromiso de continuar con el legado de nuestros padres y abuelos.
Aunque no es tarea sencilla conducir las relaciones laborales cuando los nexos sentimentales están de por medio, las familias empresarias tienen la ventaja de compartir valores que transmiten a sus negocios. Además, la visión de oportunidades ha sido clave para el manejo de la volatilidad en los casos de familias emprendedoras.
Columna del Centro de Emprendedores
Viernes, 27 de noviembre de 2009
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